jueves, 25 de marzo de 2021

Calles de Córdoba: el horno del Duende, el del Cristo y algunos hornos más

      Dice la RAE en su primera definición acerca de la palabra "horno": Construcción de piedra o ladrillo para caldear, en general abovedada y provista de respiradero o chimenea y de una o varias bocas por donde se introduce lo que se trata de someter a la acción del fuego. Obviamente no vamos a tratar aquí de los hornos pirolíticos o de los que tienen función de microondas, no se ha transformado este blog en uno de cocina, sino de aquellos que se adaptan a la definición inicial, aquellos en los que antiguamente se trabajaban panes, ladrillos, yeso o picón y que llegaron a denominar  algunas de las calles de nuestra ciudad. En la actualidad aún contamos con bastantes ejemplos de esto, vamos a ver unos pocos.



1. HORNO
     Enclavada en el barrio del Campo de la Verdad-Miraflores, la actual calle Horno parte desde la de Santo Cristo y finaliza en la Plaza Tejar. En el plano de Karvinski de 1811 aparece como calle y plaza del Horno aunque, seguramente por error, este nombre aparece escrito sobre la actual calle Espalda Santo Cristo. Posteriormente, en el plano de 1851 de Montis, el nombre de la calle se encuentra en su sitio correcto, apareciendo después en el plano de 1884 de Casañal como calle del Horno Viejo, seguramente para diferenciarla de las otras que tenían tal apelativo. Según cuenta Teodomiro Ramírez de Arellano en su obra "Paseos por Córdoba", el nombre proviene de un horno de ladrillos que habría estado ubicado allí. 

Calle Horno.




2. HORNO FERRAGUDO
     La calle Amparo, conocida en Córdoba por conservar aún los restos de la fachada de la Ermita del mismo nombre, donde una vez estuvo el Hospital de la Lámpara, es la que en 1811 aparece señalada como calle del Horno Ferraqudo. En el plano de 1851 aparece además bajo esta denominación una pequeña plaza, hoy desaparecida. Ramírez de Arellano nos cuenta que el nombre de dicha plaza es Ferro Agudo, y que responde al nombre del propietario de un horno que aún existía cuando escribió sus "Paseos por Córdoba", y en cuya fachada existió hasta 1841 una imagen de San Antonio de Padua. En un expediente de 1861 del Archivo Municipal de Córdoba se le da a la calle Amparo el apelativo de Ferragudos y, curiosamente, desde la plazuela antes mencionada se accedía a la desparecida calleja del Mal Fraile, escenario de las andanzas de un tal Antonio Ferragut, hijo del militar catalán afincado en Córdoba don Pedro Ferragut. Da la impresión de que Ramírez de Arellano no relacionó Ferro Agudo con Ferragut o que desconocía esta historia cuando escribió "Paseos por Córdoba", aunque él mismo la narró más tarde en verso en la obra "Romances histórico-tradicionales de Córdoba".

Calle Amparo.




3. HORNO DEL GUIRAL
     Si bajamos por la calle Cabezas en dirección al cruce con Rey HerediaBadanillas y Caldereros, encontraremos a la izquierda una calle sin salida en la que podremos ver un azulejo que nos indica que estamos en la calleja del Horno de Guiral. Según Ramírez de Arellano el nombre provenía de la casa solariega de la familia de este apellido, entre los que podemos encontrar a varios Caballeros Veinticuatro desde principios del siglo XVII como Martin González de Guiral. Es de suponer que en esta calleja, que en la actualidad ha adoptado la numeración de la calle Cabezas, debió de existir en algún momento un horno, de lo contrario no tendría sentido su nombre.

Antigua calleja del Horno del Guiral.




4. HORNO DE PORRAS
     Esta pequeña calle une las de Caldereros y Cardenal González. No hay mucha información acerca del origen de su nombre, y Ramírez de Arellano se limita a decir que en el siglo XVII alguien apellidado Porras era propietario de un horno de pan en dicha calle. El nombre aparece en el plano de Karvinski de 1811, aunque está escrito sobre el tramo que corresponde a la calle Caldereros.

Calle Horno de Porras.




5. HORNO DEL CRISTO
     Esta calle del barrio de La Catedral se encuentra entre la plaza de Jerónimo Páez y la calle Rey Heredia. Su nombre hace referencia a la imagen de un cristo que se hallaba hasta 1842 en la fachada de un horno situado en esta calle y que posteriormente fue trasladado a su interior. En el plano de Karvinski de 1811 aparece bajo la denominación calle del Cristo, teniendo después en el plano de Montis de 1851 el nombre que ostenta en la actualidad.

Calle Horno del Cristo.




6. HORNO DEL JABÓN
     En este caso, la calle que llevó tal nombre es la actual Conde y Luque, que baja desde la plaza de la Agrupación de Cofradías hasta la calle Deanes, en el barrio de la Catedral. Parece ser que el origen de esta denominación es una fábrica de jabón que estuvo instalada en una de sus casas. Aunque en el plano de 1811 la calle aparece sin nombre, tanto en el de 1851 de Montis como en el de 1884 de Casañal viene denominada como de los Ángeles, por lo que el topónimo de Horno del Jabón seguramente sea anterior. En el Archivo Municipal de Córdoba hay un expediente de 1531 relativo a la obligatoriedad de fabricar jabón de buena calidad en las "dos almonas", y no solo en una como se estaba haciendo. Quizás una de esas dos almonas, que no eran otra cosa que fábricas de jabón, pudiera ser la de la calle en cuestión.

