miércoles, 21 de diciembre de 2022

LAS HIGUERAS DE LA TORRE DE LA MALMUERTA

      Leo en una página de internet dedicada al mundo de lo vegetal que la Ficus carica, la higuera para que todos nos entendamos, es un árbol muy resistente que llega a prosperar donde otros árboles no son capaces, y que puede crecer en suelos arenosos, pedregosos, entre rocas e incluso en paredes verticales. No debería entonces resultar demasiado extraño que una o varias de estas higueras se hayan establecido sobre la Torre de la Malmuerta, aunque sí el hecho de que sigan insistiendo a lo largo de los siglos prácticamente desde su construcción, como lo demuestran documentos escritos y gráficos.


IMAGEN 1. Torre de la Malmuerta en 1862, con la higuera entre sus sillares.



     La Torre de la Malmuerta, leyendas de maridos celosos aparte, fue construida durante los años 1406 a 1408 por orden de Enrique III, sobre una torre anterior de la que heredaría el nombre, y poco más de un siglo después ya se tiene constancia de la existencia de higueras entre sus piedras, como refiere Teodomiro Ramírez de Arellano en Paseos por Córdoba:

     «...varias reparaciones se han hecho en este edificio, entre cuyos sillares se ven unas higueras tan antiguas, que en 15 de Febrero de 1525, dispuso la Ciudad que se cortasen, por lo perjudiciales que podían ser á su fábrica.»

     Imagino que la autoridad competente se puso manos a la obra para solucionar el problema pero, en todo caso, en 1619 las higueras vuelven a hacer acto de presencia en la Malmuerta, según un documento en el que se enumeran las reparaciones que han de llevarse a cabo en la torre:

     «Así mismo se han de cortar las higueras que están por la parte de fuera de la dicha torre cortándola todo lo que se pudiere más adentro de la cantería y se barrenen las raíces que quedaren y se les eche salmuera para que se quemen y consuman y se rellenen de cal y arena todas las quiebras que hubiere causado las dichas higueras...»



IMAGEN 2. Dibujo de 1849-1851.
     A mediados del siglo XIX podemos ver ya la primera imagen de las higueras, en un dibujo aparecido en una publicación de 1849-51, lo que deja claro que, aunque se habían eliminado dos siglos antes, habían vuelto a aparecer y que probablemente habían estado entrando y saliendo de escena durante todo ese tiempo. En agosto de 1858, la prensa se hacía eco del problema a través del Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos, decano de los periódicos cordobeses. Una petición aparecida en sus páginas del día 22 da cuenta de que las higueras no estaban dispuestas a abandonar el monumento del que habían tomado posesión desde el inicio, al menos una de ellas:

     «Reparad aquel arbusto que ha nacido sobre la hermosa torre de la Mal Muerta: es una higuera silvestre, sus robustas raíces han desencajado algunos sillares y concluirán por destruirla.»


IMAGEN 3. Acuarela realizada en 1862.
     Parece obvio que cualquier intento por deshacerse de las higueras resultaba ineficaz y en 1864 el asunto volvía a estar sobre la mesa, esta vez a raíz de la preocupación de la población cordobesa por el peligro que entrañaba el hecho de que la Torre de la Malmuerta venía siendo utilizada desde hacía un tiempo como depósito de pólvora, tanto por su cercanía a la zona habitada como por el mal estado de conservación de la torre.  En febrero de ese año el arquitecto provincial Pedro Nolasco Meléndez presentó un informe para declarar el estado ruinoso en que se hallaba, y en el mismo vuelven a aparecer nuestras protagonistas:

  «...y vencidos y descompuestos los sillares por las raíces de dos higueras corpulentas, que en vano se han procurado desarraigar...»


     La pólvora sería finalmente trasladada a la que había sido iglesia de San Jerónimo mientras se encontraba o construía una ubicación definitiva, y sin embargo la higuera aún continuaba campando por la torre,  quizás alentada por el hecho de que una de sus congéneres había tomado posesión de otro monumento cordobés, como aparece escrito en uno de los números del Diario de Córdoba de 1865:

     «En el Triunfo levantado a San Rafael al lado del Seminario conciliar se ven toda clase de plantas, que han ido colocando sus raíces entre las piedras que forman aquel monumento. Entre todas estas plantas, algunas de las cuales merecen los honores del cultivo, se distingue una higuera, que hace muchos años viene luciendo en la parte más elevada.»


IMAGEN 4. Torre e higuera en 1872.
     La situación con respecto a la higuera no había cambiado en absoluto en 1866, lo que llevó a la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos a remitir en el mes de abril una carta al Ayuntamiento de Córdoba:

     «Uno de los monumentos públicos que hay en esta Capital más digno de llamar la atención de esta Comisión, y cuya conservación le está más recomendada por la Real Academia de S. Fernando, es el fuerte, conocido con el nombre de la Torre de la Malmuerta.
     En él, y con notable perjuicio de su fábrica, ha crecido una higuera, que sería conveniente hacer desaparecer, sometiendo además sus raíces al contacto de algún agente destructor, a fin de evitar su reproducción.»


