lunes, 17 de noviembre de 2025

UNA LOSA DE MÁRMOL CON UN SONETO DE GÓNGORA

 ¡Oh excelso muro, oh torres coronadas
De honor, de majestad, de gallardía!
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía,
De arenas nobles, ya que no doradas!

¡Oh fértil llano, oh sierras levantadas,
Que privilegia el cielo y dora el día!
¡Oh siempre gloriosa patria mía,
Tanto por plumas cuanto por espadas!

Si entre aquellas ruinas y despojos
Que enriquece Genil y Dauro baña,
Tu memoria no fue alimento mío,

Nunca merezcan mis ausentes ojos
Ver tu muro, tus torres y tu río,
Tu llano y sierra, ¡oh patria, oh flor de España!


     En mayo de 1927 iba a cumplirse el tercer centenario de la muerte del poeta y dramaturgo cordobés Luis de Góngora y Argote, y Córdoba lo celebraría con una serie de conferencias, publicaciones y demás actos; la Real Academia le dedicaba un número monográfico de su Boletín, y en las aulas de los colegios niños y niñas recitaban sus sonetos. Aunque en un principio no estaba contemplado, el remate final iba a ser la colocación de una lápida grabada con los versos que el poeta le dedicó a la cuna de su nacimiento. ¿Llegó a colocarse? Sí. ¿A tiempo para cumplir con el centenario? No, amigas y amigos, esto es Córdoba.


IMAGEN 1. El soneto "A Córdoba".



     Esta iniciativa había nacido de las palabras que Andrés Ovejero, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Madrid, pronunció en la primera de una serie de seis conferencias que pronunció entre los días 2 y 7 de mayo. En esta primera conferencia, el catedrático hacía notar su extrañeza al no ver ningún verso de Góngora adornando las calles de su propia ciudad, como sí ocurría en las de Florencia con fragmentos de la "Divina Comedia" de Dante Alighieri. El académico cordobés José Priego López, el mismo que da nombre a la calle Maestro Priego López en el barrio de Ciudad Jardín, recogía el guante lanzado y publicaba lo siguiente el 4 de mayo en el Diario de Córdoba:

     «Como Florencia, y en cuanto a Góngora, Córdoba tiene que ostentar en su "muro" los versos gallardos, enfáticos, majestuosos, con que cinceló la corona de esta que acabó "flor de España". Más que gloria para Góngora será honor para nosotros mismos que nos dispongamos a perpetuar la memoria de estas nuevas y solemnisimas lecciones que nos dá Ovejero, realizando la cordial y patriótica iniciativa que ha puesto en nuestras manos. Hay que ilustrar el "muro" de Córdoba con el "Soneto a Córdoba", de Góngora. ¿Dónde? En el lugar más monumental de esa misma muralla: en la Puerta del Puente. Mirando hacia ella, contemplando a Córdoba desde su campiña, transitando por el camino real a la vuelta de Granada, descubriendo nuestras "torres coronadas de honor, de majestad, de gallardia", desde la altura de los Visos, de cierto que don Luis concibió la estupenda salutación y sintió en su pecho las inefables armonias de sus versos...».


IMAGEN 2. Fragmento de la "Divina Comedia" en una calle de Florencia.



     José Priego acababa su escrito apelando al patriotismo del alcalde Francisco Santolalla Natera para que encabezase la iniciativa, y éste respondió iniciando el día 13 una suscripción popular. Obviamente era imposible reunir la suma necesaria en tan pocos días ya que el centenario de la muerte de Góngora se cumplía el día 23, de hecho la cantidad recaudada hasta ese mismo día era de tan sólo 105,05 pesetas. El mes de mayo se pasó y lo mismo ocurrió con el año 1927, y los versos del poeta no adornaban aún ningún muro.


IMAGEN 3. Obras en 1928. La placa de mármol aún no está colocada.



     Pasaron más de cuatro años y seis alcaldes al frente del ayuntamiento cordobés sin que la placa con los versos gongorinos fuese colocada. Llegado septiembre de 1931, en la sesión ordinaria del día 14, el entonces alcalde Francisco de la Cruz Ceballos propuso librar hasta un máximo de 500 pesetas para tal fin, ya que la suscripción popular iniciada en 1927 no había sido capaz de reunir el dinero suficiente, además de solicitar la colaboración económica de las entidades culturales cordobesas y consultar a la Real Academia sobre el lugar donde debería lucir la lápida de mármol. Estas proposiciones fueron aprobadas por unanimidad.


IMAGEN 4. Entorno de la Puerta del Puente en 1930. Sigue sin estar colocada la placa.



    Sobra decir que la placa finalmente fue colocada, y ahí sigue en la actualidad, aunque no he sido capaz de averiguar la fecha exacta en que se hizo. Ninguna fotografía del momento, mención en la prensa o expediente lo atestiguan, que yo haya podido encontrar claro está. En cualquier caso es otra muestra más de lo que cuesta en Córdoba llegar a tiempo con los centenarios, como ocurrió por ejemplo con la estatua de Osio, colocada seis meses después de que se cumpliera la fecha en que debía conmemorarse el concilio de Nicea, presidido por el obispo cordobés, y que no fue inaugurada hasta un año después de dicha fecha, o como ocurrió con la dedicada al Gran Capitán, que debía colocarse para el cuarto centenario de su muerte y que no se hizo hasta ocho años después.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACION
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.

