martes, 25 de febrero de 2025

UN RELOJ DE TRES ESFERAS PARA EL EDIFICIO DE HACIENDA

     En julio de 1881, los cordobeses se detenían a observar los trabajos preparatorios para las nuevas obras en el ruinoso edificio de la Administración Económica, denominación ésta bajo la que, desde 1859, se reunían las distintas administraciones, contadurías y tesorerías de Hacienda, y que ocupaba gran parte de la manzana delimitada por las calles Huerto de los Limones (Góngora), Gran Capitán y Huerto del Vidrio (Conde de Robledo), en el mismo lugar en que anteriormente estuvo la Real Casa de la Moneda de Córdoba. Las obras habían sido aprobadas por una Real Orden del 16 de mayo anterior, en la que se especificaba que éstas tenían el carácter de urgentes y que lo que se iba a construir era una nueva crujía de fachada para el edificio. Con el fin de sufragar en parte los gastos, se subastarían ocho parcelas en las que se dividió la parte que correspondía a la calle Huerto del Vidrio (Conde de Robledo) y que estaba ocupada por un jardín y un huerto.


IMAGEN 1. La nueva fachada y el reloj en el edificio de la Administración Económica.



     Esta nueva fachada incorporaba un reloj en la parte superior, para el cual se construyó una torre de mármol blanco según el diseño del Arquitecto Municipal Rafael Luque. La instalación del reloj y la maquinaria se realizaron durante el mes de septiembre de 1882 y, finalmente, éste comenzó a dar la hora a las 12 del mediodía del 1 de octubre. Contaba con tres esferas transparentes, que daban a las calles Huerto de los Limones (Góngora), Gran Capitán y Huerto del Vidrio (Conde de Robledo), y que por las noches serían iluminadas con lámparas de gas. De su correcto funcionamiento se encargaría el relojero de la calle del Liceo (Alfonso XIII) Rafael Montion. Dada la discordancia de horas que existía entre los relojes públicos de Córdoba, éste se ajustó al que había en la estación de ferrocarril, que iba con la hora oficial de Madrid, y a él se ajustarían los demás.


IMAGEN 2. Proyecto de torrecilla-reloj de 1882.



     Una vez construida la nueva crujía de fachada y la torre o templete para el reloj, el resto del edificio seguía presentando un aspecto lamentable, especialmente la parte que daba a la calle Huerto de los Limones (Góngora), y aún lo haría durante algunos años más hasta que se decidió derribarlo y construir en su lugar otro para destinarlo, esta vez, a Audiencia Provincial y Juzgado de Primera Instancia, además de una Escuela Pública. En el proyecto, presentado en 1902, se señala que «únicamente puede utilizarse la primera crugía de construcción más moderna que da al Paseo del Gran Capitán, haciendo en ella las reparaciones necesarias... El resto del edificio no tiene nada aprovechable más que los materiales, no solo por su distribución sino por estar ruinoso, habiendo necesidad de derribarlo en absoluto».


IMAGEN 3. Modificaciones en fachada para la nueva Audiencia según proyecto de 1902.



     Efectivamente la fachada fue conservada, y con ella también el templete y el reloj. La fachada fue saneada y se le añadieron algunos detalles nuevos, como un balcón en la planta principal o adornos en los frontones triangulares de las ventanas de la planta baja. El proyecto también contemplaba la modificación de la habitación destinada a la maquinaria del reloj. En los años siguientes éste continuó funcionando como venía haciendo desde su instalación, eso sí, con algún que otro problemilla de vez en cuando: a veces las luces que iluminaban de noche las esferas no funcionaban, o el reloj se detenía sin dar ni una sola campanada durante una semana entera, o incluso llegaba a dar horas distintas en cada una de las tres esferas.


IMAGEN 4. Fachada remodelada y nuevo edificio para la Audiencia.



     Obviando estos contratiempos puntuales, el reloj de la Audiencia prosiguió con la labor pública de mantener informados de la hora a los cordobeses, y se convirtió en punto de reunión para muchos de ellos a mediados de los años 20 del siglo pasado, los cuales se tomaban las doce uvas cada 31 de diciembre al ritmo que éste marcaba, como más tarde harían frente al primitivo reloj de las Tendillas. El edificio, y entiendo que el reloj también, se mantuvieron en su sitio hasta que el 30 de diciembre de 1977 se iniciaron las obras para la construcción de una sede, nuevamente, para Hacienda, quedando concluidas en 1982.


