lunes, 21 de noviembre de 2022

LA CALLE DE LA PIERNA Y LA PIERNA QUE LE DIO NOMBRE

     Existe en Córdoba una calle llamada La Pierna, una calleja sin salida que parte desde la calle Barroso, y que antiguamente era conocida por el curioso nombre de Pan y Conejo, nombre ridículo según Teodomiro Ramírez de Arellano y que, según él, seguramente era debido al apodo de alguno de sus vecinos. Pero no es de este calle de la que trata la entrada de hoy sino de la que anteriormente ostentó dicho apelativo y que en la actualidad responde al nombre de Barroso.


IMAGEN 1. Entrada a la calleja La Pierna desde la calle Barroso.



     La calle Barroso une la plaza de San Juan con la calle Ángel de Saavedra y actúa como límite entre los barrios de la Trinidad y Centro Comercial. Hasta finales del siglo XIX fue conocida como calle La Pierna, si no en su totalidad al menos sí desde Ángel de Saavedra hasta el ensanche que se encuentra hacia la mitad de su longitud y del que parte la calle Leiva Aguilar. Y, como pasa con toda calle con un nombre curioso en Córdoba, el origen de esta denominación viene respaldado por su correspondiente leyenda, aunque en este caso se trate no de una sino de dos y que Ramírez de Arellano cuenta de la siguiente manera:


IMAGEN 2.
     «Cuentan que en aquella casa vivía una joven, que no solamente pasaba el dia en la ventana, indagando la vida de sus vecinos, sino que muchas noches hacía lo mismo, acarreándose el odio de todos los que tal conducta sabían: una noche, puesta en su sitio de costumbre, vio venir de hacia la parroquia dos filas de luces alumbrando un féretro que ocupaba el centro; ya cerca, arrimóse á la reja uno de los acompañantes y le rogó le guardase el cirio que llevaba en la mano, para recogerlo al dia siguiente, por no serle posible seguir, á causa de encontrarse enfermo; accedió aquella á la petición, y después de tomar el cirio, su curiosidad le hizo preguntar el nombre del que llevaban á enterrar, oyendo con asombro que el desconocido pronunció el de ella, cuya sorpresa le hizo dar un grito y caer desmayada; cuando volvió en sí, aun apretaba en la mano la canilla de un muerto en que la vela se le había convertido: añaden, que no solo quedó curada de su mala costumbre, sino que se colocó la pierna en el sitio que aun la vemos, en memoria de este suceso.
 
     Otros, y estos no alcanzaron tanto crédito, inventaron que en esta casa vivió una señora en estremo bella, pero tan orgullosa y de mal carácter, que nadie podía sufrirla, llegando su desmedido amor propio á creerse la mas hermosa del mundo y á despreciar á cuantos no la adulaban; á tal estremo llegó su presunción, que teníase por superior á su padre, á quien maltrataba por su estremada pobreza: un dia se acercó éste á pedirla un socorro con que atender á sus necesidades; mas, en vez de obtenerlo, lo recibió aquella con multitud de injurias, á que el pobre anciano contestó dignamente, no creyendo que su hija cometiese la infame acción de arrojarlo á puntapiés de su casa, dando lugar á que la maldición paterna cayese sobre ella, hasta tal punto, que la pierna con que lo había ofendido, se le convirtió en piedra, muriendo entre los mas agudos dolores, castigo con que la Providencia le hizo comprender lo mucho que la había ultrajado.»

     Como de costumbre, la imaginación popular suele ser excesiva en estos casos y construye las leyendas con un uno por ciento de realidad y el noventa y nueve por ciento restante a base de adornos de lo más pintorescos. El uno por ciento de esta historia es que realmente, en la casa donde supuestamente habrían vivido la curiosa o la maltratadora, hubo colocada una pierna de piedra hasta hace relativamente poco tiempo. Se trataba de parte de una estatua hallada mientras se trabajaba en los cimientos de una casa de la calle Ángel de Saavedra y que el dueño de la número cuatro de la calle de la que trata esta entrada decidió colocar en la fachada de su vivienda. Desde entonces en adelante sería conocida como "de la Pierna", hasta que a finales de 1896 el Ayuntamiento de Córdoba decidió dedicársela a ex alcalde de Córdoba Rafael Barroso y Lora, que acababa de fallecer y que había nacido en una de las casas de dicha calle.


IMAGEN 3. Azulejo en la calle Barroso.



     Una descripción algo más detallada de esta pieza arqueológica que la que hace Ramírez de Arellano, que se limita a decir que es un resto de estatua de «piedra calisa colocada en un nicho», la encontramos de la mano de su hijo Rafael en su "Inventario monumental y artístico de la provincia de Córdoba", de 1904:

     «Una pierna de mármol blanco con ropa que cae por detrás: fragmento de estatua de tamaño natural. Está empotrada en una esquina de la calle de Barroso, que hasta hace poco se llamó de la Pierna por este trozo escultural. Aunque está cubierta de cal de Morón y por lo tanto muy perdidas las líneas, parece de buena época y de buena mano».