IMAGENES
- Imagen 1: Fotografía realizada por el autor.
- Imagen 2: Fotografía de Lisbeth Salas. lavanguardia.com.
- Imágenes 3 y 4: Colección A. J. González. Archivo Municipal de Córdoba.

martes, 11 de noviembre de 2025

CALLES DE CÓRDOBA: LA CALLE DE LOS AGUJEROS

     Hace un par de meses me llegó al blog un curioso comentario, en una entrada que escribí sobre las calles de Córdoba que tuvieron, y algunas aún lo tienen, nombres de oficios que en la mayoría ya no se realizan en la actualidad. Dicho comentario estaba escrito en portugués por un tal António Cabral, y comenzaba con un fragmento de La Catedral de Córdoba, uno de los cuentos que forman la obra JARDÍN DE LAS TORMENTAS de Aquilino Ribeiro, tras lo que me preguntaba si la denominación "los Agujeros" se correspondía con el antiguo nombre de una calle cordobesa. Mi respuesta fue que no tenía noticia acerca de ese nombre pero que investigaría un poco y le haría saber lo que encontrase al respecto. El fragmento citado decía así:    

     «Hacia Levante se anunciaba un día claro y templado, y el cielo ya parecía una vaga azucena plateada. Se oía el trote de los burros de los aldeanos, que venían a abastecer el mercado, sobre las piedras, allá a lo lejos, hacia la puerta de Almodóvar. Todavía no había nadie en la calle, ni una sola de las chicas de las panaderías, con el pelo suelto y delantal; ni un solo chicuelo, con los ojos legañosos y aturdidos, aparecía en los portales para mirar el cielo. El sereno del barrio acababa de pasar por la calle de los Agujeros, hacia su buhardilla». (1)


IMAGEN 1. Las calles de Córdoba en 1851.



     Lo primero que hice fue intentar localizar un ejemplar del libro de Aquilino Ribeiro, por si éste mencionaba algún otro lugar de Córdoba que me sirviera para acotar la zona en que pudiera encontrarse la susodicha calle. Encontré una copia en internet, una edición de 1913, pero para sorpresa mía no sólo no encontré esas referencias que buscaba sino que ni siquiera hallé mención alguna a la dichosa calle de los Agujeros ni a la también mencionada y lejana puerta de Almodóvar. De hecho, el párrafo que António Cabral había incluido en su comentario tampoco aparecía tal cual, aunque sí una versión ligeramente parecida aunque más reducida:

     «Era una mañana clara y templada, como si el aire fuera un vapor translúcido de cal. Los campesinos de los alrededores venían, con burros cargados, a esparcir la plaga. Las puertas se abrían lentamente y las chicas, en fila, aparecían en los umbrales para sondear la mañana». (2)


IMAGEN 2. Puerta de Almodóvar en 1914.
     El libro se publicó en 1913, año de la edición de la copia encontrada en internet, por lo que la versión que me envió António debe ser posterior. Ignoro si el autor reescribió el cuento, añadiéndole más detalles, o tiene algo que ver con la traducción, y pregunté a António por si sabía algo acerca de esa discrepancia, pero como no recibí contestación el siguiente paso era acudir a los socorridos PASEOS POR CÓRDOBA: Ó SEAN, APUNTES PARA SU HISTORIA, de Teodomiro Ramírez de Arellano, donde se puede leer lo siguiente:

     «Ante la parroquia [San Nicolás de la Axerquía] hay una plazuela que siempre se ha llamado como ella y á veces del Cementerio, por estar en aquel sitio, y que en el último arreglo, tal vez por ahorrar letras, la incluyeron en la calle de las Badanas que afluye á ella, formando un ángulo para desembocar en la de Lineros; llámase así por la venta de aquella clase de pieles que en ella se hacía, sin ofrecer cosa alguna notable, pues la casa del Santo Dios se titula así porque su dueño le puso esa oración en su fachada; es muy grande y hace muchos años ha estado destinada á fábrica de paños bastos y capotes: se ha llamado también de los Agujeros, por los noques del curtido».


IMAGEN 3. Plaza al final de la
calle Badanas.
     Parece ser entonces que la denominación de "los Agujeros" la recibía la plaza o ensanche que hay al final de la calle Badanas, en la parte que desemboca en la calle Consolación, aunque con Ramírez de Arellano me pasa que muchas veces me pierdo en sus descripciones y no termino de saber de qué está hablando, y ya no sé si se refiere a la plaza o a la casa del Santo Dios que menciona. Parece ser que se trataría de la primera, y así se afirma también en LAS CALLES DE CÓRDOBA, escrita por Francisco Román en 2005. Por lo que respecta a lo noques a los que se refiere Ramírez de Arellano y que le daban nombre a la calle, estos eran grandes recipientes de cerámica con la boca muy ancha que se enterraban en el suelo, dando así la impresión de ser agujeros. En ellos se vertía una mezcla de agua y cal, llamada pelambre, en la que se introducían las pieles con el fin de retirarles el pelo.


IMAGEN 4. Otra vista de la calle
Badanas.
     En la tesis doctoral ESTUDIO SOCIO-PROFESIONAL DE LOS GRUPOS NO PRIVILEGIADOS EN LA CÓRDOBA DEL SIGLO XV, de Josefa Leva Cuevas, se asocia también el nombre de "Agujeros" con la calle Badanas, sin especificar si era sólo el tramo final o la calle entera, aunque a diferencia de lo que dice Ramírez de Arellano, la razón del nombre se debería al hecho de que la mitad de sus vecinos estaban dedicados al oficio de la fabricación de agujas, o sea agujeros o agujeteros, al igual que en otras calles cercanas como las de Gragea o la del Potro (actuales Lucano y Lineros). Sea como fuere, tinajas llenas de pelambre o artesanos haciendo agujas, la respuesta a la pregunta que inició esta estrada del blog es: Sí, "los Agujeros" es el topónimo antiguo de una calle de Córdoba, concretamente la actual calle Badanas. Espero que António Cabral llegue a leer esto.