IMAGEN 5. Delegación de Hacienda en la actualidad.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
- Expediente relativo a la habilitación del edificio que en la calle Gran Capitán se destina a Audiencia y construcción de una escuela pública. 1902. SF/C 00774-025.
- La Real Casa de la Moneda de Córdoba, 1661-1665: Su apertura, cierre y transformación. Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes Vol. 86, N.º 153, 2007. Rafael Frochoso Sánchez.
- Presupuesto para la construcción de un templete para la colocación de un reloj en la parte alta central de la Administración de Hacienda. 1882. SF/C 02171-004.

IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía compartida por Lolo Cordoba en el grupo de Facebook HISTORIA DE CÓRDOBA EN IMÁGENES.
- Imágenes 2, 3 y 5: Fotografías realizadas por el autor.
- Imagen 4: Fotografía de ABC, compartida por Alfonso Gómez Romero en el grupo de Facebook CORDUBA.

martes, 18 de febrero de 2025

MI PRIMERA VISITA AL ARCHIVO MUNICIPAL

     La primera vez que consulté documentos del Archivo Municipal de Córdoba fue el 24 de noviembre de 2020. Había comenzado a escribir una entrada sobre la Piedra Escrita y necesitaba datos a los que no era posible acceder desde la comodidad de una silla frente al ordenador, como hasta entonces venía haciendo. Nunca antes había entrado en ningún Archivo ni tocado con mis manos documentos antiguos, en este caso iban a ser dos de los siglos XV y XIX, así es que, como para según qué cosas soy bastante tímido, iba nervioso. Las circunstancias que nos rodeaban en esos días tampoco ayudaban, debido al puñetero COVID-19, y esa primera consulta la tuve que hacer ataviado con mi mascarilla FFP2, teniendo que usar gel hidroalcohólico para las manos a la entrada y a la salida.


El Archivo Municipal en obras, en agosto de 2020.



     Sin embargo, lo más peculiar de esta visita fue que ni siquiera tuvo lugar en la que desde 1969 ha sido sede del Archivo Municipal, en el número 6 de la calle Sánchez de Feria, cuyas obras de rehabilitación habían empezado dos años atrás, motivo por el que se había trasladado provisionalmente al edificio contiguo. En este último se encontraba uno de los cuatro centros educativos de la Obra Pía Santísima Trinidad, en concreto el colegio Trinidad I, dedicado a los niveles de Primaria, Infantil y E.S.O. Las circunstancias mandan y la sala de consultas era de reducidas dimensiones, aunque perfectamente habilitada para tales menesteres y en la que he sido atendido amablemente cada vez que he asistido. Así es que ayer mismo, una vez acabadas las obras y con el edificio puesto en marcha de nuevo, tuve el placer de realizar mi "nueva primera visita" al Archivo Municipal.


El Archivo remodelado, en febrero de 2025.



     El edificio y las instalaciones son una maravilla, y la inversión y el tiempo invertidos en su reforma han valido la pena ya que, gracias a las obras, se ha podido constatar que data del siglo XIII, anterior a lo que hasta ahora se creía, y podemos además contemplar una fantástica portada mudéjar que estaba oculta tras un enlucido  Obviamente, al ser la primera vez que veía su interior, no puedo trasladaros los cambios que ha sufrido, pero para eso os recomiendo varias entradas del blog Notas Cordobesas, estupendas como todas las que nos ofrece su autor Paco Muñoz, en las que encontraréis el "antes" y el "durante" de las obras, la historia del edificio y, como no, anécdotas y vivencias de Paco. Por mi parte, os dejo con algunas fotografías que hice ayer mismo.


La entrada al Archivo.




Un banco en el zaguán.




Primer patio, galería de acceso y una trabajadora que se me coló en la foto.




Ajimeces a ambos lados del acceso a la Sala Leonor López de Córdoba.




Un rincón decorado con varios restos.




La portada mudéjar, acceso a la sala del mismo nombre.




El segundo patio.




Subida a la planta primera.




Pasillo de acceso a la Sala de Consultas.




Carteles de Feria y plano del Puente Romano en la Sala de Consultas.




Primer patio visto desde arriba.




Segundo patio visto desde arriba.


Rafael Expósito Ruiz.




IMÁGENES
- Fotografías del autor.



No os perdáis estas entradas de NOTAS CORDOBESAS:

martes, 11 de febrero de 2025

GITANOS EN EL CAFÉ SUIZO

     El 3 de noviembre de 1876, alrededor de las siete y media de la tarde, se produjo una reyerta en las inmediaciones del Café Suizo, en lo que actualmente es el número 9 de la calle Ambrosio de Morales. Uno de los participantes cayó al suelo herido por un arma blanca en uno de sus muslos y tuvo que ser atendido en el interior del Café por varios facultativos, que casualmente se encontraban allí, mientras que el agresor y otro compañero huían. No llegaron demasiado lejos pues, al llegar a la Cuesta de Luján, fueron detenidos por un cabo de la Guardia Civil.


