El Centro Específico de Educación Especial Virgen de la Esperanza realmente es especial. Lo es porque su nombre así lo indica, lo es porque tengo la inmensa suerte de tratar a diario con alumnos y profesores y puedo dar fe de ello, y lo es además por el terreno que ocupa. Para los que no lo conozcan, este colegio se encuentra en la calle Encarnación Agustina, una calle pequeña que parte desde la plaza de Regina hasta la calle Duque de la Victoria por el lado de los números impares y hasta la calle Santa Inés por el de los pares. Y al referirme a "números impares" debería decir mejor "número impar", pues el colegio ocupa la totalidad de ese lateral de la calle.
IMAGEN 1. Esquina de las calles Regina y Encarnación Agustina. |
El edificio, para el que se haya parado alguna vez a contemplarlo, también resulta especial, sobre todo si nos fijamos en el curioso cerramiento que rodea al patio del colegio y que parece pertenecer a una época muy anterior. Esta especie de anacronismo arquitectónico se debe a que lo que rodea a dicho patio no es sino la parte inferior de la fachada de la antigua Escuela de Veterinaria que, como reza en una placa formada por azulejos, ocupó esa parcela desde su establecimiento en 1847 hasta que fue trasladada al nuevo edificio de la avenida Medina Azahara, sede actual del Rectorado. Pero esta fachada ya existía antes que la Escuela, así es que vamos a hacer un repaso a los edificios que han ocupado esta manzana en los últimos cinco siglos.
Cuenta Teodomiro Ramírez de Arellano que en el siglo XVI (en otro sitio se apunta la fecha de 1601) el Venerable Juan Sánchez emprendió la fundación de una casa beaterio con la finalidad de recoger en ella a todas las mujeres de vida licenciosa, en la misma parcela que estamos tratando. El beaterio estuvo funcionando bajo el nombre de Santa María Egipcíaca, aquella ermitaña nacida en la tierra de los faraones que se retiró al desierto tras una intensa vida de prostitución, hasta 1636 en que pasó a convertirse en un convento de monjas de la orden de San Agustín. A partir de ese momento tomó el nombre de Encarnación Agustina, denominación que finalmente adoptaría la calle en la que se encuentra aunque entre la población se refirieran a ella como la de las "Recogidas" o "Arrecogidas", a causa de sus peculiares inquilinas.
IMAGEN 2. Recreación del plano de los franceses de 1811. En color, zona aproximada en la que estaría ubicado el convento. |
En 1804 la fiebre amarilla asoló Córdoba, y las religiosas del convento sufrieron también sus terribles efectos. De las diecinueve que lo componían tan sólo sobrevivieron cuatro, número insuficiente para mantener una congregación, por lo que tuvieron que ser trasladadas, en un principio a la Alameda del Obispo y posteriormente al convento de Nuestra Señora de las Nieves, en lo que en la actualidad es la sede del Círculo de la Amistad de la calle Alfonso XIII. Muchos años después, el 20 de enero de 1874, sería enterrada Josefa Cabrera y Castillo, fallecida a la edad de ochenta años en el convento de Santa Marta y la última de estas cuatro supervivientes que aún quedaba con vida. Una vez abandonado el edificio de la calle Encarnación Agustina, el obispo Pedro Antonio de Trevilla se hizo cargo del mismo, levantando la extensa fachada que abarcaba las calles de Duque de la Victoria, Encarnación Agustina y Regina y cuyos restos aún pueden contemplarse en la actualidad, y adaptándolo para instalar en él la Casa de Misericordia. Cuando en 1836 las órdenes religiosas fueron suprimidas, el Estado se hizo cargo del antiguo convento.