Rafael Expósito Ruiz.




(1) Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com.
(2) Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com.




DOCUMENTACIÓN
- Las calles de Córdoba, 2005. Francisco Román.
- Paseos por Córdoba: ó sean, apuntes para su historia, 1873-77. Teodomiro Ramírez de Arellano.
- Tesis Doctoral: Estudio socio-profesional de los grupos no privilegiados en la Córdoba del siglo XV, 2023. Josefa Leva Cuevas.

IMÁGENES
- Imagen 1: Plano de Córdoba de 1851, de José Mª de Montis.
- Imagen 2: Fotografía de Auguste Léon, 1914. Musée Départemental Albert Kahn.
- Imágenes 3 y 4: Fotografías del álbum familiar de Mari Rodriguez Haba, compartidas en el grupo de Facebook HISTORIA DE CÓRDOBA EN IMÁGENES.

miércoles, 5 de noviembre de 2025

SOBRE EL CAIMAN DE LA FUENSANTA

     Córdoba es una ciudad rica en leyendas y tradiciones, de eso no cabe ninguna duda. Más de dos mil años de existencia dan para que muchos acontecimientos reales acabaran adornados y transformados en curiosas leyendas, gracias a la imaginación popular, que después pasaban oralmente de abuelos y padres a hijos y a las que a cada paso se le iban variando o añadiendo detalles. Las hay trágicas, como las del origen de la Torre de la Malmuerta o la del Palacio de Orive, y otras más simpáticas, como la del Caimán de la Fuensanta. Os dejo con lo que el periodista, escritor y político Joaquín Pérez Madrigal (1898-1988) dejó escrito sobre ella en las páginas del Diario de Córdoba:


IMAGEN 1. Parroquia Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta.



     «La historia, la leyenda y el caimán.

     El caimán de la Fuensanta es un suspiro de Córdoba. En torno a ese caimán, cazado en Filipinas por un explorador ferviente y traido a la Virgen en prenda de su fe (1), ha escrito el pueblo una leyenda.
     Estuvimos en la Iglesia, prolijamente examinamos el cúmulo de exvotos (2) que allí colgó el fervor, y nos impresionó profundamente escuchar cómo la inventiva popular, a presencia del animalucho exótico, se había desentendido de su historia para fraguar su leyenda.
     Según ésta, el caimán se encaminaba por el arroyo de la Fuensanta al Guadalquivir; un cazador, cojo por más señas, vio al caimán al tiempo que éste vio al cazador, y aterrado el hombre por lo difícil que se le presentaba la huída del que se aprestaba a devorarle, se encomendó a la Virgen de la Fuensanta y la Virgen hizo el milagro de sugerirle la idea salvadora. Llevaba el cojo en su zurrón una gran rebanada de pan. Se apresuró a tomarla en una mano mientras que con la otra empuñaba la escopeta, y aguardó sereno a que el caimán se le acercara. Cuando el supuesto cocodrilo gigantesco estaba solo a dos metros de distancia y las dilatadas fauces se entreabrían enseñando dos terribles hileras de dientes, el hombre le tiró contra ellas el pedazo de pan. Para engullirlo, el caimán abrió la boca y entonces el cojo le disparó un escopetazo que, llenándole de metralla el estómago, acabó con la fiera. El cazador, salvado el pellejo, ofrendó a la Virgen el cuerpo del caimán, la escopeta con que le dio muerte y la muleta que le ayudaba a ser cojo.


IMAGEN 2. El caimán, la escopeta y la muleta.


     Claro que esta leyenda no tiene muchos crédulos y que la gente se la atribuye a un chusco (3). Es seguro que oyéndola narrar el auditorio rompa en carcajadas de honesto, de irreflexivo regocijo.
     Para nosotros escuchar la leyenda del caimán de la Fuensanta ha constituido la lección más seria de cuantas nos ha brindado la ciudad en orden a humanidades, y muchos días después hemos estado meditando sobre ella. Desde luego el inventor era un filósofo moralista y cínico que compuso con materiales legendarios, el terror y la fe, un agudo epigrama.


IMAGEN 3. Otra vista del Santuario.



     El arroyo de la Fuensanta, por, el que se dice que transcurría el caimán, genera su fétida carga dentro de Córdoba.
     ¿Había caimanes en Córdoba? ¿Abundaba la fauna local en ejemplares de esa familia de anfibios hasta el extremo de que uno de ellos se fuera a pasear por las márgenes y aun por el lecho del Betis?
     Es eso una galana sátira muy digna de tenerse en cuenta para completarla con la del desenlace que pone la leyenda a la amenaza del monstruo. Por muy caimán que sea, y por muy lisisado que esté quien le afronte, aquel, en el cual se quiere simbolizar la astucia y la cautela, saldrá vencido si retarda la realización del deseo primordial por realizar otro accidentalmente sugerido y aprobado por el ansia conductora. Iba el caimán a comerse al hombre y por un pedazo de pan dejó que el hombre le matase.
     ¿No habéis desentrañado desentrañado todavía las enseñanzas de la leyenda?
     Nosotros, desde que en torno a ella hemos meditado, nos hemos explicado muchas cosas. Y en la actitud de muchos hombres y en el lanzamiento al aire de muchos cachos de pan, hemos visto arrastrarse y morir, por las artes ladinas o iluminadas de un lisiado, al famoso caimán de la Fuensanta y a otros muchos caimanes.

Joaquín P. Madrigal.»


Rafael Expósito Ruiz.




