Hace varios meses que vimos en una entrada anterior doce ejemplos de calles cuyos nombres hacían referencia a la existencia en ellas o en sus cercanías de un horno. Vamos a ver ahora aquellas que se quedaron en el tintero.
13. HORNO DEL AGUA
Dice Francisco Román Morales en la obra que le dedicó a las calles de nuestra ciudad, que este topónimo seguramente hace alusión a la existencia de un horno de pan o tahona en esta calle, que en el plano de 1881 aparece bajo el nombre de calle del Agua, lo que podría deberse a las lagunas que se formaban en ella a causa del agua de lluvia que corría desde la plaza de los Padres de Gracia. En esta plaza comienza la calle de que hablo, finalizando en la calle Queso. Con esta última y con la calle Ciegos forma una cruz, hecho por el que a esta zona se la conoció antiguamente como Cruz de San Lorenzo.
14. HORNO DEL CAMELLO
Esta es la antigua denominación de la actual calle Diego Méndez. Parte desde el cruce con las calles Santa Inés, Encarnación Agustina y Duque de la Victoria para terminar en la de Muñices. Dice Ramírez de Arellano que su nombre proviene de la existencia de un horno en la casa por bajo de la que corta la esquina de Muñices con Diego Méndez, probablemente en el actual número 10 de esta última, y que el autor identifica con la casa solariega de los Góngoras. Añade además que en este horno había un camello destinado al transporte de enseres. No parece que Córdoba fuera el sitio adecuado para tener un camello como animal de carga, por mucho calor que haga en nuestra tierra, por lo que quizás el nombre de esta calle podría hacer referencia al Arroyo del Camello. Según José López Amo, en su obra de 1876 Fuentes y Cañerías, los religiosos del convento de Santa María de Gracia tenían la obligación, a cambio de otras concesiones, de ceder a la ciudad una paja de agua procedente de las que poseían, entre las que se encontraban las de los arroyos de la Hormiguilla y del Camello, y transportarla a través de la cañería de la Puerta de Plasencia hasta la plaza de San Lorenzo. Bien por la cercanía al mismo o porque se hubiera surtido con sus aguas, el horno habría terminado adoptando su nombre.
15. HORNO DE CASTRIL
Así se conocía anteriormente a la actual calle Consolación, que transcurre entre el Paseo de la Ribera y el tramo inicial de la calle Mucho Trigo. La referencia al horno debe de venir de muy antiguo, según palabras de Ramírez de Arellano, y ni siquiera aparece en los primeros planos de Córdoba, en los que la denominación de la calle es ya Consolación o Nueva de Consolación, esta última para distinguirla de la calle del Tornillo que también ostentaba este nombre. El apellido Castril tiene un origen judeoconverso, apareciendo varios individuos así llamados en documentos inquisitoriales del siglo XV. Es probable que alguno de los miembros de esta familia de mercaderes y traperos fuese en algún momento propietario de un horno o de una vivienda en esta calle, dándole el nombre a la misma. El nombre actual hace referencia a una imagen de Nuestra Señora de la Consolación que estuvo colocada allí.
16. HORNO DE LA CRUZ VERDE
Bajo este nombre encontramos la actual calle Travesía de Barrionuevo en el plano de 1884 de Dionisio Casañal. Une el encuentro de las calles Cruz Verde y Ravé, que son la una continuación de la otra, con la calle Barrionuevo. Asegura Ramírez de Arellano que en ella había una cruz de gran tamaño en la esquina, con un brazo apuntando a cada calle, lo que sería señal de pertenecer a la casa del Tribunal de la Inquisición. Aunque este autor no dice nada al respecto, doy por hecho que también tuvo que haber un horno en esta calle que, junto con la cruz, acabaría por darle nombre a la misma.