     Desde la Alcaldía se dio autorización a Antonio González Vega para que «se sirva disponer se lleve a efecto la corta de la higuera y extirpación de sus raíces utilizando los medios que sean eficaces y adecuados para conseguirlo». Tan solo una persona que responda a ese nombre aparece en la lista electoral de Córdoba de 1866, un platero que vivía en el número 11 de la calle Armas, aunque entiendo que debía de tener algún tipo de relación profesional con el Ayuntamiento cuando se le encarga no que corte la higuera sino que se encargue de que se haga. En cualquier caso, en julio de ese mismo año la higuera seguía en su sitio, y la Comisión de Monumentos envió una nueva notificación recordando que el «individuo del municipio» a quien se le había encomendado la tarea no la había cumplido todavía.


IMAGEN 5. Otra vista de 1872.
     El mes de septiembre trajo al consigo a la revolución conocida como "La Gloriosa" y, al igual que acabaría con la monarquía reinante, casi lo hace también con la higuera de la Malmuerta, pues entre las actuaciones urbanísticas que la Junta Revolucionaria establecida en Córdoba tras el levantamiento había acordado se encontraba el derribo de la torre. La Malmuerta se salvó finalmente de la quema y parece ser que la higuera también, ya que en enero de 1873 podemos leer dos noticias en el Diario de Córdoba acerca del persistente árbol:

     «Se ha llamado la atención de la junta de monumentos hácia el estado de la torre de la Malmuerta, construida por órden de Enrique III y que tiene junto á su almenado una tremenda higuera, cuyas raíces acabarán por destruirla.» (09 de enero de 1873)

     «La higuera nacida entre los sillares de la torre de la Malmuerta y cuya desaparicion hemos reclamado varias veces, fué objeto en tiempos pasados de determinaciones análogas á las que pedimos. En las actas capitulares consta que ya en el siglo XVI se habia acordado que se quitase de aquel sitio, donde continúa á despecho de los siglos y de los amantes de la conservacion de aquella torre.» (31 de enero de 1873).


IMAGEN 6. Fotografía fechada en torno a 1880-1890.


IMAGEN 7. Aspecto de la torre en 1896.


IMAGEN 8. La Malmuerta en 1914.
     Para finales del mismo año se anunciaba en el mismo periódico la propuesta de un concurso de poesía cuyo tema principal sería la famosa higuera. Realidad o inocentada, la noticia demuestra que nada había cambiado en la cima de la torre. La higuera fue desalojada nuevamente y no aparecen noticias sobre ella en la prensa de la época, aunque existen fotografías fechadas entre los años 1880 a 1914 que, si bien no muestran a la persistente higuera en toda su frondosidad, sí se observan en ellas unos curiosos "brotes verdes" en la misma zona de la torre en la que ésta venía apareciendo. En los años siguientes la Malmuerta aparece limpia de cualquier resto, tal vez aprovechando alguna de las restauraciones que se efectuaron en 1919 y 1926.

     Pero la higuera no se rinde fácilmente, y en los últimos años del siglo XX y primeros del  XXI podemos volver a verla brotando entre los sillares de la que desde hace varios siglos venía siendo su casa. En 2016 se intentó nuevamente su eliminación y se vertió sosa caustica sobre el árbol y sus raíces con el fin de eliminarlo definitivamente. Hasta el día de hoy la higuera no ha vuelto a aparecer en la Malmuerta pero, vista su fijación por este monumento, ¿Quién nos asegura que no permanece latente entre sus piedras esperando la ocasión oportuna para entrar de nuevo en escena?


IMÁGENES 9 y 10. Torre de la Malmuerta en 2010 y 2014 respectivamente.









Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
- Expediente relativo a las condiciones de reparación de la torre de la Malmuerta. 20/03/1619. SF/C 00007-019, AMCO.
- Expediente relativo a la declaración de estado ruinoso de la torre de la Malmuerta, por el arquitecto provincial. 04/02/1864. SF/C 00007-027, AMCO.
- Expediente relativo a cortar una higuera y extirpar sus raíces, que afecta al fuerte conocido por torre de la Malmuerta. 25/04/1866.  SF/C 00007-028, AMCO.
- La higuera invulnerable de la Torre de la Malmuerta. 11/10/2016. Luis Miranda, ABC de Córdoba.
- Paseos por Córdoba, Teodomiro Ramírez de Arellano.

IMÁGENES
- Imagen 1: Torre de la Malmuerta, Campo de la Merced. José García Córdoba, 1862.
- Imagen 2: Dibujo extraido de la obra Recuerdos de un viaje por España. Francisco de Paula Mellado, 1849
- Imagen 3: Acuarela de Ángel Avilés Merino.
- Imágenes 4 y 5: La Torre de Mala muerte. Jean Laurent, 1872.
- Imagen 6: Torre de la Malmuerta. Tomás Molina, circa 1880-1890.
- Imagen 7: Torre de la Mala Muerte. Rafael Garzón, 1896.
- Imagen 8: Fotografía de Auguste Léon, 1914.
- Imagen 9: I.E.S. Medina Azahara, 2000. AMCO.
- Imagen 10: Fotografía subida al grupo de Facebook CÓRDOBA EN EL ALMA por Teresa Cabezas.