(1) La leyenda sobre el caimán, con todas sus variantes y versiones, hacía ya tiempo que estaba desmontada, de ahí que al autor no le importe destriparla desde el principio de su relato.
(2) exvoto: m. En la religión católica, don u ofrenda, como una muleta, una mortaja, una figura de cera, cabellos, tablillas, cuadros, etc., que los fieles dedican a Dios, a la Virgen o a los santos en señal y recuerdo de un beneficio recibido, y que se cuelgan en los muros o en la techumbre de los templos. Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española.
(3) chusco: adj. Que tiene gracia, donaire y picardía. Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española.





DOCUMENTACIÓN
- Diario de Córdoba, periódico independiente, decano de la prensa cordobesa. Año LXXVII, Núm. 27.231, 31 de Diciembre de 1926. Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.

IMAGENES
- Imagen 1: Fotografía tomada por el autor.
- Imágenes 2 y 3: Fotografías pertenecientes al Archivo Municipal de Córdoba.

jueves, 30 de octubre de 2025

LA COLUMNA DE ABDERRAMÁN III

     En la esquina noreste de la Mezquita, la formada por las calles Cardenal Herrero y Magistral González Francés, hay una columna colocada sobre el andén que rodea al monumento en ciertas zonas. Se trata de una columna de lo que se conoce como mármol rojo de cabra, que es en realidad una roca caliza nodulosa que obtiene el aspecto del mármol al ser pulida, también conocida antiguamente como jaspe rojo o jaspe encarnado. Además de esta curiosidad existen otras más de las que, como la que acabo de comentar, no tenía noticia hasta ahora.


IMAGEN 1. La columna de Abderramán III.



     La primera de ellas es que la columna contiene una inscripción bilingüe, que suele pasar desapercibida a menos que uno sepa que se encuentra ahí. El texto, grabado en los talleres que los hermanos García Rueda poseían en Puerta Nueva, está redactado tanto en español como en árabe y dice lo siguiente:

AL GRAN CALIFA 
ABDERRAHMAN III 
HOMENAJE MILENARIO 
DE CORDOBA, SU PATRIA 
16 OCTUBRE 1961.


IMAGEN 2. La inscripción en español.


     La erección de esta columna formaba parte de los actos conmemorativos del décimo centenario de la muerte del califa cordobés, ocurrida el 16 de octubre del año 961. La idea de celebrar este milenario partió de la Real Academia de Bellas Artes y Nobles Letras de Córdoba y contó con el patrocinio del Ayuntamiento. A los actos acudieron los embajadores de países como Arabia Saudita, Pakistán, República Árabe Unida (1), Irak y Túnez, además de representantes del Instituto Hispano Árabe de Cultura y la Escuela de Estudios Árabes, ambos en Madrid, y el Instituto de Estudios Islámicos de la R.A.U.


IMAGEN 3. La inscripción en árabe.



     Otra de las curiosidades acerca de esta columna es que originalmente formó parte de la Mezquita, probablemente fue una de las muchas que se desmontaron para incrustar la Catedral cristiana en el templo islámico. Estuvo guardada en el Museo de la Mezquita-Catedral de la calle Velázquez Bosco, en el mismo lugar en el que en el siglo XV se construyó el Corral de Comedias que acabó dando nombre a esta calle (2) y que en la actualidad es la sede del Colegio Oficial de Enfermería. La columna volvía ahora al edificio del que salió en su día, aunque este vez a la zona exterior en lugar de a la interior, y con esto llegamos a la última de las curiosidades, porque donde podemos verla actualmente no es donde fue colocada.


IMAGEN 4. El Colegio Oficial de Enfermería en la calle Velázquez Bosco.



     El acto de descubrir la columna para conmemorar que se cumplían mil años de la muerte de Abderramán III se llevó a cabo el sábado 14 de octubre de 1961, sobre las doce de la mañana, y el lugar elegido para ello no está muy lejos del actual según se puede leer en el número del 16 de octubre del diario Córdoba: "al pié de la torre de la Mezquita, en el muro exterior sobre el que recae dicha torre". Según se puede ver en una fotografía del citado acto, propiedad del Archivo Municipal de Córdoba, el lugar exacto fue a la izquierda de la Puerta del Perdón, vista ésta desde el exterior.


IMAGEN 5. Autoridades junto a la columna conmemorativa.



     Supongo que el traslado a la ubicación actual se hizo aprovechando la construcción de los nuevos andenes de la calle Cardenal Herrero, aunque desconozco la fecha exacta en que se realizó. En cualquier caso, me quedo con esas tres curiosidades acerca de una columna a la que desde hoy habrá que mirar de otra manera.


Rafael Expósito Ruiz.




(1) La República Árabe Unida fue un estado surgido de la unión entre los países de Egipto y Siria. Aunque tan sólo unas semanas antes del milenario de Abderramán III Siria abandonó la unión, Egipto mantuvo la denominación de R.A.U. hasta 1971.
(2) Hasta 1916, la actual calle Velázquez Bosco se llamó calle Comedias.


DOCUMENTACIÓN
- Diario Córdoba: Noticias varias (años 40' a 70'). Noticias extraídas por Ildefonso López García-Sotoca. RED MUNICIPAL DE BIBLIOTECAS.
- El milenario del Califa de Córdoba Abderrahmán III Al Násir. Al-Mulk, Anuario de Estudios Arabistas. 1961-1962, número 2.
- La calle Comedias y su Casa de Comedias. notascordobesas.com.
- Piedras y cantería tradicional. proyectoetnocordoba.blogspot.com.