     Años más tarde la pieza fue regalada al Museo Arqueológico Provincial de Córdoba por José Marín Cadenas, que es de suponer que sería el propietario de la casa número cuatro de la calle Barroso en esa fecha, entiendo que en 1944 que es el año en que Samuel de los Santos Gener, director del Museo, la inscribió en el Catálogo. Gracias a esto obtenemos una descripción minuciosa de la pieza y algunos antecedentes conocidos de la misma:


IMAGEN 4. Fotografías que acompañan a la ficha.
     «N.º 1036. CATÁLOGO SISTEMÁTICO.- Objeto.- Estatua de Apolo. (fragmento). Materia.- Mármol blanco. Dimensiones.-  0,96 m. de alto y 1,33 m. de perímetro del grueso mayor. Escuela o taller.- Hispano-romano. Asunto.- Apolo Citaredo. Procedencia.- Estuvo colocada en la casa n.º 4 de la Calle de la Pierna (hoy Barroso) a 4 m. de altura sobre el nivel de la calle. Dio origen al nombre de la calle y a la leyenda de "la mujer curiosa" (Ramírez de Arellano. PASEOS POR CÓRDOBA t. p. Observaciones.- Fue regalada al Museo por Don José Marín Cadenas. Descripción.- Es la pierna derecha, desde la ingle hasta el empeine del pie, de una estatua anatómicamente esbelta y varonil aunque poco musculosa, como corresponde a esta divinidad. Su talla revela la mano hábil de un buen escultor romano aunque su deficiente estado de conservación no lo demuestre con evidencia. Junto a la pierna y sobre un pedestal cubierto con los bordes del manto finamente plegados del dios, está la caja sonora de una lira, símbolo de Apolo Citaredo, a la que faltan los dos brazos que sostenían tensos los cordajes. Al pie derecho le faltan el metatarso y los dedos. Es posible que su actitud figurase en pie, apoyado sobre la pierna derecha, algo inclinado el busto también a la derecha dispuesto a pulsar la lira, cubierto solo con el manto, pues el cuerpo estaría desnudo por completo a diferencia del Apolo Citaredo del Vaticano, que como el Musegeta están desnudos o como el de Belvedere desnudo también pero sin lira.»

     Esta descripción está extraída de un expediente de 1951, generado a partir de la solicitud de varios vecinos de la calleja Pan y Conejo para que dicho nombre fuera eliminado, al ser el mismo que otra calleja de la calle Caldereros ostentaba, y sustituido por el de "La Pierna" que «calle y calleja tuvieron tradicionalmente» (también compartían hasta entonces la numeración de sus casas). Además, se sugería la idea de que el fragmento de estatua volviese a «la esquina de esta barreduela donde estuvo». Con respecto al sitio en el que había estado tantos años podemos leer también en este expediente que era la fachada de la casa que hacía ángulo con dicha calleja; Rafael Ramírez de Arellano hablaba de una esquina en la calle Barroso, así es que habrá que fijarse en la alineación que ambas calles tuvieron antes de ser modificadas.


IMAGEN 5. Proyecto de alineación de las calles Barroso y Pan y Conejo, con las líneas
 de color resaltadas por el autor.



     En la Imagen n.º 4 podemos ver un proyecto de alineación de 1903 (tinta roja) y modificado en 1906 (tinta azul) sobre la alineación de las calles que aparecía en el plano de Casañal de 1884 (tinta negra). Es muy probable que el ángulo o esquina del que se habla debía de ser el quiebro en la fachada de la casa número cuatro que he marcado con un círculo y desde el que comenzaría el lateral derecho de la calleja, pudiendo así haber estado la pierna tanto en La Pierna-Barroso como en Pan y Conejo-La Pierna. Pero independientemente del sitio exacto en el que estuvo el fragmento de estatua, que probablemente y debido al drástico cambio en la alineación de ambas calles hoy no exista, lo interesante es saber en qué lugar se encuentra en la actualidad.


IMAGEN 6. La pierna en el Museo.



     Obviamente la idea de los vecinos de que la pierna de Apolo fuera devuelta a su lugar en la fachada no tuvo demasiado éxito puesto que nunca regresó allí y aún continúa en el Museo, expuesta en un discreto y coqueto rincón donde todos los cordobeses podemos contemplarla. La placa explicativa que hay debajo de ella es bastante escueta y no estaría de más que hiciera mención al papel que desempeñó, aunque fuera indirectamente, para nombrar una calle de nuestra ciudad, pero eso es sólo una impresión mía.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- BAENA ALCÁNTARA, Mª. La escultura romana en el Museo Arqueológico de Córdoba. 2000. Actas de la III reunión sobre
escultura romana en Hispania.
- Expedientes de alineación de la Pierna, Calle (Comprende Calleja Pan y Conejo) 1884. SF/C 03910. Archivo Municipal de Córdoba.
- Expediente relativo a la reforma de la alineación de la calle Barroso. 1903. SF/C 06421-198. Archivo Municipal de Córdoba.
- Expediente de rotulación de calle con el nombre de "La Pierna" a la calleja que era conocida con el nombre de "Pan y Conejo" Acuerdo de la Comisión Municipal Permanente de 30 de marzo. 1951. SF/C 03914-020. Archivo Municipal de Córdoba.
- RAMÍREZ DE ARELLANO, R.. Inventario monumental y artístico de la provincia de Córdoba. 1904.
- RAMÍREZ DE ARELLANO, T.. Paseos por Córdoba. 1873.

IMÁGENES
- 1, 3 y 6: Fotografías tomadas por el autor.
- 2: Dos mujeres en la ventana. Bartolomé Esteban Murillo c. 1655-1660. National Gallery of Art, Washington D.C.
- 4: Fotografías de Silvia Muñoz Jiménez, pertenecientes a la ficha de la pierna de Apolo. 
- 5: Fotografía tomada por el autor sobre un plano perteneciente al expediente SF/C 06421-198 del Archivo Municipal de Córdoba.