viernes, 15 de abril de 2022

Victoria Kent: una Directora de Prisiones de visita en la cárcel de Córdoba


IMAGEN 1. Victoria Kent.
     El 19 de abril de 1931 el gobierno de la recién proclamada Segunda República Española nombraba a la abogada malagueña Victoria Kent Siano como Directora General de Prisiones, en sustitución del depuesto José Bethancour. Su empeño por introducir reformas que humanizaran nuestro sistema penitenciario la llevaron a visitar numerosas cárceles en el territorio nacional para comprobar el estado de las mismas y las condiciones en que se hallaban los presos.

     La visita a la Prisión Provincial de Córdoba, establecida en el antiguo Alcázar, venía precedida por una denuncia sobre los malos tratos a que eran sometidos los presos en la cárcel de nuestra ciudad así como la lamentable calidad de la comida, por lo que telefoneó al director de la prisión para que cesara en su cargo y entregase el mando al subdirector hasta que se depuraran responsabilidades. La llegada estaba prevista para la una de la tarde del 4 de junio de 1931 pero una avería en el automóvil que la trasladaba desde Madrid hizo que esta se alargase hasta las cuatro.

IMAGEN 2. Vista lateral del Alcázar.
     Una vez en Córdoba se dirigió hacia el Hotel Regina, donde iba a alojarse, y tras almorzar y reponerse unos minutos del largo viaje se subió a un coche con el gobernador civil Mariano Gómez de Andía y el presidente interino de la Audiencia Provincial Agustín Aranda, con los que se trasladó a la cárcel para realizar su inspección. A su llegada la esperaba una guardia formada por el Regimiento de Lanceros de Sagunto, el director accidental de la prisión Leopoldo Elices, el médico y el maestro de la misma, el juez militar Carlos Silva, el alcalde Eloy Vaquero, los concejales Rafael de la Hoz y Francisco Quesada, el inspector de enseñanza Mariano Amo, varios periodistas y un nutrido grupo de mujeres que la vitorearon con entusiasmo, en su mayoría familiares de los presos. Tras la presentaciones de rigor, la comitiva accedió a la parte de Alcázar destinada a prisión a través del patio. En este se hallaban los presos formados en fila y Victoria Kent los animó a que le expusieran cualquier queja que tuvieran, asegurando que todas ellas serían atendidas. Rafael Cantos, uno de los reclusos, le hizo entrega de un ramo de claveles y le pidió que intercediera por él en relación a su arresto a causa de un atraco a la armería El Sport.

IMAGEN 3. Rafael Cantos
entega un ramo de claveles
a Victoria Kent.
       La inspección de lo que una vez fue la cárcel de la Inquisición sirvió para constatar una realidad que era común a la mayoría de prisiones de España: los dormitorios de los reclusos, más semejantes a cuevas que a otra cosa, eran antros sin ventilación y apenas luz, y el único mobiliario consistía en algunas mantas harapientas y colchonetas casi vacías de relleno. El resto de las instalaciones no ofrecía mejor aspecto, y rastrillo, celdas, enfermería y demás dependencias presentaban unas condiciones higiénicas deplorables. De nuevo en el patio la Directora de Prisiones pidió que se repartiera la comida de la tarde para comprobar el tipo, variedad y cantidad de la misma, así como inspeccionar al personal de cocina. El rancho de ese día consistía en potaje de judías y garbanzos con patatas y pescada frita, y a Victoria Kent le pareció reglamentario y bien condimentado, aunque mejorable. Se extrañó de que los presos usaran cucharas de palo y no de metal, pero el señor Elices le aclaró la cuestión asegurando que la razón era evitar que se pudiesen fabricar armas cortantes o punzantes con ellas y que era costumbre en todas las cárceles. También tuvo la oportunidad de charlar y atender las reclamaciones de varios reclusos en el despacho médico, lo que sirvió para demostrar que la acusación de malos tratos a los presos carecía de fundamento, por lo que se comprometió a reponer al director de la prisión en su cargo a la mayor brevedad.

