martes, 16 de enero de 2024

UN APUNTE SOBRE EL HORNO DEL CRISTO Y EL CORRAL DEL BATANERO

     Cuando Teodomiro Ramírez de Arellano aseguraba, por las fechas en que escribió su obra Paseos por Córdoba, que el Horno del Cristo era uno de los más antiguos de Córdoba no exageraba en absoluto, aunque me atrevería a decir que es más que probable que desconociese realmente su antigüedad, si tenemos en cuenta las pocas palabras que le dedicó en el libro mientras que en otras descripciones se extendía a lo largo de páginas enteras. Pues bien, resulta que el horno ya existía algo más de dos siglos antes de que Ramírez de Arellano lo mencionara.


IMAGEN 1. El Horno del Cristo.



     Antes de entrar de lleno en el tema me gustaría aclarar que si puedo hacer esta afirmación es porque el historiador Ángel María Ruiz Gálvez se topó con la información en el Archivo Histórico de Protocolos y tuvo la amabilidad de compartirla conmigo, a raíz de la entrada que le dediqué hace unos meses al citado horno, cosa por la que le estoy profundamente agradecido.

     Se trata de una escritura de venta fechada el 28 de febrero de 1648 y para una persona como yo, cuyas  habilidades paleográficas son prácticamente inexistentes, es lo mismo que si estuviera escrita en cirílico, así es que pasaré directamente a la nota que Ángel me envió:

     «Alonso Franco de Castro, familiar del Santo Oficio, y doña Leonor de Castro, su mujer, vnos [vecinos] Santa María, vendemos al Ldo. Lupercio González de Moniz, canónigo, juez subdelegado de la Santa Cruzada, unas casas de morada con un horno de pan en la calle que va de la Plazuela de Luis Páez a la calle de Santa Clara [actual calle Bataneros] y alinda por una parte con el Corral del Batanero y casas de los capellanes de Torremilano, que el dicho Horno llaman del Cristo, que lo hube y compré de mi padre Juan Fernández de Castro por escritura de Gonzalo FC en 7 de noviembre de 1647, y este las compró de Luis Abarca y doña Mariana de Obrganés, por escritura ante el presente en 13 de octubre 1619, y el horno lo compró del convento de Santa Clara ante Juan de Eslava 13 días nov 1619…. 28 de febrero de 1648».


IMAGEN 2. Firmas en la escritura de venta.



     Es tan sólo una pequeña parte del documento en cuestión pero la cantidad de datos que ofrece es muy interesante, todos ellos desconocidos hasta ahora por mí desde luego. Hasta 1619, cuando Luis Abarca y su esposa lo adquirieron, el horno había pertenecido al convento de Santa Clara, a escasos metros de allí, pasando después a manos de Juan Fernández de Castro, a su hijo Alonso y finalmente vendido al canónigo Lupercio González, estos dos últimos relacionados con la "no tan santa" Inquisición.

     Gracias a esta escritura sabemos también que, al menos desde 1648, ya se lo conocía por el "Horno del Cristo", por aquel que estuvo adornando una de sus fachadas hasta 1841 en que pasó al interior del mismo. Y, para ir terminando, el documento nos ofrece además otro detalle interesante como es la ubicación del llamado "Corral del Batanero",  una «gran casa de vecinos del mismo nombre y donde antiguamente vivieron varios trabajadores de los batanes de paños», en palabras de Ramírez de Arellano. Teniendo en cuenta que el horno estaba situado en el número 1 de la calle Bataneros y que lindaba con el corral, entiendo que a este último se accedería por lo que es el actual número 3 de dicha calle.


IMAGEN 3. El número 3 de la calle Bataneros.



IMAGEN 4. El portalón abierto.



Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Escritura de venta de casa y horno. Caja 11771 P,  Archivo Histórico de Protocolos.
- Paseos por Córdoba, o sean apuntes para su historia. Teodomiro Ramírez de Arellano.

IMÁGENES
- Imágenes 1, 3 y 4: Fotografías del autor.
- Imagen 2: Fotografía de Ángel María Ruiz Gálvez.

domingo, 7 de enero de 2024

MUERTES MISTERIOSAS

      En la calle Mayor de Santa Marina, en el mismo lugar en que siglos más tarde se establecería un horno o panadería, tenía su casa principal la familia Benavides, una de las más poderosas y adineradas de la Córdoba posterior a la conquista por parte de las tropas de Fernando III. Descendientes de Jaime I de Aragón y de Ordoño II de León y Galicia, los Benavides dieron a su vez como descendencia a los marqueses de Guadalcázar y Villaverde, así como a muchas otras familias aristocráticas cordobesas.


IMAGEN 1. Calle Mayor de Santa Marina.



     Corrían los primeros días de enero de 1493 (1) y el morador de la casa, el Comendador Francisco de Benavides, recibió la visita del por entonces Alcalde Mayor Pedro de Mercado y de varios alguaciles, con la intención de detener a Don Francisco y a sus dos fieles sirvientes. Aunque en ningún momento les desvelaron la causa de la detención, ninguno de los tres opuso resistencia y, mientras el Comendador era conducido a la Torre de la Calahorra, prisión para los nobles de la ciudad, los dos sirvientes fueron llevados a la cárcel pública.


IMAGEN 2. Torre de la Calahorra.



     Pasaban los días sin que a ninguno de los detenidos se les tomara declaración, ni se les realizara ningún tipo de juicio, y los tres continuaban sin saber de qué se le acusaba. Finalmente, el 25 de enero, fueron trasladados a la calle de la Feria, donde se había construido un tablado frente a la iglesia de San Francisco, y sobre el que acabó siendo decapitado Francisco Benavides. Eran las dos de la tarde y, una vez retirado el cadáver y sobre la sangre que aún manchaba las maderas, se colocaron dos horcas para los dos criados.


IMAGEN 3. Iglesia de San Francisco en la calle de la Feria.



     El terrible suceso causó estupor entre los cordobeses, que tampoco conocían las razones que habían llevado a las tres ejecuciones. Pronto comenzó a circular el rumor de que la causa era que Don Francisco estaba implicado en un atentado contra la vida de Fernando el Católico cuando éste salía de una iglesia en Barcelona, lugar en el que Benavides había estado en las mismas fechas. Sin embargo pronto se supo que el verdadero autor había sido un tal Juan Cañamero, quien acabó siendo ajusticiado. Las causas que llevaron a la muerte a Francisco Benavides y a sus dos criados siguen siendo un misterio.


Rafael Expósito Ruiz.


(1) En los "Romances histórico-tradicionales de Córdoba" la fecha que se indica es 1483.




DOCUMENTACIÓN
- Paseos por Córdoba: ó sean, apuntes para su historia. Teodomiro Ramírez de Arellano.
- Romances histórico-tradicionales de Córdoba. Teodomiro Ramírez de Arellano.

IMÁGENES
- Imagen 1: Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 2: Rijksmuseum
- Imagen 3: Hallwylska Museet.