sábado, 27 de abril de 2024

CÓRDOBA DESAPARECIDA: LA OTRA CALLEJA DEL CURADERO DE LA SEDA

     Si observamos el plano de Córdoba de 1811, elaborado por el barón Karvinski y Joaquín Rillo, podemos ver una larga calle que conectaba la plazuela de la Puerta del Rincón con la de la Lagunilla, denominada "Curadero de la Seda", parte de cuyo trazado aún pervive en la actual calle Adarve. Teodomiro Ramírez de Arellano la menciona en su obra Paseos por Córdoba: ó sean, apuntes para su historia, y un azulejo en la misma da fe de su antiguo nombre, pero también hace referencia a otra con la misma denominación, una calleja sin salida que, al menos para mí, es bastante menos conocida que la anterior. Veamos cuál es.

IMAGEN 1. Salida de la calle Ronquillo Briceño al río.



     Desde la calle Agustín Moreno, en pleno barrio de Santiago, parte otra en dirección al río Guadalquivir que es la de Ronquillo Briceño, nombrada así en recuerdo del corregidor de la ciudad que fue responsable de la actual morfología de la plaza de la Corredera, y conocida anteriormente como la calle del Viento. Sobre esta calle dice Ramírez de Arellano lo siguiente:

     «Contigua a la parroquia hay otra calle estrecha, pendiente y alcantarillada, que le dicen del Viento por el mucho que se siente en ella, sin duda por su dirección al rio: á su mediación está la del Claustro, sucia y fea, conocida por aquel título desde poco después de la conquista, á causa de que, como ya indicamos, daba á aquel lado el del convento de los caballeros del Temple: mas abajo había una barrera ó calleja sin salida a la que decían del Curadero de la seda, por un corral ó huerto destinado á esta operación».


IMAGEN 2. La calleja en el plano de 1811.



     La citada calleja sin salida, que es la que nos interesa, aparece reflejada en el plano de 1811, el conocido como "plano de los franceses". En éste no se especifica qué nombre tenía la calleja pero, además de la afirmación de Ramírez de Arellano de que se llamaba "Curadero de la Seda", existe un artículo publicado en el diario La Voz el 18 de marzo de 1924, dedicado a la industria de la seda en Córdoba, en el se da cuenta de varios documentos de los siglos XVI y XVII consultados en los archivos municipal y provincial, y en el que se afirma lo siguiente:

     «...así como reconocimientos de las fábricas sederas establecidas por entonces en Córdoba y de las que aún se conservan algunos locales. La calleja llamada de Curadero de la Seda, situada entre las calles Claustro y Viento (hoy Ronquillo Briceño), era una de las más nombradas en aquella época por estar enclavados en ella varios huertos destinados a la operación del secado».

     La calleja continúa apareciendo en planos posteriores, concretamente en los dos que realizó José María de Montis en 1851 y 1868, aunque ya no hay rastro de ella para cuando Dionisio Casañal compone el suyo en 1884, y ya no podremos verla en ninguno de los que se han realizado hasta la actualidad. La razón no es otra que la de que el Ayuntamiento la cedió a un particular.


IMAGEN 3. La calleja en 1868.



     A finales de 1866, Rafael Luque Fuentes dirigió un escrito al Ayuntamiento solicitando que se le permitiera cerrar la calleja. Era propietario de la casa-huerto número 7 de la calle del Viento (Ronquillo Briceño), que hacía esquina con la calleja por el lado de la izquierda, si uno la mira desde la entrada, y recientemente había adquirido en subasta pública el número 9, un solar inhabitable que se encontraba al fondo de la misma. La calleja, que era la única entrada a esta nueva propiedad y a la que no daban más puertas ni ventanas, hacía tiempo que se había convertido en un depósito de inmundicias y en lugar idóneo para «otros usos ofensivos á la moral». Se apoyaba, además, en su solicitud, en el hecho de que Francisca Tarazaga, la propietaria de la casa número 11, que hacía esquina por el lado de la derecha, no ponía ninguna objeción al cerramiento.

