Hace ya más de tres años que publiqué el anterior paseo en busca de esas columnas que decoran las esquinas de algunas de nuestras calles. Resulta curioso porque desde entonces he realizado varios de ellos y localizado un buen puñado de ellas, o al menos eso creo, pero por alguna razón aún no los había plasmado en este blog. El paseo de hoy no es demasiado largo debido a la escasez de columnas en la zona inspeccionada, que es más amplia de lo que parece, pero hace demasiado calor estos días para estar mucho rato en la calle, y aseguro que aún quedan muchas más para ver en otros paseos.
![]() |
IMAGEN 1. Plano con la ubicación. |
1. CALLEJA DEL PADRE POSADAS
Hoy comenzamos en una calleja que no sé si muchos cordobeses conocerán, la del Padre Posadas. Es una sin salida que nace de la calle Ramírez de Arellano y que parece que debe su nombre a un retrato del religioso que hubo en una de sus paredes. Al fondo de la misma, se encuentra la primera columna de este paseo, sujeta por una argolla de hierro en su parte superior, y aunque no está en un esquina he creído oportuno mencionarla aquí porque no es fácil encontrártela a menos que entres en la calleja.
![]() |
IMAGEN 2. El fondo de la calleja. |
2. CALLE TENIENTE ALBORNOZ
Una vez que hemos salido de la calleja, continuamos por la calle Ramírez de Arellano en dirección a la de Osario y, tras dejar atrás la plaza Vaca de Alfaro, giramos a la derecha hacia la calle Teniente Albornoz. En la esquina del número 12 de esta calle podemos ver la siguiente columna. Está apoyada sobre una especie de peana y coronada por lo que parece una pequeña repisa. Repintada una y otra vez, realmente parece más un tubo de PVC boca abajo que una columna.
3 y 4. PLAZA DE LAS DOBLAS
Salimos de la calle Teniente Albornoz y giramos a la izquierda hasta desembocar en la plaza de la Doblas, ocupada en su mayor parte por el jardín de Fray Ricardo de Córdoba. Cada vez que leo ese nombre me viene a la memoria mi padre: se llamaba Ricardo y era cordobés, de Villaviciosa de Córdoba en concreto, aunque él sólo estuvo un tiempo de monaguillo y más por la necesidad de llevarse algo al estómago que por otra razón; los que lo conocieron seguramente estarán pensando que lo que buscaba era tener cerca la sangre de Cristo. Y volviendo al tema que nos ocupa, dentro del jardín vamos a ver dos columnas más con sus basas correspondientes. Tampoco están empotradas en ninguna esquina, pero tienen su importancia porque en su día formaron parte del pórtico que rodeaba al templo romano de la calle Claudio Marcelo, como así lo indica la placa que hay junto a ellas. ¿Están mejor aquí que puestas en valor en su ubicación original? Ahí dejo la pregunta.
![]() |
IMAGEN 5 Restos del Templo Romano. |
5. CALLE RAMÍREZ DE LAS CASAS DEZA
Abandonamos ahora el jardín para atravesar la plaza de Capuchinos, la del famoso Cristo de los Faroles, giramos a la derecha hacia la calle Carbonell y Morand y de nuevo a la derecha hacia la de Ramírez de las Casas Deza. En el número 10 de esta calle, en el edificio ocupado por el Hotel Palacio del Bailío, se encuentra la siguiente columna. Se trata únicamente del fuste y sobre el mismo se ve una especie de sillar de piedra, como los que ya he visto antes sobre otras columnas, y que no sé si formaba parte del muro original del Palacio o se colocó ahí para que el peso del edificio en esa parte no descansase directamente sobre el fuste. Si uno se acerca un poco a la entrada, podrá ver que en el interior se conservan algunas columnas más.
6 y 7. CALLE CONDE DE TORRES CABRERA
Dejamos atrás el hotel y continuamos hasta la esquina que esta calle forma con la de Conde de Torres Cabrera. La siguiente columna se encuentra en la casa número 24 de esta última calle, la que un día fue el Hospital de los Desamparados. Está apoyada sobre una pequeña basa, y ambas lo están sobre lo que parece un marmolillo de los que se ponían en la parte baja de esquinas y fachadas, y que aún se pueden ver en bastantes calles del casco antiguo. Curiosamente, esta columna es prácticamente idéntica a la que acabamos de ver, quizás porque ambas procedan de un mismo edificio que, por qué no, bien pudiera ser la Domus romana cuyos restos aparecieron en las excavaciones arqueológicas que se efectuaron en el hotel en los años 90 del siglo XX.
![]() |
IMAGEN 8. La columna gemela. |
![]() |
IMAGEN 9. La misma columna en los años 30 del siglo XX. |
Giramos ahora a la izquierda y continuamos por la calle Conde de Torres Cabrera para detenernos en la parte trasera del convento de Capuchinas. En la parte baja de la esquina que éste forma con la calle Obispo Fitero podemos ver lo que podría ser un fragmento del fuste de una columna coronado por los restos de un capitel, o también o simple marmolillo de piedra que protege dicha esquina. Fuste o marmolillo, la cal o la pintura lo cubre por completo, así es como ya he metido la pata en alguna ocasión, y parafraseando a Mayra Gómez Kemp, «hasta aquí puedo leer».
![]() |
IMAGEN 10. ¿Columna o marmolillo? |
8 y 9. PLAZA DE SAN MIGUEL
Tomamos ahora la calle San Zoilo hasta desembocar en la plaza de San Miguel para ver los dos últimos casos de hoy. En la esquina de la casa número 1, ocupada por la centenaria taberna Casa el Pisto, tenemos otro caso sobre el que no me atrevo a asegurar que se trate de una columna. Si fuera así, la curvatura que se aprecia es tan abierta que tendría unas dimensiones considerables, pero seguramente se trate simplemente de una esquina de piedra redondeada que el hecho de no estar completamente cubierta por el zócalo y el enlucido posteriores le da la apariencia de columna.
![]() |
IMAGEN 11. ¿Esquina redondeada? |
Acabamos hoy en la iglesia de San Miguel. En la esquina derecha, desde el punto de vista de un observador situado frente a la entrada principal, podemos ver a media altura lo que parece un pequeño fuste o el fragmento de uno mayor, parcialmente cubierto de restos de distintas capas de pintura.
![]() |
IMAGEN 12. Lateral de San Miguel. |
Y ahora, como viene siendo costumbre después de estos paseos, es hora de sentarse en la terraza de una bar para tomarse una cerveza, un refresco o un café, depende de los gustos de cada uno y de la hora que sea, sin necesidad de abandonar la plaza. Nos vemos en el siguiente paseo.
Rafael Expósito Ruiz.
IMÁGENES
- Imagen 1: Sección de un plano de la Gerencia Municipal de Urbanismo, editada por el autor.
- Imagen 9: Fotografía publicada en 1934, en el Boletín de la Real Academia de Córdoba n.º 43.
- Resto de imágenes: Fotografías tomadas por el autor.