El 3 de noviembre de 1876, alrededor de las siete y media de la tarde, se produjo una reyerta en las inmediaciones del Café Suizo, en lo que actualmente es el número 9 de la calle Ambrosio de Morales. Uno de los participantes cayó al suelo herido por un arma blanca en uno de sus muslos y tuvo que ser atendido en el interior del Café por varios facultativos, que casualmente se encontraban allí, mientras que el agresor y otro compañero huían. No llegaron demasiado lejos pues, al llegar a la Cuesta de Luján, fueron detenidos por un cabo de la Guardia Civil.
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IMAGEN 1. Parte baja de la calle Ambrosio de Morales. |
Cuando éstos eran conducidos al Ayuntamiento, fueron seguidos por un grupo de personas, probablemente participantes de la pelea, uno de cuyos integrantes golpeó en la cabeza con un palo a uno de ellos. La herida era leve, así que tras ser curado en la casa de socorro, volvió a ser llevado al Ayuntamiento junto a su compañero. Mientras tanto, el que había resultado herido en la pierna había permanecido bastante tiempo en el Café, hasta que fue llevado a su casa por dos hombres.
El ambiente seguía caldeado y, cuando más tarde los detenidos eran trasladados por varios guardias desde el Ayuntamiento hasta la Cárcel, otro individuo les salió al paso en la calle Carniceros, la actual Martínez Rücker. Iba armado con un revólver con el que los amenazó, aunque no llegó a efectuar ningún disparo gracias a la rápida intervención de los guardias y, tras ser detenido, pasó a engrosar el grupo que se encaminaba a la prisión.
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IMAGEN 2. Calle Reloj vista desde la salida del Café Suizo. |
Aunque a priori podía parecer una escena más o menos cotidiana de esos tiempos en que los asuntos se arreglaban con palos y navajas, fue el detonante que provocó, y ahora cobra sentido el título de esta entrada, el envío al día siguiente de una disposición por parte de Agustín Salido Estrada, Gobernador Civil, al alcalde Tomás Conde Luque, acerca de la presencia de miembros de la raza calé en el Suizo.
Dicha disposición, que aparentemente pretendía evitar que los gitanos usaran el Café como centro de reuniones para sus negocios, fue al parecer malinterpretada por los camareros del mismo y miembros de la policía que se habrían extralimitado en aplicar el "derecho de admisión", por lo que el Gobernador remitió una nueva comunicación al alcalde el 11 de noviembre, que sería publicada en el Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos al día siguiente. Decía así:
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IMAGEN 3. Tramo de Ambrosio de Morales entre el Café Suizo y la Cuesta de Luján. |
«Córdoba 11 Noviembre 1876.
Ha llegado á mi noticia que por alguno de los mozos del Café Suizo, ó Agente de mi Autoridad, se ha dado una interpretacion violenta á mi disposicion del 4 del presente, en la que previne á V. S., "que no consintiera que los llamados gitanos invadiesen dicho Café y sus avenidas, considerandolo como centro de sus ocios, contrataciones y negocios, que en mas de una ocasion, y recientemente en la noche del 3, habian perturbado gravemente el órden público, resultando hasta heridos, y cuyas escenas alejaban del principal café que existe en Córdoba la escogida concurrencia que lo frecuenta". Añadia por ultimo, "que por el Cuerpo de órden público se alejase á esa clase de personas de dicho sitio, que bien podian, en cualquiera otro menos frecuentado, reunirse para la contratacion de los negocios á que de ordinario y generalmente se dedican".
Dicha disposicion no escluye á nadie de entrar en dicho café, para usar del servicio público á que el local se halla destinado; pero si escluye, cuando lo invaden colectivamente, como hasta aquí, sin la autorizacion de su dueño, para convertirlo en centro de cierta clase de negocios, que perturba y molesta á las demás personas que de ordinario asisten á él, buscando un agradable solaz á sus habituales tareas.
Este es el criterio á que obedecia mi disposicion del 4, y que hoy reitero á V. S., á fin de que con la prudencia y buenas formas convenientes atempere á su cumplimiento sus disposiciones.
Dios guarde á V. S. muchos años.
Córdoba 11 de Noviembre de 1876.
El Gobernador civil, Agustin Salido»
En fin, que lo que viene a decir es que los gitanos podían seguir entrando al Café Suizo a tomarse algo, pero a ser posible de uno en uno y sin molestar demasiado a los señoritos payos. Una medida racista a fin de cuentas, por mucho que el Gobernador quisiera maquillarla con su aclaración, y una excusa para aquellos a los que les gustaba aplicar las leyes a su manera.
Rafael Expósito Ruiz.
DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía de Ladis Hijo. Archivo Municipal de Córdoba.
- Imágenes 2 y 3: Fotografías de Internet.
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