     El 15 de noviembre de 1866 la Comisión de Fomento, habiendo estudiado la solicitud de Rafael Luque y a la vista del informe del Arquitecto Municipal, no vio inconvenientes para el cerramiento de la calleja, «si bien dejando á salvo los derechos del dueño de la casa á que corresponde la otra pared de dicha calleja». Tres días después el Ayuntamiento, bajo el mandato del alcalde Miguel Lovera, dio el visto bueno.


IMAGEN 4. La calleja ya no aparece en 1884.



     Es probable que el cerramiento de la calle no se hiciera inmediatamente, ya que aún aparece en el plano de 1868, pero el caso es que para 1884 las casas números 7 y 9 comparten la misma línea de fachada y no se ve la calleja por ningún lado. El hecho de que aún se reflejen en el plano las dos numeraciones indica que Rafael Luque, el propietario de ambas casas, no tenía intención de unirlas sino solamente cerrar la calleja de acceso a una de ellas, manteniéndolas independientes entre sí y, curiosamente, las casas aún siguen estando separadas y el trazado de la calleja continúa estando en el mismo sitio que entonces, aunque ya no sea accesible.


IMAGEN 5. Las dos casas y la calleja.



IMAGEN 6. Fachada de las dos casas en la actualidad.



     El estado actual de la antigua casa número 7, en la actualidad número 9, es bastante lamentable. En realidad no queda de ella nada más que una ruinosa fachada tras la que se puede ver, a través de una de las ventanas entreabiertas, un solar en el que en algún momento han iniciado la cimentación y levantado algunos pilares de hormigón para una nueva construcción, aunque ésta parece que se encuentra en "stand-by". La estrecha fachada que oculta la entrada a la calleja tiene mejor aspecto, aunque no da la impresión de que la casa esté habitada.


IMAGEN 7. Puerta tras la que se esconde la calleja.



     No es, ni mucho menos, el único caso de callejas que actuaban como servidumbre de una casa y que pasaron de públicas a privadas, o simplemente se cerró el acceso a ellas, como en el caso de la de San Francisco, la de los Arquillos o parte de la del Marqués del Villar, pero es bastante curioso porque, al menos yo, desconocía su existencia.


IMAGEN 8. Vista aérea de la calleja.




IMAGEN 9. Muro de la antigua casa número 7 tras el que se encuentra la calleja.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Expediente. Obras Municipales. Alineación de Calles. Donación a Rafael de Luque de una calleja en la calle del Viento para ejecutar nueva fachada acorde a la alineación de la calle. Archivo Municipal de Córdoba.
- Paseos por Córdoba: ó sean, apuntes para su historia. Teodomiro Ramírez de Arellano.

IMÁGENES
- Imágenes 1, 4, 6, 7 y 9: Fotografías del autor.
- Imágenes 2 y 3: Planos de Córdoba de 1811 y 1868 respectivamente.
- Imagen 5: Captura de una sección del plano catastral de Córdoba. Sede Electrónica del Catastro.
- Imagen 8: Captura de Google Earth.

jueves, 18 de abril de 2024

CALLES DE CÓRDOBA: LOS OFICIOS PERDIDOS. CONCLUSION

      Tercera y última parte de las entradas dedicadas a esas calles de Córdoba cuyos nombres provienen de los trabajadores o gremios que las ocuparon en su día. Si bien es cierto que hemos visto algunas calles que no responden a esta premisa y que son algo posteriores a las demás, las he incluido por encontrarse en el casco urbano propiamente dicho, aunque sí me dejo atrás algunas otras, como las que podemos ver en el Polígono Industrial Pedroches, que me parecen excesivamente actuales para esta entrada.