IMAGEN 1. Parte baja de la calle Ambrosio de Morales.



     Cuando éstos eran conducidos al Ayuntamiento, fueron seguidos por un grupo de personas, probablemente participantes de la pelea, uno de cuyos integrantes golpeó en la cabeza con un palo a uno de ellos. La herida era leve, así que tras ser curado en la casa de socorro, volvió a ser llevado al Ayuntamiento junto a su compañero. Mientras tanto, el que había resultado herido en la pierna había permanecido bastante tiempo en el Café, hasta que fue llevado a su casa por dos hombres.

     El ambiente seguía caldeado y, cuando más tarde los detenidos eran trasladados por varios guardias desde el Ayuntamiento hasta la Cárcel, otro individuo les salió al paso en la calle Carniceros, la actual Martínez Rücker. Iba armado con un revólver con el que los amenazó, aunque no llegó a efectuar ningún disparo gracias a la rápida intervención de los guardias y, tras ser detenido, pasó a engrosar el grupo que se encaminaba a la prisión.


IMAGEN 2. Calle Reloj vista desde la
salida del Café Suizo.
     Aunque a priori podía parecer una escena más o menos cotidiana de esos tiempos en que los asuntos se arreglaban con palos y navajas, fue el detonante que provocó, y ahora cobra sentido el título de esta entrada, el envío al día siguiente de una disposición por parte de Agustín Salido Estrada, Gobernador Civil, al alcalde Tomás Conde Luque, acerca de la presencia de miembros de la raza calé en el Suizo.

     Dicha disposición, que aparentemente pretendía evitar que los gitanos usaran el Café como centro de reuniones para sus negocios, fue al parecer malinterpretada por los camareros del mismo y miembros de la policía que se habrían extralimitado en aplicar el "derecho de admisión", por lo que el Gobernador remitió una nueva comunicación al alcalde el 11 de noviembre, que sería publicada en el Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos al día siguiente. Decía así:


IMAGEN 3. Tramo de Ambrosio de
Morales entre el Café Suizo y la Cuesta
de Luján.
     «Córdoba 11 Noviembre 1876.
     Ha llegado á mi noticia que por alguno de los mozos del Café Suizo, ó Agente de mi Autoridad, se ha dado una interpretacion violenta á mi disposicion del 4 del presente, en la que previne á V. S., "que no consintiera que los llamados gitanos invadiesen dicho Café y sus avenidas, considerandolo como centro de sus ocios, contrataciones y negocios, que en mas de una ocasion, y recientemente en la noche del 3, habian perturbado gravemente el órden público, resultando hasta heridos, y cuyas escenas alejaban del principal café que existe en Córdoba la escogida concurrencia que lo frecuenta". Añadia por ultimo, "que por el Cuerpo de órden público se alejase á esa clase de personas de dicho sitio, que bien podian, en cualquiera otro menos frecuentado, reunirse para la contratacion de los negocios á que de ordinario y generalmente se dedican".
     Dicha disposicion no escluye á nadie de entrar en dicho café, para usar del servicio público á que el local se halla destinado; pero si escluye, cuando lo invaden colectivamente, como hasta aquí, sin la autorizacion de su dueño, para convertirlo en centro de cierta clase de negocios, que perturba y molesta á las demás personas que de ordinario asisten á él, buscando un agradable solaz á sus habituales tareas.
     Este es el criterio á que obedecia mi disposicion del 4, y que hoy reitero á V. S., á fin de que con la prudencia y buenas formas convenientes atempere á su cumplimiento sus disposiciones.
     Dios guarde á V. S. muchos años.
     Córdoba 11 de Noviembre de 1876.
     El Gobernador civil, Agustin Salido»

     En fin, que lo que viene a decir es que los gitanos podían seguir entrando al Café Suizo a tomarse algo, pero a ser posible de uno en uno y sin molestar demasiado a los señoritos payos. Una medida racista a fin de cuentas, por mucho que el Gobernador quisiera maquillarla con su aclaración, y una excusa para aquellos a los que les gustaba aplicar las leyes a su manera.


Rafael Expósito Ruiz.


DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.

IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía de Ladis Hijo. Archivo Municipal de Córdoba.
- Imágenes 2 y 3: Fotografías de Internet.

martes, 4 de febrero de 2025

LA MUERTE DE MANUEL CAMACHO ROMERO, ALIAS "PERNALES"

     Cualquiera que conozca la historia del célebre bandolero andaluz Pernales se habrá dado cuenta de que su nombre no coincide con el que aparece en el título de esta entrada. Éste se llamaba Francisco Ríos González, era natural de la localidad sevillana de Estepa, y cayó abatido por los disparos de la Guardia Civil en 1907 cerca de Villaverde de Guadalimar, en Albacete. Sin embargo, tres años antes otro Pernales había perdido la vida en Córdoba, también por causa de un arma de fuego.