IMAGEN 3. Vista de la calle Encarnación Agustina en la que se aprecian las dos entradas de la fachada del obispo Trevilla. |
El 19 de agosto de 1847, y por real orden, se creó la Escuela Subalterna de Veterinaria de Córdoba. El edificio escogido para albergarla fue el del antiguo convento, quedando dicha escuela establecida en una parte de él mientras que el resto lo ocupaba el Cuartel de la Guardia Civil. Ambos tenían sus respectivas entradas en la fachada principal, marcadas ahora con los números 1 y 3 respectivamente. El primer curso para formar a los futuros veterinarios dio comienzo el 1 de noviembre de 1848, y allí se seguirían formando las siguientes promociones hasta que la Escuela fue definitivamente trasladada a la nueva sede construida para tal fin en la avenida Medina Azahara, en el edificio que hoy ocupa el Rectorado de la Universidad de Córdoba. En 1873 se iniciaron una serie de obras en la parte ocupada por el cuartel para adecuarlo como depósito de caballos sementales. En las nuevas instalaciones, dichos sementales se encargaban de cubrir a las yeguas que los ganaderos traían para tal fin.
IMAGEN 4. Alineación de la calle Encarnación Agustina en 1884. |
En 1894 el Asilo de Mendicidad de Madre de Dios fue desalojado para albergar a las tropas del Batallón de Cazadores de Cuba, y sus 148 acogidos y 18 sirvientas fueron instalados en el cuartel. Esta permuta se desharía seis años después volviendo el asilo a su ubicación original en Madre de Dios. En 1910 los concejales José Fernández Vergara, Roca, Gavilán, Pérez de Luque y Muñoz Sepúlveda propusieron que esta parte del edificio, el número 3 de la calle Encarnación Agustina y propiedad del Ayuntamiento, fuese destinado a cuadras para los caballos de la policía rural.
En 1930 las obras para la construcción del nuevo edificio que acogería a la Escuela de Veterinaria marchaban con lentitud, y el periódico "Política" dedicaba estas palabras al que aún la albergaba:
«Barrio de la Magdalena. Calle de Encarnación Agustina. Y allí, donde tantos años estuvo el convento de este nombre, la Escuela de Veterinaria. Desde la puerta se ve un patio grande, lleno de suelo y de sol; casi a la entrada, la luna de un pozo se mira reflejando el cielo azul, que va vertiendo mansamente su paz sobre el patio de silencio. Patio de Convento. Galerías arcadas en sus cuatro costados con columnas elegantes. Frío y Hosquedad. No hay la simpatía de una planta. Patio de resonancias, donde una risa se pierde o suena con eco de bóveda de cementerio. Cadáver de la Escuela de Veterinaria. Dentro de unos años ¿dos?, habrá muerto en esta casa la alegría que ahora le anima. Otro edificio nace cerca a la sierra, lleno de campo y de luz; en la moderna Avenida de Medina Azahara se construye, y allá irá la escuela, dejando para siempre estos muros fríos, de ventanas de hierros duros y fuertes, tapadas con telas metálicas.»
IMAGEN 5. Sección del plano de la planta baja de la Escuela de Veterinaria, con la entrada principal a la misma. |
El 22 de abril de 1936 la Comisión Municipal de Fomento, en vista del próximo traslado de Veterinaria a su nueva sede, solicitó a la Comisión Gestora Municipal que se aprobase el estudio de una nueva alineación para la calle Encarnación Agustina. Se trataba de aprovechar el inmenso y desvencijado edificio para uso público y dar mayor amplitud a la zona retranqueando la fachada hasta darle una anchura de quince metros a la calle y partiendo el solar en dos partes, para que una nueva calle uniese esta última con la de Regina. El proyecto de alineación fue finalmente aprobado el 13 de julio de ese mismo año aunque, como se puede comprobar en la actualidad, nunca fue llevado a cabo.
IMAGEN 6. Proyecto de alineación para la calle Encarnación Agustina. |
En 1963 el Ministerio del Ejército, que aún ocupaba una pequeña parte de los edificios llamados "Antigua Escuela de Veterinaria" y "Cuartel de Regina" de 1.729 y 1.423 metros cuadrados respectivamente, tenía la intención de abandonarlos definitivamente debido a su lamentable estado de conservación. El Ayuntamiento vio la oportunidad y acordó solicitarlos al Estado con la finalidad de dedicarlos a grupos escolares y centro de orientación profesional para alumnos de 12 a 14 años. El acuerdo de cesión se aprobó en mayo del año siguiente, con la condición de que si en el plazo de cinco años estos no se hubieran destinado a dichos fines o, incluso pasado este plazo, lo hubieran hecho a otros fines diferentes, la cesión quedaría revocada y los edificios volverían a manos del Estado.