- PESCADORES

     Bajo esta denominación se conocía antiguamente la actual calle Fernández Ruano. Teodomiro Ramírez de Arellano escribió lo siguiente sobre ella: «En este lugar empieza la calle de Pescadores, que termina en la de la Puerta de Almodóvar, afluyendo á ella la de las Campanas], de que también nos ocuparemos, y casi frente una calleja sin salida, que le decían de Arriaza, y debe el título á haber vivido en una de sus casas un maestro albañil llamado Pedro de Arriaza, variando entonces su nombre, que era el de Pescadores, por unos individuos de este oficio, vecinos de ella, de la que lo tomó toda la calle que antes se llamó de la Puerta de Almodóvar, como la que le sigue, y á donde en este momento llegamos». Su nombre actual se debe al poeta cordobés del siglo XIX Manuel Fernández Ruano.






- PICONEROS

     La avenida de los Piconeros parte desde los Llanos del Pretorio hasta encontrarse con la avenida de los Almogávares, corriendo paralela a la de Al-Nasir y a la línea férrea. Su nombre se debe a uno de los oficios con más raigambre en Córdoba hasta mediados del siglo XX, el de aquellos que se dedicaban a la fabricación de este carbón menudo que se usaba para alimentar los braseros. Tradicionalmente vivían en los barrios de San Lorenzo y Santa Marina, barrio este último del que salieron en 1368 a defender la ciudad del ataque de las tropas de Pedro I "el Cruel". Once piconeros cordobeses formaron parte, en el siglo XV, de la expedición por el río Magdalena, en el reino de Nueva Granada (Colombia), uniendo sus nombres a los exploradores y colonizadores del Nuevo Continente.






- PLATEROS

     El arte de la platería es un oficio con el que se asocia a Córdoba desde tiempos inmemoriales, y que experimentó uno de sus momentos de máximo esplendor con el establecimiento en 1503 de la cofradía de san Eloy, patrón de los plateros, y la promulgación de las Ordenanzas del Arte de la Platería. La calle que lleva este nombre une las avenidas del Brillante con la de Los Almogávares.






- PLEITINEROS

     Esta estrecha calle une las de Santa María de Gracia con la de Buen Suceso. Debe su nombre a los fabricantes de pleitas que, según la R.A.E. son unas «fajas o tiras de esparto trenzado en varios ramales, o de pita, palma, etc., que cosidas con otras sirven para hacer esteras, sombreros, petacas y otras cosas». Anteriormente, esta calle era conocida como la de los Carretones.






- SASTRES

     La calle Camino de los Sastres une la avenida de la República Argentina con la glorieta a la que confluye junto con las calles Antonio Maura, Alcalde Sanz Noguer y Damasco, en el barrio de Ciudad Jardín. En los años 50 del pasado siglo recibió la denominación de Ministro Barroso y Castillo, por el político cordobés de dicho nombre, aunque poco después retomaría su antiguo nombre, que es el que lleva en la actualidad.






- TAHONEROS

     Esta calle, llamada en la actualidad Cedaceros, parte desde una placita que se encuentra entre las de Juramento y Toril y desemboca en la de Gutiérrez de los Ríos. Ambos nombres, Tahoneros y Cedaceros, guardan relación porque en esta zona es donde se vendían los cedazos para las tahonas y otros oficios. El cedazo o tamiz servía para cribar la harina, en este caso, usada para la fabricación del pan en las tahonas u hornos.






- TALABARTEROS

     De nuevo nos encontramos con una calle reciente cuyo nombre no proviene de tiempos pasados sino que homenajea a un oficio concreto. Va desde la calle Pintor Escalante hasta la avenida Al-Nasir, y hace referencia a los fabricantes de talabartes, unos cinturones de cuero con tirantas de las que colgaban las espadas o sables.