     Manuel Camacho Romero, alias Pernales no era un bandido como lo fue el sevillano, no se había "echado al campo" ni comandaba una cuadrilla. Era más bien un ladrón de poca monta, quizás ni siquiera lo hiciera de forma profesional sino tal vez movido por la precariedad que soportaba la clase trabajadora en Andalucía a finales del siglo XIX y principios del XX. Sus robos no pasaban de alguna que otra pieza de ganado, ya fuera para venderlas o para llevar comida a su casa.


IMAGEN 1. Vista de Zuheros.



     Según la prensa de la época, en febrero de 1897 fue detenido por la Guardia Civil de Doña Mencía en Zuheros, localidad en la que residía y de la que quizás era originario, por haber sustraído un par de ovejas en el cortijo del Rey, en el pueblo vecino de Luque. Junto a él, también fueron apresados su amigo José Campillos Ruiz y la esposa de Pernales, Rafaela Arrebola Cantero, el primero como coautor del robo y ella por cómplice. El siguiente suceso relacionado con Manuel digno de aparecer en un periódico sería el último.


IMAGEN 2. La plaza mayor de Luque.



     La noche del 7 de marzo de 1904, como a las diez y media, Pernales y su amigo Adolfo Camacho Leiva se presentaron en casa del matrimonio formado por Camilo Camacho Serrano, alias Tonterías, y Guadalupe Fernández Vico, que a esa hora ya estaban acostados. Ésta, costurera de profesión, había arreglado una camisa a la hija de Adolfo y, como aún no le habían pagado por ello, se negaba a entregarla. Adolfo comenzó a aporrear fuertemente la puerta y Guadalupe, tras preguntar por el motivo de su visita, se excusó diciendo que no podía abrir la puerta al no estar su marido en casa. Esto no convenció a Adolfo, que empezó a insultar a Guadalupe y a amenazarla con echar la puerta abajo. Ante la insistencia de los golpes, Camilo les dijo que se marcharan, pero como éstos no cesaban en su empeño, se levantó de la cama y, pistola en mano, abrió la puerta. Entonces, los dos alborotadores entraron en la casa y agarraron a Camilo por un brazo, momento en el que éste realizó un disparo que alcanzó a Pernales. El proyectil entró por la mandíbula y salió por la parte posterior del cuello, lo que le provocó la muerte casi al instante.


IMAGEN 3. La noticia en la prensa.



     Adolfo salió entonces corriendo despavorido y Camilo y Guadalupe, casi en ropas menores, acudieron a contar lo sucedido a las autoridades. Aunque en un principio Guadalupe quiso hacerse pasar por la autora del disparo, finalmente detuvieron únicamente a su marido, además de a Adolfo, que tras su huida había corrido a acostarse en su cama.

     La causa contra Camilo Camacho Serrano y Adolfo Camacho Leiva fue instruida por el juzgado de Cabra, y la vista se celebró en la sección segunda de la Audiencia de Córdoba, que en esa fecha aún se encontraba en la calle María Cristina, el 15 de noviembre. El fiscal, José Muñoz Bocanegra, retiró la acusación contra Adolfo por allanamiento frustrado y mantuvo la de Camilo por homicidio, aunque apuntó que a su favor se debía apreciar el atenuante de arrebato y obcecación. La defensa, a cargo del señor Fernández Jiménez, hizo hincapié en los eximentes de legítima defensa y defensa de su esposa y que, en caso contrario, se trataría de un homicidio por imprudencia. El jurado dio un veredicto de inculpabilidad y el Tribunal de Derecho acordó la revisión de la causa por un nuevo jurado.


IMAGEN 4. La calle María Cristina.



     La nueva vista se celebró el 10 de febrero de 1905, de nuevo en la sala segunda de la Audiencia. Es probable que de nuevo resultara absuelto, aunque no puedo asegurarlo ya que ninguna noticia más aparece en la prensa sobre este caso. En cualquier caso Manuel Camacho Romero, alias Pernales, que ni era bandolero ni famoso, perdió la vida por encontrarse en el lugar y el momento equivocados.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.

IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía de Francisco Solano Márquez Cruz. Archivo de la Diputación Provincial de Córdoba.
- Imagen 2: Fotografía compartida por Alfonso Gómez Romero en el grupo de Facebook CORDUBA.
- Imagen 3: Recorte de la página n.º 2 del Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año LV Número 16138 - 1904 marzo 12. Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
- Imagen 4: Fotografía de Ladis. Archivo Municipal de Córdoba.