17. HORNO DE DOS PUERTAS
Según Ramírez de Arellano esta era la denominación que antiguamente tuvo la actual calle Tornillo sin entrar en más detalles, aunque el nombre es bastante explícito y seguramente se referirá a la existencia de una casa-horno con dos entradas, o quizás el horno en sí era doble. La calle arranca desde el cruce con las calles Armas, Maese Luís y Sánchez Peña y finaliza en el que hace con las calles Candelaria y Padre Cosme Muñoz. El nombre que lleva hoy en día hace referencia a la existencia de un pequeño torno, o tornillo, en la Ermita de la Consolación, por el que eran introducidos los bebés abandonados para que quedaran al cuidado de los religiosos. Esta ermita había sido Casa de Expósitos en dos ocasiones, entre 1586 y 1599, y entre 1642 y 1816, año en que esta función pasó al Hospital de San Sebastián en la calle Torrijos.
18. HORNO DE MAQUEDA
Nos encontramos ahora en la calle Doña Engracia, que parte desde la plaza de la Almagra y, rodeando una pequeña manzana de solo cuatro casas, vuelve a salir a la calle Escultor Juan de Mesa. Hacia la mitad de la calle aproximadamente existe una plazuela que es la que recibiría este nombre. En el plano de Karvinski de 1811 aparece como plaza del Horno de Moreda, y como plaza de Doña Engracia u Horno de Moceda en el de Montis de 1851. Según Ramírez de Arellano, la denominación Horno de Maqueda, que supongo será una deformación o malinterpretación de Moreda y Moceda, vendría dada por un horno que existía en un callejón sin salida que se encuentra en la plaza.
19. HORNO DE LA PÓLVORA
En el barrio de Santa Marina encontramos la actual calle Jurado Aguilar, que va desde la calle Zamorano hasta la plaza de Don Gome. El primer tramo aparece denominado en los planos de Montis, de 1851 y 1868 como Horno de la Pólvora y, aunque Ramírez de Arellano la menciona, no da explicación alguna acerca de la procedencia de este nombre. No soy un entendido en la materia, pero intuyo que tener pólvora cerca de un horno no debe de ser muy buena idea.
20. HORNO DE SAN AGUSTÍN
La actual calle Huerto de San Agustín arranca desde la plaza del mismo nombre y desemboca en la de Alonso Gómez de Sandoval. Según Francisco Román, que a su vez toma las palabras de Ramírez de Arellano, su nombre proviene de la existencia allí de la puerta de acceso al huerto del Convento de San Agustín y, por la misma razón, anteriormente se había denominado calle del Horno de San Agustín.
21. HORNO DE SORIA
Entre los varios nombres que ha tenido la actual calle Diego de León, que une la plaza de las Tendillas con la calle Alfonso XIII, está el de Horno de Soria. Asegura Ramírez de Arellano que tal denominación proviene de un horno que existió en esta calle y que fue derribado para construir la plaza de Mármol de Bañuelos. Su nombre actual hace referencia a un militar cordobés que, tras unirse en 1841 al alzamiento de O'Donell contra Espartero, fue detenido y fusilado.
22. HORNO DEL VEINTICUATRO
Esta calle, que mantiene el nombre con el que aparece ya señalada en el plano de Karvinski de 1811, une la plaza del Pintor Rafael Botí con la calle Moriscos. Aunque Ramírez de Arellano no menciona el origen de dicho nombre, según Cordobapedia haría alusión a un Caballero Veinticuatro. Francisco Román, además de esta opción, ofrece la de que el horno se encontrara en el número 24 de esta calle, algo así como el Chavo del Ocho, que no sabemos si tenía ocho años o vivía en el número 8.
23. PLAZUELA DEL HORNO
Con esta denominación se conoció anteriormente a la plaza de Chirinos, que va desde la plaza de los Carrillos hasta la confluencia de las calles Caño y Manuel de Sandoval. Tantos en los planos de 1811 del barón Karvinski como en el de 1851 de José María de Montis, el tramo que va desde dicha confluencia hasta el ensanche central viene señalado igualmente como calle del Horno. Parece obvio que debió existir uno en esta plaza que fue el que le dio tal denominación.
24. HORNILLO
Situada en el barrio de San Lorenzo, esta calle une las de Costanillas y Humosa. Ni Ramírez de Arellano ni Francisco Román aclaran el origen de su nombre, aunque este último apunta la posibilidad de que en alguna de las casas de esta calle existiera un horno de pequeñas dimensiones.
