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martes, 9 de septiembre de 2025

LA FUENTE DEL ENCANTADO

     En los últimos meses os he traído dos historias surgidas de un mismo manuscrito custodiado en el Archivo Municipal de Córdoba, una relativa a la desconocida Puerta de Francisco Toledo y otra que trata sobre la ya desaparecida Fuente del Piojo. El documento está dando más de sí de lo que yo esperaba así es que hoy veremos otra historia sacada también del mismo, una historia que habla de la Fuente del Encantado.

     Para empezar, he de confesar que no he sido capaz de encontrar ni una sola referencia a una fuente con este nombre, ni en la prensa antigua, ni en Ramírez de Arellano, Ricardo de Montis o cualquier otro escritor de los que suelo consultar para estas cuestiones, así es que me agarraré a la ubicación que ofrece el manuscrito: «la del Encantado en el muro de la hta. de la Reina [construida] en 1791 y renovada en...(1)».


IMAGEN 1. Página del documento en la que aparece la Fuente del Encantado.



     La primera mención que he encontrado acerca de una fuente en esta localización nos la ofrece la edición de 1856 del Indicador Cordobés, ó sea Manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba, de Luis María Ramírez de las Casas-Deza. Aquí podemos leer los siguiente: «Las situadas extramuros son las que siguen... 10. Huerta de la Reina. Se halla en la cerca de ella y fue construida en 1791». José López Amo, en su obra "Fuentes y Cañerías" de 1876, también la menciona haciéndose eco de la versión de 1867 del Indicador Cordobés. Doy por hecho, por su situación, que la fuente del Encantado y la de la Huerta de la Reina son una misma cosa.

     En cuanto a la ubicación aproximada de la fuente, según la prensa de la época sabemos que además de estar adosada al muro de la huerta lo estaba en su parte posterior: «...la fuente pública que existe enclavada en las tapias á espaldas de la huerta de la Reina, camino antiguo que conduce á la posesion de la Arrizafa». En las Ordenanzas Municipales de Córdoba de 1884, en el Apéndice en el que se reflejan los caminos vecinales de uso público, se asegura que la fuente se halla en el camino que se dirige a la Matriz, camino que describe así: «El que partiendo de la carretera provincial de Córdoba a Villaviciosa en el punto llamado fuente de la huerta de la Reina, se dirige a la Matriz, y atravesando el arroyo del Moro continúa á la carretera de Córdoba a Trassierra, que también cruza, y siguiendo depues por la puerta de la huerta nombrada de Figueroa y tierras del cortijo de Turruñuelos, se incorpora al camino viejo de Trassierra, en el sitio denominado los Pozuelos».


IMAGEN 2. El Camino de la Matriz en un plano de 1905.



     Este camino de la Matriz, en color rosa en el plano anterior, delimitaba a la Huerta de la Reina por su parte norte, en un lateral de la misma dado que la entrada principal daría a la carretera de Córdoba a Villaviciosa, o a sus espaldas desde el punto de vista de un observador que se encontrase en Córdoba. En cualquier caso, entiendo por la descripción que la fuente debía encontrarse en el tramo del camino que va desde la carretera de Villaviciosa, en color naranja, al camino de la Arruzafa, en color verde. La línea azul corresponde al Arroyo del Moro. En el plano de Córdoba de Dionisio Casañal, también de 1884, la fuente aparece adosada al muro de la huerta en esa misma zona, prácticamente frente al inicio del camino de la Arruzafa.


IMAGEN 3. La misma zona, ampliada, y la fuente en el plano de 1884.



     La fuente consistía en dos pilares, o pilones, uno más alto para uso del ganado y otro más bajo para el público. En principio estaban separados por una gradilla para evitar que el agua de uno pasase al otro, y que a finales de 1820 tuvo que ser repuesta por haber desaparecido, además de reparar los pilares. La obra se hizo por cuenta de José Fernández de Córdoba y Teruel, propietario de la Huerta de la Reina, con el consentimiento claro está del Ayuntamiento. Hacia 1840-1841 se colocó entre ambos pilares un bando del entonces alcalde José Illescas Cárdenas, debido al mal uso que los vecinos hacían de la fuente. Este bando, pintado con aceite sobre una tabla, con letras negras sobre fondo blanco, decía lo siguiente:

     «De orden del Sr. Alcalde 1.º constitucional se prohibe labar en estos pilares, hacer pozas fuera de ellos, y ensuciar de cualquier modo las aguas, bajo pena de cuatro ducados de multa, previniendose que el caño ó pilar pequeño está destinado para las personas que quieran beber, y el grande para las caballerías».