IMÁGENES
- Imágenes 1 a 4: Fotografías tomadas por el autor.
- Imagen 5: Fotografía de Ladis, 14 de octubre de 1961. Archivo Municipal de Córdoba.

viernes, 24 de octubre de 2025

SOBRE LA NUMERACIÓN DE LAS CASAS DE PLAZAS Y PLAZUELAS

     El 24 de febrero de 1860 se aprobaban, mediante Real Orden, las normas para unificar en todo el territorio nacional el sistema de rotulación de calles y numeración de casas, lo que me hace pensar que hasta ese momento cada población lo estaría haciendo a su manera y sería un absoluto caos. Tres años después, en diciembre de 1863, parece ser que existían ciertos problemas con la interpretación de dichas normas, en lo que respecta a las plazas y plazuelas, como se deduce del escrito enviado el día 9 de dicho mes por  el Gobernador Interino de la provincia, el zaragozano Fermín Abella y Blave, al entonces alcalde de la Córdoba Ignacio María Martínez de Argote y Salgado, noveno marqués de Cabriñana del Monte y de Villacaños:

     «No obstante la claridad con que se hallan redactadas las reglas para la rotulacion de calles y numeracion de casas, aprovadas por Real órden de 24 de Febrero de 1860, insertas en el Boletin oficial de esta provincia del 20 de abril del citado año 1860, adjunto remito á V.S. un modelo para que tenga aplicacion en esta poblacion la forma gráficamente contenida en él, de numeracion de plazas y plazuelas; y para la más acertada inteligencia de dicho modelo se expecifica teóricamente la operacion en las cinco clases de plazuelas y plazas que al efecto se han tenido presentes, y cuyos ejemplos seran bastantes á resolver todos los casos de irregularidad ó duda que puedan presentarse.


IMAGEN 1. Modelos para la numeración de plazuelas.



     1.ª Las plazas ó plazuelas que tienen un solo frente formado por la acera de una calle, siendo del todo independientes del todo los tres restantes.
Dichas plazas guardarán su numeracion en los tres frentes que la constituyen ó cierran, prosiguiendo en el cuarto el órden que la numeración trajere, siempre que la calle no varie de direccion ó nombre.


IMAGEN 2. Modelo número 1.



     2.ª Las que aparecen con dos frentes de calles y otros dos independientes. Estas conservaran así mismo la correlacion con el nombre de la plazuela, ya sean opuestos los dos frentes, ya aparezcan en otra forma irregular, continuando en los otros dos la série de pares é impares, segun les correspondiese, bien que siempre bajo la condicion impuesta en la regla 11.ª (1) de las circuladas en Real órden de 24 de Febrero del mencionado año 1860.


IMAGEN 3. Modelo número 2.



     3.ª Las que sirven de punto de arranque ó terminacion de dos ó mas calles. Estas se ajustarán en todo á la regla 13.ª (2) de la Real órden ante dicha, pues que tienen realmente las condiciones de una verdadera plaza, y es muy conveniente fijar en ellas los límites propios de cada calle, regularizándolas desde luego, puesto que es posible, con lo cual se evitarán los errores á que puedan dar lugar prolongaciones caprichosas.


IMAGEN 4. Modelo número 3.



     4.ª Las que se ven cruzadas por una calle principal, que vuelve á tomar su nombre al fin de aquellas. En estos puntos continuará la numeracion, segun el método hoy adoptado, porque en realidad solo tienen el nombre de plazuelas, que vendrán sin duda á desaparecer con el tiempo, perfeccionada que sea la alineacion de las calles.


IMAGEN 5. Modelo número 4.



     5.ª Las que solo presentan un frente propio, y ofrecen a sus tres costados restantes tres diferentes calles. Las incluidas en esta clasificacion tendrán solo por ahora numerado como tales plazuelas su único frente, sin perjuicio de que, atendida su individual extension é importancia, y considerando la direccion que lleve cada una de las tres calles que la limitan pueda en lo sucesivo tener aplicacion á ellas la citada regla 11.ª que tiende efecazmente á regularizar y simplificaresta parte de la policía urbana.


IMAGEN 6. Modelo número 5.



     Del recibo de la presente comunicacion y modelo se servirá VS. darme el oportuno aviso.

Dios que á V.S...
Córdoba 9 de Diciembre de 1863.»


     No sé si es mi mente calenturienta o es que esa era la intención del escrito del Gobernador, pero a mí el primer párrafo me suena a "como veo que no os habéis enterado os lo voy a explicar despacio y con dibujitos, a ver si así lo pilláis". En septiembre del año siguiente, 1864, se recibió en la alcaldía otra comunicación del Gobernador afirmando que la Real Orden aún no se había cumplido por completo.


Rafael Expósito Ruiz.




(1) La regla número 11 decía lo siguiente: Los límites de las calles estarán bien determinados. Se procurará que una calle tenga un solo nombre, á menos que llegue á variar de direccion en ángulo recto, ó que esté atravesada por un rio, ó cortada por una calle mas ancha, ó por una plaza, en cuyos casos los tramos serán calles distintas.

(2) La regla 13 decía lo siguiente: En las plazas no habrá mas que una numeracion seguida ó correlativa. 


DOCUMENTACIÓN
- Nomenclatura de Calles y Numeración de Casas. Expediente sobre la forma en que habian de numerarse las casas de las plazas y plazuelas de esta Capital. 1863. SF/C 05338-003. Archivo Municipal de Córdoba.