25. HUMOSA
Esta calle comienza desde el extremo de la calle Hornillo para finalizar en la de Obispo López Criado. Asegura Ramírez de Arellano que su nombre se debe a un horno mal construido que siempre la tenía llena de humo. En los planos de 1811 y 1851 aparece señalada como calle de la Humosa y de las Humosas respectivamente, para aparecer con el nombre que actualmente lleva en el plano de 1884 de Dionisio Casañal.
Rafael Expósito Ruiz.
DOCUMENTACIÓN
- Las calles de Córdoba, Francisco Román Morales.
- Paseos por Córdoba, Teodomiro Ramírez de Arellano.
FOTOGRAFÍAS
- Realizadas por el autor.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRafaHell, fenomenal el repaso a todas las calles cuya nomenclatura lleva la palabra Horno, que complementa la primera entrega, y que posiblemente pueda haber una tercera. Estos trabajos de investigación no tienen precio. Seguro que si te los encargara alguien por dinero le dirías que no tienes tiempo. A mi me ha pasado en alguna cuestión. Yo mantenía unas estaciones repetidoras de radio, instaladas en la sierra, que me obligó en alguna ocasión a subir a la misma de noche y con tormenta (obligar es un decir) para repararla y que los usuarios, radioaficionados, pudieran seguir usándolas para sus tonterías muchas veces insulsas. Pensábamos entonces, esto no lo encargan por dinero y se lo puede meter allí el encargante si lo hubiere. Por eso no tiene precio. Un ricachón en cierta ocasión me dijo de ir a repararle una antena de TV a un cortijo, que ya había reparado antes y la habían manipulado. le dije que no iba, y ante la conversación me dijo que lo que costara, que tenía dinero para enterrarme en duros, y le dije que si que sabía que tenía dinero suficiente para enterrarme en duros, pero no el suficiente para que yo fuese otra vez a su cortijo. No fui y se llevo una lección de que el dinero no sirve a mucha gente ni para determinadas cosas. Enhorabuena RafaHell hoy por hoy estás a la cabeza en la investigación de la historia de la ciudad. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Paco. Lo cierto es que verdaderamente no tengo mucho tiempo para esto, pero me encanta y le dedico cualquier momento libre que encuentro. La anécdota de la antena me ha recordado a otra que cuentan sobre Camarón, que se negó a ir a una fiesta privada de Mick Jagger porque el no cantaba para señoritos que no entendían nada de flamenco. Es verdad que el dinero no lo compra todo, pero mal repartido puede hacer mucho daño. A la cabeza de la investigación de la historia de la ciudad está un señor llamado Paco Muñoz, los demás tan solo intentamos seguir su estela.
EliminarES LA PRIMERA VEZ QUE PONGO UN COMENTARIO...Y VOY A APROVECHAR PARA FELICITARTE A TI Y A PACO..AL CUAL NUNCA HE TENIDO VALOR DE FELICITAR(UNA VEZ POR LA CALLE IVA CON SU SRA. Y LE ESPETE ALGO...PERO MUY COTADO)A TI DECIRTE QUE TE CONOCI DESPUES PERO NO QUITA QUE ME QUITEIS MI DESCANSO AMBOS DOS....TE FELICITO Y LOS "PAQUETITOS" QUE HACES DE COLUMNAS -HORNOS -CALLES DE OFICIOS...ETC....DE 9.90 PARA ARRIBA...MUCHAS FELICIDADES Y SIGUE DISFRUTANDO QUE CON TU DISFRUTE NOS HACES EMBELEZARNOS CONTIGO...GRACIAS
ResponderEliminarFALITOMG, agradezco muchísimo tus palabras. Cuando hablas de Paco supongo que te refieres a Paco Muñoz, no lo conozco personalmente pero, como a ti, a mi también me quita el descanso. Me alegro que te gusten las historias de este blog y que disfrutes con ellas, al igual que yo disfruto escribiéndolas. Un abrazo.
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