martes, 10 de mayo de 2022

Charles Nicolás, un bailarín de récord en Córdoba

      A finales de enero de 1928 el diario cordobés La Voz se hacía eco de un importante evento que iba a tener lugar en el ya desaparecido Teatro Duque de Rivas. El campeón de baile de resistencia, Charles Nicolás, haría su debut en nuestra ciudad bailando sin parar cuatro días y cinco noches, un total de 102 horas. Pero, ¿Quién era este fenómeno del baile que venía a deleitarnos con sus polkas, valses y chotis?


IMAGEN 1. Entrada al Teatro Duque de Rivas.



     Tan solo tres años atrás, Charles Nicolás era el anónimo propietario de una tienda de comestibles en la ciudad francesa de Metz. No sentía el más mínimo interés por el baile y ni tan siquiera tenía la figura que se le podría suponer a un bailarín, ya que pesaba 107 kilos. Tampoco es que decidiera en ningún momento comenzar a mover sus caderas a lo largo y ancho del planeta para perder peso y no fue sino la casualidad la que quiso que Charles se adentrara en este mundillo. Cierto día llegó a la ciudad donde residía un bailarín italiano que afirmaba ostentar el campeonato de resistencia en baile y que era capaz de hacerlo durante 50 horas seguidas. A Charles Nicolás le resultó curioso el dato y, más en broma que en serio, replicó que eso no tenía demasiada importancia y que él se comprometía a bailar durante 30 horas. El italiano vio la oportunidad de hacer negocio con la intervención del comerciante francés y le ofreció la suma de 2.000 francos si lograba superar la prueba. Charles Nicolás cumplió con creces lo prometido y la hazaña fue vista por su vecindario como una auténtica gesta.

IMAGEN 2. El bailarín y su mujer.
     Al día siguiente, mientras reflexionaba tras el mostrador de su humilde establecimiento sobre lo que acababa de suceder, pensó en lo fácil y rápido que había conseguido tal suma de dinero y el tiempo que le llevaría conseguirlo a base de vender azúcar y arroz, así es que sin pensárselo demasiado liquidó su negocio y comenzó a dedicarse a lo que más adelante le daría fama. Rápidamente hizo progresos, y poco tiempo después consiguió bailar durante 127 horas seguidas en París tras las cuales, habiéndose dejado atrás 27 kilos en el intento, quedó tan demacrado que ni su propia familia le reconocía. El éxito de la prueba lo llevó a iniciar una gira por la mayor parte del territorio francés para después pasar a Marruecos, donde fue capaz de bailar durante 216 horas en Orán y Argel así como 276 en Casablanca. En el verano de 1927 recaló en España, donde realizaría demostraciones de sus dotes en ciudades como Madrid, Valencia, Zaragoza, San Sebastián, Vigo, Málaga, Almería, Sevilla y, como no, Córdoba.

IMAGEN 3. Hora de comer.
     El debut en nuestra ciudad estaba fijado para las ocho de la noche del 31 de enero de 1928. El lugar elegido era el patio de butacas del Teatro Cine Duque de Rivas, en el paseo del Gran Capitán, que había surgido apenas cuatro años antes tras la reforma integral del antiguo Teatro Circo abierto en 1905 por Manuel García Lovera. Las reglas de la actuación eran bastante sencillas: Charles Nicolás bailaría durante 102 horas sin dormir contando, eso sí, con cinco minutos de descanso por cada hora de baile que marcaba el reglamento de este tipo de pruebas y que podría usar al momento o ir acumulándolos para más adelante; comería dos veces al día y se afeitaría sin dejar de moverse al ritmo de la música, mientras para el público asistente se proyectarían películas como "Palabras que queman" o "Tomasín va de caza".

IMAGEN 4. Descanso para un masaje.
     El evento comenzó a la hora prevista, previo levantamiento de un acta firmada por dos médicos y dos periodistas, y la primera de las parejas de baile de Charles Nicolás, que obviamente tenían que ir turnándose, fue su mujer. El francés, que vestía para estas ocasiones un cómodo pijama de rayas blancas y azules, estuvo moviéndose por el tablado levantado para el acto durante toda la noche sin hacer uso de los minutos de descanso reglamentarios y sin mostrar aparentemente fatiga o cansancio algunos. El público cordobés desfilaba a todas horas por el teatro para ver al bailarín que, cuando paró por primera vez para "arreglarse los pies", llevaba ya 28 horas de baile y apenas había consumido hasta entonces algunos minutos para descansar. En este tiempo su temperatura corporal había aumentado algunas décimas y había perdido kilo y medio de peso.

IMAGEN 5. Un chequeo durante la actuación.
     Sobre la una de la madrugada del día 3 de febrero Charles sintió fuertes punzadas en uno de sus pies, por lo que decidió usar alguno de los muchos minutos de descanso que llevaba acumulados para que los médicos le hicieran una revisión. Tras el reconocimiento, los doctores determinaron que la lesión sufrida le impedía continuar con la prueba, por lo que el espectáculo tuvo que ser suspendido cuando únicamente llevaba 53 horas de baile. Más tarde fue conducido al hotel en el que se hospedaba donde debería guardar reposo al menos tres o cuatro días.

     La lesión de Charles Nicolás, lejos de ser entendida como tal, levantó algunas suspicacias entre el público cordobés. El diario La Voz, que había venido anunciando el evento desde antes de que comenzara y que lo siguió durante el tiempo que duró, despachó el asunto con una columna publicada el mismo día 3 de febrero en la que, más que insinuar, aseguraba que el poco éxito en taquilla que estaba obteniendo la actuación del francés fue lo que provocó los calambres en su pie. Fingida o real, dicha lesión no impidió que Charles Nicolás continuase bailando por todo el planeta, haciéndolo durante 200 horas en Río de Janeiro dos meses después de haber pasado por Córdoba.


Rafael Expósito Ruiz.





DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica

IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía extraída del grupo de Facebook HISTORIA DE CÓRDOBA EN IMÁGENES.
- Imágenes 2 a 5: Fotografías realizadas durante una actuación de Charles Nicolás en el madrileño Teatro Maravillas, publicadas el 14 de Septiembre de 1927 en Mundo Gráfico. Biblioteca Digital Hispánica.

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