IMÁGENES
- Imágenes 1 a 5: Secciones de una fotografía tomada por el autor sobre el plano original perteneciente al expediente citado en la documentación.

sábado, 18 de octubre de 2025

LA RESTAURACIÓN DEL CRISTO DE LOS FAROLES DE 1984

     Dice la Wikipedia, acerca del Cristo de los Faroles, o de los Desagravios y Misericordia, que «los faroles fueron sustituidos por otros más hoscos en el año 1984, mientras que todo el conjunto tuvo una importante restauración en 2015». Tengo algunas reservas sobre lo acertado de esta afirmación, en primer lugar porque da la impresión que la intervención llevada a cabo a finales de dicho año se limitó al cambio de faroles y no fue exactamente así, y en segundo lugar porque no tengo muy claro que ese cambio llegase a efectuarse, habida cuenta de que los faroles que podemos ver en imágenes inmediatamente posteriores a esa fecha son idénticos a los que se ven en las inmediatamente anteriores. En cualquier caso, en el número 24 del periódico El Pregonero, correspondiente a la primera quincena de enero de 1985, se detallan todas y cada una de las actuaciones:


IMAGEN 1. Estado del monumento antes
de la restauración.
     «Recientemente han concluido las obras de restauración del Cristo de los Faroles, uno de nuestros monumentos más representativos, llevada a cabo por el Ayuntamiento de acuerdo a un cuidado proyecto técnico de su Departamento de Arquitectura y que dado el estado de deterioro del mismo, mayor del que en un primer examen se detectó, ha visto ampliado su presupuesto hasta 1.860.000 pesetas (1). La dirección de las obras ha estado a cargo del arquitecto municipal Juan Serrano.
     Comenzando por la base del monumento, plataforma bordeada por piedra negra con un empedrado de canto rodado, ha sido necesario levantarlo todo y recolocar cada una de sus piezas. Las cuatro columnas que sirven de sostén a los faroles y a la verja, que presentaban numerosas fracturas, han sido sustituidas por otras nuevas de la misma piedra negra que las originales, al tiempo que se ha hecho más firme su empotramiento.


IMAGEN 2. Remate de una de las columnas.
     En cuanto a la verja, ha sido necesario desmontarla y repararla en su totalidad, sustituyendo las pletinas y rosetas deterioradas con piezas iguales a las existentes, lo que también se ha hecho con la parte baja de la cadena de la barandilla y otras piezas como los redondos, las abrazaderas de las columnas, la puerta, etc., que estaban igualmente en mal estado.
     Del mismo modo, los faroles -los cuatro exteriores y los otros cuatro de la base de la cruz- han sido desmontados y restaurados completamente, lo cual ha incluido varias tareas. Por una parte, los pies de los primeros que eran de cabilla trenzada, han sido sustituidos por un redondo ranurado y torcido en espiral de hierro forjado, que, presentando idéntico aspecto que los anteriores, son de mucha mayor consistencia. Al mismo tiempo y para aumentar ésta, en una parte del monumento especialmente vulnerable (en la cabeza de todos están recientes acciones vandálicas), se ha perfeccionado el sistema de anclaje de los pies de los faroles (cogidos anteriormente muy superficialmente en las columnas lo que provocaba, al ser torcidos aquellos, que se fracturara el remate superior de las mismas) a base de un tubo de acero inoxidable que se hunde en la columna hasta una profundidad de 50 centímetros y rellenado con resina de alta resistencia. Por otra parte, los faroles en sí, los ocho, han sido restaurados, así como sus elementos ornamentales, restituyendo algunos cristales y todas las tulipas, que estaban en mal estado (2).


IMAGEN 3. Fisuras en la base de la cruz.
     Por lo que se refiere ya al basamento de la cruz, éste presentaba hasta la primera moldura de coronación fisuras abiertas y separaciones de juntas de las piedras, que han sido chirlateadas (3) con la misma piedra, tras lo cual se procedió a su limpieza.
     La cruz tenía toda la base fisurada, lo que ponía en peligro su estabilidad. La reparación se ha hecho mediante una abrazadera o zuncho metálico, previo el tratamiento de las fisuras con resina.
     La escultura del Cristo tenía los pies fracturados como consecuencia de la oxidación de los clavos, por lo que ha sido necesario reconstruirlos, trabajo que ha realizado el escultor Luis Aguilera Bernier. Por lo demás, se ha respetado la talla en lo fundamental, muy especialmente la pátina dejada por el tiempo, por lo que no se ha llegado a una limpieza total. Reposición importante ha sido la de las potencias (4) y la corona, que no las tenía.
     Aparte de la limpieza y resanado general de todo el monumento, se ha limpiado con especial cuidado el collarín inmediato a la base de la cruz a fin de que sean visibles las inscripciones que en él figuran.


IMAGEN 4. Fisuras en los pies.
     Por último y en cuanto a la instalación eléctrica del monumento, se ha renovado completamente, corrigiendo de paso una grave deficiencia que presentaba la anterior, que era la de cables al aire, yendo ahora por dentro de la piedra y protegida con tubo de acero por el suelo. Las bombillas que se han puesto son incandescentes de poca potencia que son las que procuran una iluminación más adecuada.
     En resumidas cuentas, una meticulosa restauración que, al decir de los técnicos municipales, haría deseable ahora un adecentamiento general de toda la plaza de Capuchinos».

     De modo que, según el artículo que acabamos de leer, la restauración del Cristo de los Faroles llevada a cabo en 1984 fue de bastante más envergadura de lo que da a entender la entrada de Wikipedia, que tan sólo habla del cambio de los faroles por otros más hoscos, cambio que no se produjo sino la reparación de éstos y la reposición de las piezas que les faltaban.


Rafael Expósito Ruiz.




(1) El presupuesto inicial era de 1.207.709 pesetas.
(2) Según se aprecia en la Imagen 1, también fueron repuestos los remates en punta de al menos dos de los sombreretes.
(3) Rellenadas.
(4) f. Cada uno de los grupos de rayos de luz que en número de tres se ponen en la cabeza de las imágenes de Jesucristo, y en número de dos en la frente de las de Moisés. Diccionario de la Lengua Española.