IMAGEN 4. La fuente no es para lavar, sino para beber.



     Posteriormente, en 1848, la fuente fue modificada, como Antonio García del Cid, administrador del entonces propietario de la huerta, el Marqués de Salar, le explica al alcalde: «...he convertido en una fuente el pilar grande que existia para las caballerias contra la cerca de la huerta alta de la reina, poniéndole en alto no solamente el caño de que V.S me hablaba, sino en dos, para que se halle bien surtida de aguas. El derrame lo he introducido en la huerta, y el cerrado el caño ó pilar pequeño por cuyo suelo pasaba el agua para las personas que quisieran beber, segun decía el bando antiguo que V.S. refiere en su oficio. Ahora la encontrarán potable en los dos caños construidos. Además he desmontado el terreno en la parte necesaria, y puesto poyos á los lados de la fuente empleando en ello las piedras que V.S. se ha servido franquearme...».

     El nombre de "El Encantado" continúa sin aparecer por ningún lado, y como dije al principio no he vuelto a verlo por escrito, aunque sí he encontrado una nueva denominación para la fuente de la Huerta de la Reina en el Almanaque del Obispado de Córdoba de 1891, en un relato firmado por R. Blanco y Criado: «...y embozado hasta los ojos en larga y anchurosa capa fué despedido por todos en la puerta del palacio, conviniendo en esperar su vuelta dentro de dos horas en la fuente llamada de la Mora á espaldas de la huerta de la Reina, donde vemos hoy un abrevadero público de que gozan los prédios colindantes».

     Tampoco sobre la fuente de La Mora hay rastro, al menos en el lugar que nos ocupa, pero más adelante, en el primer cuarto del siglo XX, nos encontramos con una tercera forma de nombrar a la susodicha fuente que seguramente es más reconocida por todos. Aparece en una noticia de prensa de 1915, acerca del robo sufrido por una persona que lavaba en ella su camisa y, aunque no se menciona el lugar en que se encuentra, vuelve a aparecer en otra noticia que trata del orden del día de la sesión del Ayuntamiento para el 27 de noviembre de 1922: «Instancia del director gerente de la Sociedad Anónima Sotomayor solicitando realizar el traslado a sitio próximo y mejorar a su costa la fuente de los Picadores, situada sobre el muro norte de la huerta de la Reina».


IMAGEN 5. La Fuente de los Picadores en 1927.



     No cabe duda de que la referida Fuente del Encantado es la misma que la adosada al muro de la Huerta de la Reina, y que ésta a su vez es la de los Picadores. Se puede ver marcada en un plano de Córdoba de 1927, y da la impresión de que el Ayuntamiento no aceptó la proposición de trasladarla ya que aparentemente aparece en el mismo punto del que fuera camino de la Albaida en el plano de 1884 o de la Matriz en el de 1905, aunque ahora aparezca algo desdibujado en el plano de 1927 y bajo el nombre, como no, de camino de la Fuente de los Picadores. A su espalda ya no está la pared de la Huerta de la Reina, que prácticamente ha desaparecido para dar paso a nuevas calles y construcciones.


IMAGEN 6. Paso a nivel de la Fuente de los Picadores.



     Esta fuente de los Picadores estuvo funcionando hasta la primera mitad del siglo pasado, y en la actualidad lo único que queda de ella es su nombre en la calle por la que una vez discurrió el camino en el que se encontraba, la actual Acera de la Fuente de los Picadores, y el recuerdo en algunas personas que en su niñez pudieron beber de sus aguas.


Rafael Expósito Ruiz.

     


(1) La fecha de renovación no aparece en el escrito, pero bien pudiera ser 1848 como se ve más adelante.


DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
- El abastecimiento de agua a Córdoba. Arqueología e historia (Tesis Doctoral). 2013. Guadalupe Pizarro Berengena. helvia.uco.es.
- Fomento. Relación de las puertas y portillos de la ciudad, de las fuentes, de los edificios de Administración, establecimientos de Instrucción pública, establecimientos de beneficiencia, templos iglesias parroquiales y conventos, monumentos y edificios recreativos. 1862. SF/C 02986-001. Archivo Municipal de Córdoba.
- Fuentes y cañerías, 1876. José López Amo.
- Fuentes y Cañerías. Venero de la Huerta de la Reina. Expediente instruido sobre arreglo de la Alcubilla y abrevadero público, situado delante de la cerca de dicho heredamiento. 1820. SFC 00276-001. Archivo Municipal de Córdoba.
- Fuentes y Cañerías. Venero de la Huerta de la Reina. Autos seguidos sobre supresión de la alcubilla y colocación de dos caños en el antiguo pilar con la dotación de tres pajas de agua para comodidad del público. 1848. SFC 00276-002. Archivo Municipal de Córdoba.
- Indicador Cordobés, ó sea Manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba, 1856. Luis María Ramírez de las Casas-Deza.
- Ordenanzas Municipales de Córdoba, Promulgadas en 1.º de Marzo de 1884. Apéndice N.º 4.º, Caminos vecinales y veredas pecuarias que de uso público existen en este término municipal.
- Revisión y actualización de cartografía y documentación histórica de los caminos, fuentes y abrevaderos públicos en el término municipal de Córdoba.

IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía tomada por el autor sobre un expediente del Archivo Municipal de Córdoba.
- Imágenes 2, 3 y 5: Secciones de tres planos de Córdoba, editadas por el autor.
- Imagen 4: Imagen creada por el autor.
- Imagen 6: Fotografía extraída de elferrocarrilenandalucia.es.

miércoles, 18 de junio de 2025

LA FUENTE DEL PIOJO

     Hace ya algunos meses que escribí acerca de una de las puertas de la muralla de Córdoba de la que nunca había oído hablar, la de Francisco Toledo, y que aparecía mencionada en un expediente perteneciente al Archivo Municipal de Córdoba con el título de Relación de las puertas y portillos de la ciudad, de las fuentes, de los edificios de Administración, establecimientos de Instrucción pública, establecimientos de beneficencia, templos iglesias parroquiales y conventos, monumentos y edificios recreativos. Siguiendo esta relación, después de las puertas y portillos vienen las fuentes y, en este caso, se menciona una de la que tampoco había oído o leído nada: la fuente del Piojo.


IMAGEN. Parte del documento mencionado.



     El documento la incluye en el cuarto lugar entre las que pertenecen al barrio de la Catedral, después de «la llamada del Caño gordo, la de Sta Catalina y la situada á la salida de la puerta del Puente». Una primera consulta en el buscador de Google me da como resultado que, al menos, hay dos fuentes denominadas "del o el Piojo" en Córdoba, aunque lamentablemente no en la capital, y mucho menos en el barrio de la Catedral. Una de ellas se encuentra en el municipio de Montilla, a unos dos kilómetros al norte de la población y al borde del antiguo camino de Córdoba. La otra se halla en el municipio de Almedinilla, cerca de las ruinas del "Molino del Cura". También en Sevilla, Valencia o Madrid aparecen fuentes con ese nombre.


IMAGEN 2. El Piojo, en Montilla.



     Cabe la probabilidad de que la fuente del Piojo que menciona el documento no exista en la actualidad, o que se trate de una denominación antigua y a día de hoy nos haya llegado con otro nombre, así que la siguiente consulta es en los periódicos de la época, alrededor de 1862 que es el año en que está fechado el documento. El resultado para ese tiempo es una fuente más, en el término de Doña Mencía, que se une al grupo de las que no estoy buscando. El siguiente paso es acudir a los "clásicos".


IMAGEN 3. La fuente del Piojo en Almedinilla.



     El primero, como no puede ser de otra manera, es Teodomiro Ramírez de Arellano y sus Paseos por Córdoba, pero para mi sorpresa no aparece ni un sólo piojo en todo el libro, ni para nombrar a una fuente ni para molestar a un perro. Resulta que el último capítulo de su obra, dedicado precisamente al barrio de la Catedral, no llegó a ser concluido, por lo que tal vez nos quedamos sin la parte en que la hubiera mencionado, y seguimos sin saber dónde pudo haber estado situada. Luis María Ramírez de las Casas-Deza sí nos da este dato, en la edición de 1856 de su Indicador Cordobés, enumerándola entre las fuentes extramuros de la ciudad:

     «El Piojo. Se llama asi un manantial que brota por bajo del muro en que tiene un arco, prócsimo à la puerta del Puente».


IMAGEN 4. La Puerta del Puente en 1852.