- TIPÓGRAFOS

     Como en el caso anterior, esta calle también desemboca en la avenida Al-Nasir, aunque esta vez lo hace desde la calle Plateros. Los tipógrafos eran los encargados de seleccionar y manejar los tipos, que eran las piezas usadas en las imprentas en las que había un realce con una letra, número u otros símbolos. La definición de tipo también se refiere a cada una de las clases de esas letras.






- TUNDIDORES

     La calle Tundidores une las calles de Fernando Colón y Pedro López. Hace referencia a aquellos que se dedicaban a recortar a tijera el pelo de los paños para igualarlos, antes de que esta operación fuese realizada por máquinas con «más prontitud, facilidad y economía», según Ramírez de Arellano.






- VINAGREROS

     Se trata de una calleja sin salida que se encuentra hacia la mitad de la calle Lineros. Debe su nombre, según Ramírez de Arellano como no, por haber vivido en ella unos cosecheros de vinagre.





Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Callejero comparado, extraído de los planos de 1811, 1851 y 1884 de Karvinski, Montis y Casañal. Red Municipal de Bibliotecas
- Ramírez de Arellano, Teodomiro. Paseos por Córdoba, 1873-1877.
- Román Morales, Francisco. Las calles de Córdoba, 2005.

IMÁGENES
- Fotografías del autor y capturas de Google Earth.

domingo, 7 de abril de 2024

CALLES DE CÓRDOBA: LOS OFICIOS PERDIDOS. SEGUNDA PARTE

     Nunca es tarde si la dicha es buena, o eso dicen. Hace ya más de tres años que publiqué una entrada sobre esas calles cordobesas cuyos nombres hacen o hacían referencia a esos oficios, no todos desaparecidos hoy, pero que se practicaban con más asiduidad en siglos pasados. Con la idea de no hacer demasiado extensa dicha entrada, dejé algunas calles en el tintero, con la promesa de dedicarles la suya propia "próximamente". Bueno, no ha sido así y la espera se ha alargado más de lo que yo quisiera, pero más vale tarde que nunca.






ESPECIEROS

      Al final de la calle Pedro López, poco antes de salir a la de Gutiérrez de los Ríos, existe un ensanche conocido antiguamente como plaza del Esparto. Desde aquí parte una calleja sin salida que recibe el nombre de Especieros, por la cantidad de vendedores de especias que vivían allí. Dos de ellos, Gil Martin y su mujer María González, fundaron en 1590 la Cofradía de Nuestra Señora de la Estrella, con sede en la parroquia de Santiago.






GUADAMACILEROS

     Se trata de una pequeña calle, o más bien el paso entre dos edificios, que enlaza la avenida Al-Nasir con la calle de los Plateros. Los guadamacileros eran artesanos que trabajaban el cuero, elaborando piezas de este material adornado con pintura o labrado con relieves.  Estos guadamaciles o guadameciles cordobeses gozaban de una enorme fama en buena parte de Europa, y eran imitados en países como Francia y ciudades como Flandes y Venecia. Esta calle, al contrario que la mayoría que pudimos ver en la anterior entrada, no corresponde al grupo de las que adoptaban el nombre de los gremios que las habitaban en otros tiempos, y es simplemente un homenaje a uno de esos antiguos oficios.






HERRADOR

     Esta denominación, que seguramente hacía referencia al oficio de alguno de sus moradores, perteneció en su día a dos calles diferentes. La primera es una calleja sin salida que se encuentra hacia la mitad de la calle Abejar, calle esta última que separa los barrios de La Magdalena y San Lorenzo, entre los números 22 y 24. Según Teodomiro Ramírez de Arellano, anteriormente se llamó  "de Luis Muñoz Carrillo", ya que un postigo de la casa de este noble cordobés daba a ella.





     La segunda es otra calleja sin salida que se encuentra al principio de la calle San Ávaro, justo después del número 6 de la calle Cruz Conde. En la actualidad no mantiene el nombre, como en el caso anterior, y únicamente sirve de acceso al número 2 de la calle San Álvaro.