DOCUMENTACIÓN
- El Cristo de los Faroles, una meticulosa restauración. El pregonero, quincenario municipal de información. Núm. 24, del 1 al 15 de enero 1985. Ejemplar contenido dentro de la carpeta del expediente del Archivo Municipal de Córdoba abajo citado.
- Restauración del Cristo de los Faroles. Córdoba (1984). Escala 1:10. Contiene planimetría sin validar, sin fechar, fotografías y diapositivas. SFC/09214-003. Archivo Municipal de Córdoba.

IMÁGENES
- Imágenes 1 a 4: Fotografías realizadas y editadas por el autor, sobre los originales contenidos en el expediente citado en la documentación, propiedad del Archivo Municipal de Córdoba.

domingo, 12 de octubre de 2025

UN ROBO EN CASA DE DORA "LA CORDOBESITA"

     El sábado 26 de noviembre de 1927 Valeriana Aroca, criada de la conocida cupletista y modelo de Julio Romero de Torres Dora la Cordobesita, abría temprano la puerta del domicilio de ésta para efectuar la limpieza diaria. No esperaba encontrar a nadie en su interior puesto que la artista, que se había casado dos semanas antes con el matador de toros Chicuelo, estaba aún de viaje de novios; lo que tampoco esperaba encontrarse eran armarios abiertos y cajones y ropa desparramados por el suelo. Inmediatamente avisó a Antonio Cabrera, padrino de Dora, quien puso el hecho en conocimiento de la policía.


IMAGEN 1. Dora la Cordobesita.
     El domicilio de la cupletista, situado en el número 6 de la plaza del Ángel, la actual plaza de san Ignacio de Loyola, había sido asaltado presumiblemente durante la noche anterior. Los ladrones habían abierto un armario lleno de vestidos y otras prendas, de las que se apoderaron, y en el que había un manojo de llaves que abría todas las dependencias de la casa. Con estas en su poder, se dedicaron a registrar habitación por habitación, descerrajando muebles y cajones y apoderándose de todo lo que se iban encontrando. Curiosamente, la única habitación en la que no entraron era en la que se hallaban los objetos de más valor, los regalos que Dora había recibido por su reciente boda y que se estimaba que podrían valer alrededor de 125.000 pesetas; lo que se llevaron, aunque también valioso, tan sólo ascendía a unas 6.000.

     La lista de los objetos sustraídos era la siguiente: un salto de cama de seda, el traje de novia y el viso del mismo, el manto de desposada de tisú de plata, un vestido de seda negro con adornos de crespón, un vestido blanco de seda con adornos azules, un abrigo de piel, una mantilla blanca, tres camisas de seda, dos bragas de crespón, un velo negro, un vestido de seda de color y otro negro con adornos, varios pares de medias, un joyero de filigrana y otro grande dorado con un collar de perlas en su interior. De entre lo que se dejaron en la habitación no registrada, solamente los mantones de Manila que había en una maleta ya costaban cuatro veces más que lo se llevaron.


IMAGEN 2. La plaza del Ángel en un plano de 1927.



     Los agentes Antonio Jiménez Abad y Sebastián Velasco, encomendados por el comisario jefe del Cuerpo de Vigilancia Juan Herrera Pérez, iniciaron enseguida las gestiones para resolver el caso. Recorrieron todas las sucursales del Monte de Piedad, los domicilios de los anticuarios y cualquier otro lugar en que los ladrones pudieran haberse deshecho de los objetos robados a cambio de dinero, aunque no obtuvieron ningún resultado. La búsqueda continuó durante todo el domingo y el lunes, hasta que la tarde de este último día decidieron visitar el número 51 del paseo de la Ribera.


IMAGEN 3. El comisario Herrera (1) y los agentes Jiménez (2) y Velasco (3).



     Allí vivían Francisco Martínez Millán,  apodado como el Francisquito, el Fuelle o el Cojo de la Ribera, un conocido de la policía a causa de su gusto por lo ajeno, y su amante Josefa Cuñago Moral (1), la Tufitos, ladrona como él. Ambos habían intentado vender las prendas sustraídas la misma mañana en que se descubrió el robo, el primero a un anticuario de la calle Valderrama y la segunda a la madame de un prostíbulo de la calle Badanas, al que para más inri había acudido sospechosamente ataviada con un abrigo de pieles. Los dos agentes interrogaron al Francisquito, aunque éste repetía una y otra vez que no sabía nada acerca del hurto, y sin embargo decidieron registrarlo, encontrándole en uno de los bolsillos el joyero de filigrana de la cantante. Una vez practicado el registro en la casa, hallaron bajo un colchón y dentro de un baúl buena parte de las prendas robadas.


IMAGEN 4. La casa de Dora y el balcón
por el que entró el segundo ladrón.
     El Francisquito no tuvo más opción que confesar. Dijo que la mañana del sábado anterior dos conocidos suyos de Sevilla, el Mijitas y el Antonio, se habían presentado en su casa con el botín robado a Dorita para que éste los vendiese por ellos. Uno de los dos, en un descuido de la criada, se habría colado en el domicilio de la cupletista y habría permanecido oculto hasta que la casa se quedó sola. Ya de madrugada, abrió uno de los balcones que daban a la calle para que entrase su compañero. La historia seguramente era un intento de endosar a otros delincuentes su propio delito, puesto que ninguno de los dos sevillanos fueron encausados por éste. Tanto Francisco como Josefa, el Francisquito y la Tufitos, fueron finalmente juzgados, y sentenciados a primeros de marzo de 1928 a seis años y un día de prisión cada uno.