     La información no es nada extensa, y no logro entender a qué se refiere con eso del arco en el muro, aunque por lo menos ahora sabemos que estaba cerca de la Puerta del Puente, por su lado exterior ya que era una de las situadas extramuros, pero no si se encontraba a la izquierda o a la derecha de la misma. Ricardo de Montis, en su Notas Cordobesas, la mencionará más tarde y añadirá una interesante descripción:

     «Cerca de la parte exterior de esta última [la Puerta del Puente] había una fuente, llamada del Piojo, que sólo tenía de fuente el nombre, pues se asemejaba a un registro de cañerías subterráneo y en ella sólo se podía recoger el agua, que era exquisita, introduciendo un cacharro pequeño en la especie de boca de alcantarilla en que brotaba el líquido».


IMAGEN 5. La Puerta del Puente en 1897.



     Por las palabras de de Montis da la impresión de que la fuente debía estar prácticamente a ras de suelo, y quizás por eso no he logrado verla en ninguna de las fotografías del entorno de la Puerta del Puente que se hicieron sobre esas fechas. En cualquier caso, para cuando éste la mencionó en 1921 ya había desaparecido, bien durante la construcción de la parte de la ronda de Isasa que va desde la Cruz del Rastro hasta la Puerta del Puente (1891-1905) o desde ésta hasta la esquina del Alcázar de los Reyes Cristianos (1907-1912). Me queda la duda de saber de dónde procedía el agua que la surtía, y si llegaba allí de forma natural o canalizada, y a dónde fue a parar ese agua después de la desaparición de la fuente.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Fomento. Relación de las puertas y portillos de la ciudad, de las fuentes, de los edificios de Administración, establecimientos de Instrucción pública, establecimientos de beneficiencia, templos iglesias parroquiales y conventos, monumentos y edificios recreativos. 1862. SF/C 02986-001. Archivo Municipal de Córdoba.
- Indicador Cordobés, ó sea Manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba, 1856. Luis María Ramírez de las Casas-Deza.
- Paseos por Córdoba: ó sean, apuntes para su historia, 1873-77. Teodomiro Ramírez de Arellano.
- Recuerdos de otros días. Las fuentes públicas. Ricardo de Montis. Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año LXXII Número 31645 - 1921 agosto 7. Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.

IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía tomada y editada por el autor, sobre el original perteneciente al expediente citado en la documentación, propiedad del Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 2: Fuente El Piojo. Ayuntamiento de Montilla, septiembre 2006.
- Imagen 3: Fuente del Piojo. almedinilla.es.
- Imagen 4: Puerta del Puente. Recuerdos de España, 1852. Edward King Tenison. Biblioteca Nacional de Francia.
- Imagen 5: Puerta del Puente, 1897. Henry de Lestrange.  Plataforma Abierta del Patrimonio de la República Francesa.

martes, 11 de marzo de 2025

LA PUERTA DE FRANCISCO TOLEDO

      Siempre que acudo al Archivo Municipal es para consultar expedientes relacionados con el próximo tema sobre el que quiero escribir, obviamente. Sin embargo, de vez en cuando me gusta también echarle un vistazo a alguno que me resulte curioso, aunque no tenga nada ver con el tema del que tratan los otros, y que me pueda servir de apoyo a futuras investigaciones y, por qué no, para una posible entrada del blog. El expediente extra en esta ocasión lleva por título "Fomento. Relación de las puertas y portillos de la ciudad, de las fuentes, de los edificios de Administración, establecimientos de Instrucción pública, establecimientos de beneficencia, templos iglesias parroquiales y conventos, monumentos y edificios recreativos", y he de decir que me ha generado bastantes dudas sólo con leer la primera página.


IMAGEN 1. Primera página del documento.



     En el documento se relacionan una serie de lugares de Córdoba, con la finalidad de chequear la presencia o ausencia de rotulación en los mismos. En la primera de sus páginas repasa las puertas de la ciudad, comenzando por la del Puente y continuando en dirección oeste hacia las de Sevilla y Almodóvar, para nombrar después a «la llamada de la Trinidad», y aquí surge mi primera duda porque la fecha que se le adjudica a este documento es 1859, mientras que el primer proyecto para la construcción de la citada puerta no fue presentado hasta febrero de 1862, siendo finalmente construida algunos meses después. Avisé de esta discrepancia al Archivo Municipal a través del correo electrónico y, aunque es cierto que no he recibido contestación, he comprobado que han modificado la fecha a 1862 ca (1).


IMAGEN 2. La ya desaparecida Puerta de la Trinidad.



