En la mañana del día 29 de abril de 1922 Rafael J., Juan Francisco S. y algunos trabajadores más, que habían finalizado el primer turno como camareros en el ya desaparecido Círculo Mercantil, en la avenida Gran Capitán, se disponían a acudir a la boda de uno de sus compañeros. Tras la ceremonia en la iglesia y un pequeño convite, varios de los asistentes entre los que se encontraban Rafael y Juan decidieron continuar la celebración visitando varias tabernas.
Imagen 1. El antiguo Círculo Mercantil. |
Al salir de uno de estos establecimientos surgió una fuerte discusión entre los dos tras la que llegaron a las manos, hasta que sus compañeros lograron separarlos.
Rafael, de 35 años , y Juan Francisco, de 23, llevaban prácticamente un año trabajando como camareros en el Círculo Mercantil y su relación se había visto salpicada de continuos roces por motivos de trabajo. En una ocasión, apenas un mes antes del suceso, ambos se encontraban con varios amigos en una taberna del barrio de la Fuenseca cuando Juan Francisco se excusó diciendo que tenía que salir pero que lo esperasen allí. Tardaba en regresar, pues resulta que se había ido con otros amigos a la taberna del Bolillo, justo en frente, lo que enfureció a Rafael que se enzarzó con él en una pelea que tuvieron que disolver sus acompañantes. Las discusiones entre ellos aumentaron desde entonces llegando hasta la misma mañana de la boda, cuando Juan Francisco se negó a ayudar a Rafael a recoger los toldos que daban sombra a la clientela del Círculo que se sentaba en la terraza exterior.
Imagen 2. Taberna La Fuenseca, entre Juan Rufo y Conde de Arenales. |
Antes de la ceremonia, como el novio aún no había llegado, los dos protagonistas y sus compañeros se fueron a una taberna cercana donde estuvieron tomando varias copas, a las que se sumarían las que tomaron después en el convite. Y como aún les parecería poco siguieron visitando tabernas hasta acabar en una en la Puerta de Osario. En esta última surgió la idea de irse al campo de paseo, para lo cual usarían un coche de alquiler que uno de los compañeros se ofreció a traer. Todos comenzaron a montarse en el mismo cuando llegó excepto Juan Francisco y Rafael, negándose a subir el primero si el segundo iba en el coche y el segundo si lo hacía el primero. Como se mencionó anteriormente, lo que comenzó como una discusión acalorada acabó con ambos rodando por el suelo entre golpes y puñetazos. Cuando los compañeros consiguieron separarlos, los dos contendientes se marcharon tomando direcciones opuestas para evitar males mayores y, mientras Juan Francisco se dirigía en solitario hacia la Puerta del Rincón, Rafael lo hacía con otros dos hacia el Paseo del Gran Capitán.
Imagen 3. Entrada a la calle Conde de Robledo desde Gran Capitán. |
Imagen 4. Antiguo Hospital de Agudos. |
La vista de este caso tuvo lugar el 6 de diciembre del mismo año en la Sala Primera de la Audiencia y, aunque se tuvo en cuenta que el homicidio se había realizado en un estado de embriaguez no habitual en Juan Francisco, este fue finalmente condenado a la pena de doce años y un día de reclusión, al pago de las costas del juicio y a indemnizar a los herederos del fallecido con cinco mil pesetas.
Dos años después del desgraciado suceso, Juan Francisco se casó con su novia en la capilla de la cárcel de Córdoba y un mes más tarde fue trasladado a la madrileña prisión de Ocaña para terminar de cumplir su condena.
Rafael Expósito Ruiz.
DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
- Sentencia del caso.
IMÁGENES
- 1, 3 y 4: fotografías extraídas del grupo de Facebook HISTORIA DE CÓRDOBA EN IMÁGENES.
- 2: fotografía extraída del grupo de Facebook CORDUBA.
AGRADECIMIENTOS
Al Letrado de la Administración de Justicia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Córdoba, así como al personal de la misma, por la amabilidad con que fui atendido y por facilitarme el acceso a la documentación de este desafortunado caso.
Muy interesante
ResponderEliminarGracias Tito, me alegra que te haya gustado.
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