Calle Conde y Luque.




7. HORNO DE LOS LADRILLOS
     Esta denominación se corresponde con la actual calle San Basilio, en el barrio del mismo nombre aunque también conocido como del Alcázar Viejo, al menos desde 1811, año en que aparece señalada con este nombre en el plano de Karvinski. En el plano de 1851 la denominacion afecta tan solo al primer tramo de la calle, partiendo de la plaza Campo Santo de los Mártires, estando el segundo tramo señalado como calle de Belén. Parece obvio que en esta calle debió haber en su día un horno que se dedicaba a la cocción de ladrillos.

Calle San Basilio.




8. HORNO DE LA TRINIDAD
     Nace en la calle Valladares y desemboca en la plaza de la Trinidad. Tanto Ramírez de Arellano en "Paseos por Córdoba" como Francisco Román Morales en "Las calles de Córdoba" dan por hecho que el nombre de la calle obedece a la existencia en la misma de un horno, aunque el segundo añade que se trataría de uno de pan o tahona. Bajo esta denominación, que es la que mantiene en la actualidad, aparece ya señalada en el plano de 1811.

Calle Horno de la Trinidad.




9. HORNO QUEMADO
     La actual calle Pérez de Castro, que nace en la plaza de Ramón y Cajal y desemboca en la calle Eduardo Dato, aparece dividida en dos en el plano de 1881. El primer tramo, denominado en el mismo como calle de la Marquesa Vieja, iría desde la plaza de Ramón y Cajal hasta el ensanche del que parte la calle Duque de Fernán Núñez (plaza de los Guzmanes en el plano); el segundo tramo, desde este punto hasta la calle Eduardo Dato, está nombrado como calle Empedrada. Tanto Ramírez de Arellano como Román Morales apuntan el dato de que antiguamente se la conoció como calle del Horno Quemado, sin especificar a cual de los dos tramos afectaría tal denominación. El nombre actual de la calle, que está vigente desde 1862,  hace referencia al caballero Alonso Pérez de Castro, que participó en la conquista de la ciudad en 1236.

Calle Pérez de Castro.




10. HORNO DE SAN JUAN
     Esta calle nacía y moría en la actual calle Sevilla, rodeando un edificio en el que se encontraba un horno de pan, y que fue derribado para construir la plaza del Doctor Emilio Luque. La proximidad de esta calle a la parroquia de San Juan, en la plaza del mismo nombre, es la que le dio esta denominación, que aún aparece en planos de Córdoba de 1920.

Plaza del Doctor Emilio Luque.




11. HORNO DEL DUENDE
     Hablamos ahora de la calle Francisco del Rosal, que parte de la de Hermanos López Diéguez y acaba como calleja sin salida tras atravesar la de Manchado. Parece ser que inicialmente el horno y el duende iban cada uno por su lado, ya que en el plano de 1811 la calle Manchado aparece como calle Duende y la de Francisco del Rosal como calle del Hornero. En en plano de 1851 se la denomina Horno de las Imágenes y finalmente en el de 1884 aparece ya como Horno del Duende. Aparentemente las denominaciones iniciales de Duende y Hornero se unieron para designar a la calle de la que estamos hablando y, el pueblo o Ramírez de Arellano, dejaron volar su imaginación para contarnos que el nombre obedece a que cuando el horno se construyó se hizo de tan mala manera que no funcionaba, achacando esta circunstancia a un duende que habitaba la casa. Según expedientes del Archivo Municipal de Córdoba el horno, situado junto con un huerto en la casa número 1, fue vendido por los hermanos José y Francisco Muñoz Gómez a Amadeo Rodríguez en 1883, siendo posteriormente expropiado a este último por el Ayuntamiento en 1894. Cuatro años más tarde, en 1898, el nombre de la calle fue sustituido por el que lleva en la actualidad, en referencia al lingüista cordobés del siglo XVI Francisco del Rosal.

Calle Francisco del Rosal.




12. HORNO DE HOCES
     La actual calle Polichinela une las de Santa María de Gracia y Abejar, en el barrio de San Andrés-San Pablo. Aunque en los planos de 1811 y 1851 se la denomina como Cruz verde, apareciendo con el nombre de Puchinela la calle sin salida que parte de ésta, ya en 1884 la encontramos bajo este último topónimo, que sería una deformación del término Pichelera, según Ramírez de Arellano, y que haría referencia a una mujer que fabricaba picheles, una especie de vasos de metal. La denominación Horno de Hoces vendría dada por uno que aún existía cuando este autor escribió sus "Paseos", y que habría pertenecido a la familia de dicho apellido.

Calle Polichinela.




     Esto es solamente una muestra de las calles que tuvieron o tienen en Córdoba el nombre de un horno. Aún quedan más de las que hablar pero, para no extendernos más por hoy, lo dejaremos para una próxima entrada.


Rafael Expósito Ruiz.





DOCUMENTACIÓN
- Las calles de Córdoba, Francisco Román Morales.
- Paseos por Córoba, Teodomiro Ramírez de Arellano.

FOTOGRAFÍAS
- Realizadas por el autor.

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