     La relación de puertas continúa con las de Gallegos, Osario, Rincón, Colodro, Escusada o de la Misericordia, Plasencia, Andújar y Nueva o de Isabel II. De nuevo otra puerta que no podía haber aparecido en un listado de 1859, ya que a la Puerta Nueva comenzó a llamársela de Isabel II a raíz de la visita a Córdoba en el año, nuevamente, 1862; después siguen las de Baeza y la del Sol o de los Mártires. Y hasta aquí estarían todas, es decir, las trece puertas que ya mencionara Luis María Ramírez de las Casas-Deza en 1856 más la de la Trinidad que es posterior, de no ser porque en el citado documento aparece una puerta más: la de Francisco Toledo.


IMAGEN 3. La Puerta Nueva, tras el arco efímero dedicado
 a Isabel II.



     Supongo que el tal Francisco Toledo, o de Toledo, debe ser el jesuita cordobés que llegó a ser cardenal en tiempos del Papa Clemente VIII, y al que la ciudad le dedicó la actual plaza Cardenal Toledo, aunque confieso que jamás he oído o leído nada acerca de una puerta que llevara su nombre, y tampoco he encontrado referencias a ella ni en el propio Archivo, ni en la prensa de la época, ni en autores coetáneos como el mencionado Ramírez de las Casas-Deza, Teodomiro Ramírez de Arellano o Luis Maraver y Alfaro, por citar algunos. Siguiendo un razonamiento más o menos lógico, que es el de continuar rodeando las murallas de Córdoba con el mismo orden en que las otras puertas son mencionadas en el documento, la susodicha puerta habría estado situada en el paño que va desde la de los Mártires hasta la del Puente pero, hasta donde yo sé, ahí nunca hubo ninguna.


IMAGEN 4. Las puertas de Córdoba.



     El documento tiene otra curiosidad más todavía ya que, a continuación de las puertas, enlista tres portillos desconocidos por mí, que son el de Alonso de Burgos, el de Barrionuevo y el del Adarve. Hasta ahora yo sólo sabía de la existencia de dos, el del Bailío, que estuvo al final de la cuesta del mismo nombre, y el de Corvache en la calle San Fernando, el que todos conocemos como "El Portillo", aunque ninguno de los dos aparece nombrado como tal en el listado. Hay una calle llamada Alonso de Burgos, que va desde la plaza del Escudo hasta la ronda de los Tejares, aunque su nombre lo recibió en 1886 y no tengo noticias de que allí existiera portillo alguno. Del de Barrionuevo he encontrado una mención en la prensa de 1881, aunque no se especifica su situación. El del Adarve sólo se me ocurre que hubiera podido estar en la cuesta que une la calle del mismo nombre y la plaza de Colón o al final de la citada calle, aunque tampoco tengo ninguna certeza.


IMAGEN 5. El Portillo de Corvache hacia 1900.



     No cabe duda de que tanto la puerta de Francisco Toledo como los portillos de Alonso de Burgos, Barrionuevo y Adarve existieron, de otra manera no tendría sentido preocuparse por si estaban rotulados o no, que por cierto ninguno de los cuatro elementos lo estaba, y espero que algún entendido en la materia me saque pronto de dudas.


Rafael Expósito Ruiz.


(1) Al día siguiente de publicar esta entrada, acabo de descubrir que sí había recibido respuesta por parte del Archivo Municipal de Córdoba, aunque por alguna razón su correo se encontraba en la carpeta "correo no deseado". Mil perdones.




DOCUMENTACIÓN
- Fomento. Relación de las puertas y portillos de la ciudad, de las fuentes, de los edificios de Administración, establecimientos de Instrucción pública, establecimientos de beneficiencia, templos iglesias parroquiales y conventos, monumentos y edificios recreativos. 1862. SF/C 02986-001. Archivo Municipal de Córdoba.

IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía realizada por el autor.
- Imagen 2: Fotografía compartida por Isabel Burón en el grupo de Facebook HISTORIA DE CÓRDOBA EN IMÁGENES.
- Imagen 3: Fotografía de José García Córdoba, extraída de la obra "Reseña histórica de la recepción y estancia de SS. MM. y AA. en Córdoba en 1862. Luis Maraver y Alfaro".
- Imagen 4: Puertas de Córdoba marcadas sobre el plano de Casañal de 1884. Montaje del autor.
- Imagen 5: Fotografía compartida por Lolo Cordoba en el grupo de Facebook Facebook HISTORIA DE CÓRDOBA EN IMÁGENES.