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El caso es que antiguo sí que es el tráfico carnal, y universal como la mayoría de los oficios, y Córdoba no se escapa del grupo de ciudades en las que se practicaba, y aún se practica, este tipo de actividad. En la segunda mitad del siglo XIX, y aunque estaba mal vista por la sociedad, no era una actividad ilegal y clandestina sino que estaba permitida y regulada, como se deduce de una propuesta de modificación, de finales de siglo, de ciertos artículos del Reglamento de Higiene. Algunas de estas modificaciones eran las siguientes: «las dueñas de las casas de lenocinio no podrán establecer su tráfico sin solicitarlo previamente de la Alcaldía; en la instancia deberán prestar su asentimiento los vecinos inmediatos á la casa en que se proyecte el establecimiento del tráfico requerido; tres denuncias serán bastantes para que la autoridad local decrete la clausura de la casa...»
Las casas en las que se ejercía la prostitución en Córdoba, o casas de lenocinio como hemos visto denominadas en la prensa, no estaban agrupadas en torno a una zona concreta de la ciudad, como podía ocurrir con otro tipo de oficios o gremios, sino que estaban dispersas por todo el callejero. Barrios como San Lorenzo, San Nicolás de la Villa, San Andrés, San Pedro, San Juan, Catedral, Compañía o San Miguel (1) contaban entre sus calles con una, dos, y hasta tres casas de lenocinio, en algunos casos, según noticias extraídas de la prensa de la época.
El barrio de San Pedro es en el que más establecimientos de este tipo encontramos, un total de tres. Uno de ellos se encontraba en la calle San Eloy, que va desde la calle de la Palma hasta la de Alfonso XII. La "madame" del mismo recibió en septiembre de 1886 una brutal paliza a manos de dos vecinos de la calle, un hombre y una mujer, aunque se desconocen las causas que la provocaron. Otro más existía en la calle de la Rosa, que une la calle Carlos Rubio con la plaza de San Pedro, y un tercero en la calle Alcántara, que va desde la de Gutiérrez de los Ríos hasta la de la Palma, concretamente en la casa número 5.
IMAGEN 4. Calle Morería. |
Dos de estos lupanares nos encontramos en San Nicolás de la Villa. El que más aparece en la prensa, sobre todo por los escándalos que en él se producían, era el de la calle Morería, en el lado de los números pares de la misma y cercano a la salida hacia la actual avenida del Gran Capitán. El ingeniero Duncan Shaw, responsable de la instalación de la antigua fábrica de plomo del Polígono de Chinales, denunció en su día a este prostíbulo precisamente por los numerosos escándalos y peleas que de desarrollaban entre sus paredes y a las puertas del mismo. El segundo prostíbulo de este barrio estaba en la plazuela de Aladreros.
IMAGEN 5. Calle Cardenal González. |
También dos casas de lenocinio podemos ver en cada uno de los barrios de la Catedral, San Juan y San Miguel. En el primero estaban situadas en las calles Zapatería Vieja, llamada así para diferenciarla de otra más nueva llamada Zapatería, y el segundo en la de Cardenal González, calle ésta en la que se ha ejercido la prostitución hasta no hace demasiado tiempo y en la que trabajó Ángela Ortigosa Artacho, mujer de José Manuel Marín García, que era hijo de los propietarios de la casa de recogimiento de la calle Cáñamo. La actual calle Sevilla, en ese tiempo llamada de los Leones, y la contigua Málaga, entonces Siete Rincones, albergaban los prostíbulos del barrio de San Juan. Las de San Miguel se encontraban en la calles Góngora y Arca del Agua, esta última la actual Eduardo Lucena.
San Andrés contaba también con dos prostíbulos. Uno de ellos se encontraba en la calle Duque de la Victoria, entre las calles Encarnación Agustina y Gutiérrez de los Ríos. En segundo estaba ubicado en la calle Huerto de San Andrés, en la actualidad Fernán Pérez de Oliva. En 1889 estaba regentado por Josefa Martínez Luque quien, a finales de ese año, fue asesinada a puñaladas por José Lozano León, con quien estaba manteniendo una relación.
Los dos últimos, de entre los que aparecen mencionados en la prensa, se encontraban en los barrios de San Lorenzo y en el de la Compañía. El primero estaba situado en la calle Pozanco de San Agustín, Pozanco a secas en la actualidad, «plazuela entre larga que dicen el Pozanco, por una gran hondonada que en lo antiguo formó y fué rellena cuando el arreglo del arroyo de San Lorenzo (1789.)», según Teodomiro Ramírez de Arellano, y el segundo en la de Pompeyos, calle que baja desde la plaza de la Compañía hasta la calle Ambrosio de Morales.
Entiendo que ninguno de los establecimientos citados pervive en la actualidad, aunque algunos, como en el caso de la calle Cardenal González, se mantuvieran activos hasta no hace mucho tiempo y otros hayan pasado a sustituirlos. Aún se puede ver a las profesionales sentadas a la puerta de una de estas casas en la calle Caldereros, sin ir más lejos.
Rafael Expósito Ruiz.
(1) Denominación de los barrios según la división en Parroquias del plano de 1851 de José María de Montis.
DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
- Paseos por Córdoba. Teodomiro Ramírez de Arellano.
IMÁGENES
- Imagen 1. Extraída de "Sexo en la época victoriana: erotismo e higiene en la era de la "doble moral", infobae.com.
- Imagen 2: Sección del plano de 1884 de Casañal, editada por el autor.
- Imagen 3: Fotograma de la película "La tierra de los toros" (1924), subido por Antonio Moreno Bello al grupo de Facebook HISTORIA DE CÓRDOBA EN IMÁGENES.
- Imagen 4: Vista de la calle Morería, Ladis. Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 5: Una calle y tipos del país. Calle Cardenal González, 1896. Rafael Garzón Rodríguez. Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 6: Vista de la calle Encarnación Agustina, S.A. Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 7: Vuillard dans une rue de Cordoue, son Kodak sous le bras et devançant les frères Bibesco, 1901. Pierre Bonnard. Musée d'Orsay.