IMAGEN 4. Victoria Kent disponiéndose a probar el "rancho".


     Victoria Kent abandonó la cárcel a las ocho de la tarde, aunque sin haber tenido tiempo de revisar la zona destinada a las mujeres. Antes de marcharse dio órdenes al alcalde para que se comprase inmediatamente lana vegetal para los míseros colchones de los presos así como para que se subsanasen otras deficiencias que había encontrado. Le expuso además la necesidad de construir inmediatamente un nuevo edificio para dar cabida a la prisión y su determinación, una vez de vuelta en Madrid, de enviar un oficio al Ayuntamiento de Córdoba solicitando la cesión de los terrenos necesarios para tal fin.

IMAGEN 5. Hotel Regina, en la actual Ronda de los
Tejares.
     A las diez de la noche la Directora de Prisiones recibió en el Hotel Regina a los periodistas que la habían acompañado en su visita a la cárcel, a los que les ofreció las siguientes declaraciones:

     «He sacado una impresión tristísima y dolorosa, pues el edificio no reúne ni la más elemental condición higiénica. Los reclusos tienen que estar verdaderamente hacinados. Es de absoluta y urgente necesidad la construcción de un edificio para cárcel, y Córdoba no puede tolerar el vergonzoso espectáculo de aquella prisión inmunda. 
     Ya el alcalde me ha ofrecido que el Ayuntamiento dará las mayores facilidades y en ese caso las obras podrían comenzar rápidamente. Como es un deber de humanidad sacar de donde se encuentran los presos, estudio su traslado inmediato a algún edificio que tenga condiciones, hasta tanto que se construya la nueva cárcel. Es preciso ver la forma de habilitar para cárcel algún cuartel de los que han de quedar desocupados, para que los presos se trasladen, mientras duren las obras del nuevo edificio penitenciario.
     Ya he dado orden para que mañana mismo se adquieran colchones y ropas y se mejore en lo posible el régimen de comidas. La vida en la prisión ha quedado normalizada y no he podido comprobar que existieran malos tratos, por lo que es de esperar que el expediente que se le instruye al director se resuelva favorablemente».

IMAGEN 6. Portada del diario La Voz.
      A la mañana siguiente realizó un temprano y fugaz recorrido por la Mezquita y, tras visitar durante una hora y media la redacción del periódico Política, salió de Córdoba con dirección a Málaga para su siguiente inspección penitenciaria.  
     Victoria Kent dimitió de su cargo tan solo un año después de haberlo ocupado, forzada por una implacable campaña de prensa en su contra a raíz de varias huelgas de hambre protagonizadas por presos políticos en Pamplona y Vitoria así como por varias fugas de presos, al parecer por la falta de eficiencia y disciplina de los funcionarios de prisiones. La nueva prisión de Córdoba, la que algunos hemos conocido como "la cárcel de Fátima", no se hizo realidad hasta 1941 y la abogada y política malagueña nunca llegó a verla, ya que tras el golpe de Estado que sumió a España en una guerra fratricida tuvo que exiliarse a Francia. Nuestra ciudad le mostró su agradecimiento hace algunos años al dedicarle una calle en la zona comprendida entre la avenida de la Arruzafilla y la calle Santa María de Trasierra, junto a otras personalidades femeninas como María la Judía, Alfonsina Storni, María Montesori o Marie Curie.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica
- Wikipedia

IMÁGENES
- 1, 3 y 4: Fotografías publicadas en la revista Crónica (n.º 135, 12 de junio de 1932). Biblioteca Digital Hispánica.
- 2: Colección Luque Escribano, Archivo Municipal de Córdoba.
- 5: Fotografía extraída del grupo de Facebook Historia De Córdoba en Imágenes.
- 6: Portada del diario La Voz (n.º 4125, 6 de junio de 1931). Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.

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