domingo, 7 de abril de 2024

CALLES DE CÓRDOBA: LOS OFICIOS PERDIDOS. SEGUNDA PARTE

     Nunca es tarde si la dicha es buena, o eso dicen. Hace ya más de tres años que publiqué una entrada sobre esas calles cordobesas cuyos nombres hacen o hacían referencia a esos oficios, no todos desaparecidos hoy, pero que se practicaban con más asiduidad en siglos pasados. Con la idea de no hacer demasiado extensa dicha entrada, dejé algunas calles en el tintero, con la promesa de dedicarles la suya propia "próximamente". Bueno, no ha sido así y la espera se ha alargado más de lo que yo quisiera, pero más vale tarde que nunca.






ESPECIEROS

      Al final de la calle Pedro López, poco antes de salir a la de Gutiérrez de los Ríos, existe un ensanche conocido antiguamente como plaza del Esparto. Desde aquí parte una calleja sin salida que recibe el nombre de Especieros, por la cantidad de vendedores de especias que vivían allí. Dos de ellos, Gil Martin y su mujer María González, fundaron en 1590 la Cofradía de Nuestra Señora de la Estrella, con sede en la parroquia de Santiago.






GUADAMACILEROS

     Se trata de una pequeña calle, o más bien el paso entre dos edificios, que enlaza la avenida Al-Nasir con la calle de los Plateros. Los guadamacileros eran artesanos que trabajaban el cuero, elaborando piezas de este material adornado con pintura o labrado con relieves.  Estos guadamaciles o guadameciles cordobeses gozaban de una enorme fama en buena parte de Europa, y eran imitados en países como Francia y ciudades como Flandes y Venecia. Esta calle, al contrario que la mayoría que pudimos ver en la anterior entrada, no corresponde al grupo de las que adoptaban el nombre de los gremios que las habitaban en otros tiempos, y es simplemente un homenaje a uno de esos antiguos oficios.






HERRADOR

     Esta denominación, que seguramente hacía referencia al oficio de alguno de sus moradores, perteneció en su día a dos calles diferentes. La primera es una calleja sin salida que se encuentra hacia la mitad de la calle Abejar, calle esta última que separa los barrios de La Magdalena y San Lorenzo, entre los números 22 y 24. Según Teodomiro Ramírez de Arellano, anteriormente se llamó  "de Luis Muñoz Carrillo", ya que un postigo de la casa de este noble cordobés daba a ella.





     La segunda es otra calleja sin salida que se encuentra al principio de la calle San Ávaro, justo después del número 6 de la calle Cruz Conde. En la actualidad no mantiene el nombre, como en el caso anterior, y únicamente sirve de acceso al número 2 de la calle San Álvaro.







HERRADORES

     De nuevo otra calle relacionada con la profesión de los que se dedicaban a colocar las herraduras a las caballerías, y de nuevo otra calleja sin salida. Se encuentra entre la plaza de San Pedro y la del Vizconde Miranda, frente a la calle Palma, y acaba en un pequeño ensanche que da acceso a las viviendas números 2 y 4. En el plano de Córdoba de 1811, del Barón Karvinski o "de los franceses", ya aparece reflejada.







LETRADOS

     De esta manera, y gracias a que hubo un tiempo en que siempre había algún abogado viviendo allí, se llamó a la actual Conde de Cárdenas. En un principio este nombre tan sólo afectaba al tramo que va desde la plaza de la Compañía a la calle de Munda, mientras que desde esta última hasta Ambrosio de Morales se llamaba "de las Tiendas". Mucho antes, en el siglo XVI, se la conocía como la calle del Hospital de San Bartolomé, por uno que hubo allí bajo la advocación de este santo. Su nombre actual lo ostenta desde junio de 1900 en honor de Bartolomé Belmonte y Cárdenas, médico que combatió activamente las epidemias que asolaron Córdoba en la segunda mitad del siglo XIX y que había fallecido un mes antes.







LIBREROS

     La calle Diario de Córdoba tuvo anteriormente nombres como "Libreros" y "Librerías", por ser la zona donde se acumulaban los profesionales de estos oficios, además de varias imprentas entre las que destacan la del diario "La Verdad", o la que Fausto García Tena tuvo en el número 2 de esta calle, y de la que salió el periódico que le da nombre.





     Actualmente existe en Córdoba otra calle llamada de los Libreros que, al igual que en el caso de la calle Guadamacileros, también conecta la avenida Al-Nasir con la calle de los Plateros. Es otro caso de una calle moderna que rememora uno de esos oficios de antaño.







LINEROS

     Los fabricantes y vendedores de tejidos fabricados con lino también tuvieron, y aún tienen, su calle en Córdoba. Comienza en el cruce de las calles Enrique Romero de Torres, Lucano y plaza del Potro y finaliza en el cruce conocido como "las cinco calles", al que confluye junto a Carlos Rubio, Don Rodrigo, Mucho Trigo y Consolación. A lo largo de su historia ha tenido nombres como "Mayor", "del Potro", "Venceguerra", "Emilio Castelar" o "Coronel Cascajo".






MARFILEROS

     Se encuentra en el barrio Naranjo y une las calles Juan Latino y Madres Escolapias. Su nombre hace referencia a los artesanos que desarrollaban la artesanía del marfil en nuestra ciudad aunque, a diferencia de las calles que hasta ahora hemos visto, no está en el casco histórico y es más reciente que éstas.






ODREROS

     Con esta denominación se conocía antiguamente a la actual calle Sánchez Peña que sale desde la plaza de la Corredera hasta la calle Armas. Según Ramírez de Arellano, «este era el punto destinado a la venta de odres, ó sean los pellejos preparados para el trasporte de aceite, vinos y vinagre, vulgarmente llamados colambres». Su nombre actual hace referencia al industrial José Sánchez Peña, quien en 1855 adquirió el edificio de la cárcel para convertirlo en una fábrica de sombreros, edificio donde hoy se encuentra el Mercado de la Corredera, que también lleva su nombre.






     Aún quedan algunas calles con nombres de oficios por ver, pero vamos a dejarlas para otra próxima entrada. Espero que no se haga de rogar tanto como ésta.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Callejero comparado, extraído de los planos de 1811, 1851 y 1884 de Karvinski, Montis y Casañal. Red Municipal de Bibliotecas
- Ramírez de Arellano, Teodomiro. Paseos por Córdoba, 1873-1877.
- Román Morales, Francisco. Las calles de Córdoba, 2005.

IMÁGENES
- Fotografías del autor y capturas de Google Earth.

2 comentarios:

  1. Imagino que esas ubicaciones en el casco antiguo (no los recordatorios en la zona de ensanche nueva) viene determinado por las agrupaciones gremiales que venían dadas de la Edad Media. No sé si me equivoco.

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    1. Así es Lolo. La mayor parte de las veces hacían referencia a los gremios establecidos en ellas, algunas veces a algún trabajador, como podría ser la calle Herrador.

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