HERRADORES

     De nuevo otra calle relacionada con la profesión de los que se dedicaban a colocar las herraduras a las caballerías, y de nuevo otra calleja sin salida. Se encuentra entre la plaza de San Pedro y la del Vizconde Miranda, frente a la calle Palma, y acaba en un pequeño ensanche que da acceso a las viviendas números 2 y 4. En el plano de Córdoba de 1811, del Barón Karvinski o "de los franceses", ya aparece reflejada.







LETRADOS

     De esta manera, y gracias a que hubo un tiempo en que siempre había algún abogado viviendo allí, se llamó a la actual Conde de Cárdenas. En un principio este nombre tan sólo afectaba al tramo que va desde la plaza de la Compañía a la calle de Munda, mientras que desde esta última hasta Ambrosio de Morales se llamaba "de las Tiendas". Mucho antes, en el siglo XVI, se la conocía como la calle del Hospital de San Bartolomé, por uno que hubo allí bajo la advocación de este santo. Su nombre actual lo ostenta desde junio de 1900 en honor de Bartolomé Belmonte y Cárdenas, médico que combatió activamente las epidemias que asolaron Córdoba en la segunda mitad del siglo XIX y que había fallecido un mes antes.







LIBREROS

     La calle Diario de Córdoba tuvo anteriormente nombres como "Libreros" y "Librerías", por ser la zona donde se acumulaban los profesionales de estos oficios, además de varias imprentas entre las que destacan la del diario "La Verdad", o la que Fausto García Tena tuvo en el número 2 de esta calle, y de la que salió el periódico que le da nombre.





     Actualmente existe en Córdoba otra calle llamada de los Libreros que, al igual que en el caso de la calle Guadamacileros, también conecta la avenida Al-Nasir con la calle de los Plateros. Es otro caso de una calle moderna que rememora uno de esos oficios de antaño.







LINEROS

     Los fabricantes y vendedores de tejidos fabricados con lino también tuvieron, y aún tienen, su calle en Córdoba. Comienza en el cruce de las calles Enrique Romero de Torres, Lucano y plaza del Potro y finaliza en el cruce conocido como "las cinco calles", al que confluye junto a Carlos Rubio, Don Rodrigo, Mucho Trigo y Consolación. A lo largo de su historia ha tenido nombres como "Mayor", "del Potro", "Venceguerra", "Emilio Castelar" o "Coronel Cascajo".






MARFILEROS

     Se encuentra en el barrio Naranjo y une las calles Juan Latino y Madres Escolapias. Su nombre hace referencia a los artesanos que desarrollaban la artesanía del marfil en nuestra ciudad aunque, a diferencia de las calles que hasta ahora hemos visto, no está en el casco histórico y es más reciente que éstas.






ODREROS

     Con esta denominación se conocía antiguamente a la actual calle Sánchez Peña que sale desde la plaza de la Corredera hasta la calle Armas. Según Ramírez de Arellano, «este era el punto destinado a la venta de odres, ó sean los pellejos preparados para el trasporte de aceite, vinos y vinagre, vulgarmente llamados colambres». Su nombre actual hace referencia al industrial José Sánchez Peña, quien en 1855 adquirió el edificio de la cárcel para convertirlo en una fábrica de sombreros, edificio donde hoy se encuentra el Mercado de la Corredera, que también lleva su nombre.






     Aún quedan algunas calles con nombres de oficios por ver, pero vamos a dejarlas para otra próxima entrada. Espero que no se haga de rogar tanto como ésta.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Callejero comparado, extraído de los planos de 1811, 1851 y 1884 de Karvinski, Montis y Casañal. Red Municipal de Bibliotecas
- Ramírez de Arellano, Teodomiro. Paseos por Córdoba, 1873-1877.
- Román Morales, Francisco. Las calles de Córdoba, 2005.

IMÁGENES
- Fotografías del autor y capturas de Google Earth.