IMAGEN 7. Estado en el que se encontraba el inmueble en los años 60 del siglo pasado. |
En 1965 Víctor Escribano Ucelay, arquitecto municipal, presentaba el proyecto para la construcción de un edificio de nueva planta para albergar un grupo escolar mixto. Este constaría de nueve aulas, comedor, biblioteca, vivienda para el conserje y otras dependencias, repartidas en dos plantas más un ático. La planta baja estaría destinada a los niños, la primera a las niñas, y en el ático se ubicaría la vivienda del conserje. Esta costumbre de separar a ambos sexos, impensable a día de hoy, era lo "normal" para la mentalidad de la época, como lo corrobora el hecho de que en el proyecto se contemplara además la posibilidad de hacer un acceso para las niñas desde la calle Duque de la Victoria.
Con este proyecto no se pretendía construir un edificio de corte moderno sino más bien darle un aire "retro" que quizás no desentonase demasiado con los restos visibles de la Casa de Misericordia y con la zona en la que iba a instalarse. Así se aprecia cuando se leen ciertas especificaciones del mismo:
«Se empleará ladrillo viejo en pilastras, arcos, etc. decorativos, cogidos con el mismo mortero, dejando una llaga amplia para, después, con palaustre fino, ser rellenada con mortero de cal, a semejanza de los paramentos de la plaza de la Corredera, de esta ciudad.»
«La carpintería en puertas de entrada, será de casetones, con herrajes de colgar y seguridad, todo ello con traza típica antigua cordobesa...»
Finalmente, el 26 de abril de 1970, el alcalde Antonio Guzmán Reina junto a otras autoridades inauguró el Colegio de Educación Especial Encarnación Agustina, el que hoy conocemos como Virgen de la Esperanza.
De lo que un día fue apenas queda nada: restos de la fachada que mandó construir el obispo Trevilla para la nueva Casa de Misericordia, u Hospicio Viejo como se la conocería más tarde, la salida trasera de la Escuela de Veterinaria a la calle Regina, y quizás las columnas que rodean el patio de la entrada del colegio que, por su aparente antigüedad, bien pudieron formar parte del antiguo edificio, aunque ese extremo no he podido contrastarlo. Quedan, sin embargo, unos inquilinos muchísimo más antiguos aún que cualquier fachada o columna, y son los centenares de restos fósiles que pueblan las desgastadas piedras que rodean a las ventanas de la antigua fachada.
IMAGEN 11. Acceso al colegio desde la calle Regina. |
IMAGEN 12. Calle Regina vista desde el interior del colegio. |
IMAGEN 13. Patio interior a la entrada del colegio. |
No quisiera terminar esta entrada sin agradecer a Mónica, directora del CEEE Virgen de la Esperanza, su amabilidad y el haberme facilitado el acceso al mismo, a los docentes que se encargan de alimentar los cuerpos y mentes de alumnas y alumnos, y a Eva y Mari Ángeles, encargadas de alimentar sus estómagos y con quienes tuve una interesante charla tras invadir sus dominios para fotografiar la puerta trasera del colegio.
Rafael Expósito Ruiz.
DOCUMENTACIÓN
- Archivo Municipal de Córdoba.
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
- Paseos por Córdoba de Teodomiro Ramírez de Arellano.
IMÁGENES
- Imágenes 1, 3 y 9: Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 2: Recreación realizada por el autor.
- Imágenes 4, 5, 6, 8, 10, 11, 12, 13 y 14: Fotografías realizadas por el autor.
- Imagen 7: Fotografía extraída del grupo de Facebook "Historia de Córdoba en Imágenes".
Que buen trabajo de investigación. Enhorabuena. Como siempre es una delicia leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Paco y perdona por tardar tanto en contestar. Un fuerte abrazo.
EliminarEstupendo este trabajo para reconstruir una historia muy interesante
ResponderEliminarMuchas gracias Cristina, me alegra que te haya gustado.
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