miércoles, 16 de febrero de 2022

La calleja de San Francisco

     Dice la historia que el 29 de junio de 1236, día de San Pedro y San Pablo, el príncipe Abul-I-Casan entregó las llaves de una Córdoba abandonada a su suerte por el emir Ibn Hud y agotada por el asedio de las tropas del rey castellano Fernando III. Para conmemorar dicha fecha el rey fundó dos conventos, el de san Pablo que cedió a la Orden de los Dominicos y el de San Pedro el Real para los Franciscanos. Tras las desamortizaciones del siglo XIX, una parte del claustro de este último fue derribada y se estableció allí una fábrica de tejidos. En la actualidad aún siguen en pie la iglesia del convento, bajo la advocación de San Francisco y San Eulogio y reformada en el siglo XVIII, y la parte del claustro que se salvó y que fue rehabilitada y urbanizada en los años 80 del siglo pasado por el ayuntamiento, pasando a convertirse en una plaza pública. Al convento le precedía una plaza o espacio libre, el que todos conocemos como el Compás de San Francisco. El conjunto de Compás, Iglesia y Claustro forma uno de los innumerables rincones interesantes con los que cuenta nuestra ciudad.


IMAGEN 1. Iglesia de San Francisco y San Eulogio.



     Hay sin embargo otro elemento en este conjunto que seguramente pasa desapercibido para la mayoría de las personas que visitan la zona y que, como en mi caso hasta ahora, es probablemente desconocido por muchos cordobeses: la calleja de San Francisco. Teodomiro Ramírez de Arellano la cita brevemente en su obra Paseos por Córdoba de la siguiente manera:

     «Las dos puertas de este templo [San Francisco] tienen delante dos patios y entre ellos un callejón pegado al muro y cerrado por verja en ambos estremos, sirviendo únicamente para el desagüe de la caida de las canales».

     Estas líneas sacadas de la obra Paseos por Córdoba fueron publicadas en 1875 y parece que después la calleja quedó en el olvido. El desconocimiento de su existencia o quizás el hecho de que no fuera considerada como tal debe ser la causa de que no apareciera en ninguno de los planos conocidos de nuestra ciudad del siglo XIX ni en otros posteriores, y ni tan siquiera en la actualidad aparece reflejada en su totalidad en los planos de la Gerencia Municipal de Urbanismo o del Catastro, en los que únicamente se puede apreciar el tramo final de la misma.

     El caso es que la calleja, aunque siempre estuvo allí, volvió a aparecer a mediados del siglo XX. Un documento custodiado en el Archivo Municipal de Córdoba, bajo el nombre de "Expediente referente al presupuesto formulado por el Sr. Arquitecto Mpal. para arreglo calleja descubierta en Patios San Francisco", así lo atestigua. Dicho presupuesto, presentado el 26 de agosto de 1951 por Víctor Escribano Ucelay y aprobado el 5 de octubre, contemplaba la reparación de recalzos de muros y emparchados, reparación de enlucidos y limpieza y blanqueo a la cal, por un importe de 3.000 pesetas.


IMAGEN 2. La calleja descubierta en 1951.



     En octubre del mismo año el arquitecto tuvo la feliz idea de tomar una instantánea de la calleja, la cual está custodiada en el Archivo Municipal de Córdoba desde la cesión en 2018 por parte de sus descendientes de su fondo fotográfico. En el reverso de la fotografía puede leerse "calleja descubierta por mi". Hasta entonces la entrada a la citada calleja había estado oculta tras una celosía en la fachada principal de la iglesia de San Francisco.


IMAGEN 3. Fachada de la iglesia y vista ampliada de la celosía.



     La calleja corre en línea recta paralela al muro sur de la iglesia y, tras girar a la derecha y después a la izquierda, finaliza en un estrecho patio que tiene salida a la calle San Francisco. Tras su rehabilitación, el hueco que cubría la celosía fue agrandado hasta el suelo y cerrado con una cancela, al igual que el otro extremo de la calleja.


IMAGEN 4. Trazado de la calleja y patio al que desemboca.


    
IMAGEN 5. Entrada a la calleja desde el Compás e interior de la misma.


     
IMAGEN 6. Salida de la calleja al patio y acceso al mismo desde la calle San Francisco.




         En la actualidad, al igual que en tiempos de Ramírez de Arellano, la calleja no es transitable y su acceso permanece cerrado, del mismo modo que ocurre con otras como la calleja de los Arquillos o una parte de la del Marqués del Villar, aunque siempre habrá tiempo de solicitar el permiso al organismo adecuado para poder visitarla.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Paseos por Córdoba de Teodomiro Ramírez de Arellano.
- Archivo Municipal de Córdoba.

IMÁGENES
- Imágenes 1, 5 y 6: Fotografías realizadas por el autor.
- Imágenes 2 y 3: Fotografías pertenecientes al Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 4: Google Maps.

3 comentarios:

  1. Jamás me había fijado en esa cancela...Sin duda la visitaré!!
    Muchas gracias Rafael por esta entrada maravillosa

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    1. Gracias a ti por tus palabras, Mari Ángeles. Por supuesto que no será una molestia que me acompañes si algún día me decido a solicitar el permiso para visitarla.

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  2. Ah, y si pides permiso para visitar esta o la del marques del villa (la de arquillos ya estuve) cuenta conmigo para acompañarte si no te molesta

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