Rafael Expósito Ruiz.




(1) El primer apellido de Josefa varía en la prensa escrita de Cuñago a Couñago y Cuñado. En los censos de población, además de Cuñado, aparece también la variante Coñago.


DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Escrita.
- FamilySearch.org.

IMÁGENES
- Imagen 1: Portada del número del 15 de agosto de 1923 de la revista Mundo Gráfico. Biblioteca Nacional de España.
- Imagen 2: Sección de un plano de Córdoba de 1927.
- Imagen 3: Sección de la fotografía de portada del número del 2 de diciembre de 1927 del diario La Voz.
- Imagen 4: Fotografía de portada del número del 1 de diciembre de 1927 del diario La Voz.

lunes, 6 de octubre de 2025

UNA COLUMNA CON DOS CAPITELES EN LA MEZQUITA DE CÓRDOBA

     Hace unos días estuve curioseando por la capilla de Villaviciosa, en la Mezquita de Córdoba. Necesitaba algunas fotografías con las que ilustrar mi última entrada, dedicada a cuatro columnas del desaparecido convento de San Juan de Dios que acabaron yendo a parar a la citada capilla, y estuve únicamente el tiempo necesario para conseguirlas, que hubiese sido mucho menor de lo que fue si ésta hubiese estado vacía y no llena de turistas, pero eso es lo que uno puede esperar en un monumento como el nuestro. El caso es que, revisando más tarde las fotografías en el ordenador, me topé con un detalle en una de las columnas que se me pasó por alto mientras las tomaba.


IMAGEN 1. Casi imposible acercarse a la capilla.



     Se trata de una columna situada en la esquina noroeste de la capilla, y su particularidad no reside en que tenga grabados cruces, ni cristos, ni vírgenes, ni firmas de canteros, ni siquiera que "huelan a azufre", sino que en el lugar en el que debería estar la basa hay un capitel. Puede que esta particularidad no sea única y  que haya otros ejemplos en el monumento, pero en el caso contrario sería la única columna de la Mezquita con dos capiteles en vez de uno.


IMAGEN 2. El capitel donde debía estar la basa.



     Este capitel-basa, si no he olvidado lo que me enseñaron en el colegio hace ya unos cuantos años, es de orden corintio. Este orden arquitectónico, el tercero cronológicamente tras el dórico y el jónico, se caracteriza por una decoración vegetal a base de hojas de acanto, una planta herbácea perenne, y existe una curiosa leyenda acerca de su aparición en la arquitectura:


IMAGEN 3. Calímaco y la cesta.
     «Se cuenta que el descubrimiento original de esta forma de capitel sucedió cuando una doncella de Corinto, nacida libre y en edad de casarse, fue presa de una enfermedad y murió. Después de su entierro, su nodriza, recogiendo pequeños recuerdos del agrado de la muchacha mientras vivía, los puso en una cesta de mimbre, que colocó sobre su tumba, cubriéndola con una teja para que durasen más tiempo al aire libre. El cesto se colocó casualmente sobre la raíz de un acanto. La raíz del acanto, presionada por el peso, al llegar la primavera, echó hojas y tallos en el centro, y los tallos, que crecían por los lados de la cesta, presionados por el peso de la teja, se vieron obligados a doblarse en forma espiral (volutas en los bordes exteriores. En un momento determinado, Calímaco, a quien los atenienses llamaban katatêxitechnos por el refinamiento y la delicadeza de su trabajo artístico, pasó por delante de esta tumba y observó la cesta con las tiernas hojas jóvenes que crecían y se enredaban a su alrededor. Encantado con la belleza, estilo y forma, construyó para los corintios, algunas columnas siguiendo ese patrón. Determinó sus proporciones simétricas y estableció desde entonces las reglas que debían seguirse en las obras acabadas del nuevo orden corintio» (WIKIPEDIA).


IMAGEN 4. Primer plano del capitel-basa.



      Volviendo a nuestro capitel-basa, éste se ve bastante deteriorado, además de que parece haber sido cortado tanto en la parte superior como en la inferior, supongo que para dar la medida que era necesaria para usarlo en ese sitio. Contrasta con el capitel propiamente dicho de esa columna, el situado en la parte superior de la misma, que es de tipo corintizante con acanto liso, como el resto de los capiteles de la capilla, mientras que el que sirve de basa es corintio con acanto esculpido.


IMAGEN 5. Los dos capiteles.
     No he sido capaz de encontrar referencias a esta basa-capitel por ningún sitio, lo cual no significa que no las haya, simplemente que no he dado con ellas. No sabría decir cuál de los dos capiteles de la columna es más antiguo, o cual es el que lleva más tiempo ocupando su lugar en la misma. Supongo que el que está sirviendo como basa llegaría después, pues no tendría sentido que se hubiese colocado de esa manera desde primera hora. Quizás el hecho de haber rebajado el suelo de la capilla de Villaviciosa, que estuvo elevado respecto al resto del edificio y al que se accedía a través de varios escalones, explique que hubiera que suplementar esa columna, aunque esto también se aplicaría a la que hay justo a su lado y ésta que sí tiene una basa normal, pero este es un tema del que los expertos tendrán bastante más que decir que yo. En cualquier caso, es otra curiosidad más de las que posee nuestro monumento estrella.


Rafael Expósito Ruiz.




IMÁGENES
- Imágenes 1, 2, 4 y 5: Fotografías tomadas por el autor.
- Imagen 3: Calímaco inventa el capitel corintio. Anónimo-Grabador. Museo Nacional del Prado.