miércoles, 18 de junio de 2025

LA FUENTE DEL PIOJO

     Hace ya algunos meses que escribí acerca de una de las puertas de la muralla de Córdoba de la que nunca había oído hablar, la de Francisco Toledo, y que aparecía mencionada en un expediente perteneciente al Archivo Municipal de Córdoba con el título de Relación de las puertas y portillos de la ciudad, de las fuentes, de los edificios de Administración, establecimientos de Instrucción pública, establecimientos de beneficencia, templos iglesias parroquiales y conventos, monumentos y edificios recreativos. Siguiendo esta relación, después de las puertas y portillos vienen las fuentes y, en este caso, se menciona una de la que tampoco había oído o leído nada: la fuente del Piojo.


IMAGEN. Parte del documento mencionado.



     El documento la incluye en el cuarto lugar entre las que pertenecen al barrio de la Catedral, después de «la llamada del Caño gordo, la de Sta Catalina y la situada á la salida de la puerta del Puente». Una primera consulta en el buscador de Google me da como resultado que, al menos, hay dos fuentes denominadas "del o el Piojo" en Córdoba, aunque lamentablemente no en la capital, y mucho menos en el barrio de la Catedral. Una de ellas se encuentra en el municipio de Montilla, a unos dos kilómetros al norte de la población y al borde del antiguo camino de Córdoba. La otra se halla en el municipio de Almedinilla, cerca de las ruinas del "Molino del Cura". También en Sevilla, Valencia o Madrid aparecen fuentes con ese nombre.


IMAGEN 2. El Piojo, en Montilla.



     Cabe la probabilidad de que la fuente del Piojo que menciona el documento no exista en la actualidad, o que se trate de una denominación antigua y a día de hoy nos haya llegado con otro nombre, así que la siguiente consulta es en los periódicos de la época, alrededor de 1862 que es el año en que está fechado el documento. El resultado para ese tiempo es una fuente más, en el término de Doña Mencía, que se une al grupo de las que no estoy buscando. El siguiente paso es acudir a los "clásicos".


IMAGEN 3. La fuente del Piojo en Almedinilla.



     El primero, como no puede ser de otra manera, es Teodomiro Ramírez de Arellano y sus Paseos por Córdoba, pero para mi sorpresa no aparece ni un sólo piojo en todo el libro, ni para nombrar a una fuente ni para molestar a un perro. Resulta que el último capítulo de su obra, dedicado precisamente al barrio de la Catedral, no llegó a ser concluido, por lo que tal vez nos quedamos sin la parte en que la hubiera mencionado, y seguimos sin saber dónde pudo haber estado situada. Luis María Ramírez de las Casas-Deza sí nos da este dato, en la edición de 1856 de su Indicador Cordobés, enumerándola entre las fuentes extramuros de la ciudad:

     «El Piojo. Se llama asi un manantial que brota por bajo del muro en que tiene un arco, prócsimo à la puerta del Puente».


IMAGEN 4. La Puerta del Puente en 1852.



     La información no es nada extensa, y no logro entender a qué se refiere con eso del arco en el muro, aunque por lo menos ahora sabemos que estaba cerca de la Puerta del Puente, por su lado exterior ya que era una de las situadas extramuros, pero no si se encontraba a la izquierda o a la derecha de la misma. Ricardo de Montis, en su Notas Cordobesas, la mencionará más tarde y añadirá una interesante descripción:

     «Cerca de la parte exterior de esta última [la Puerta del Puente] había una fuente, llamada del Piojo, que sólo tenía de fuente el nombre, pues se asemejaba a un registro de cañerías subterráneo y en ella sólo se podía recoger el agua, que era exquisita, introduciendo un cacharro pequeño en la especie de boca de alcantarilla en que brotaba el líquido».


IMAGEN 5. La Puerta del Puente en 1897.



     Por las palabras de de Montis da la impresión de que la fuente debía estar prácticamente a ras de suelo, y quizás por eso no he logrado verla en ninguna de las fotografías del entorno de la Puerta del Puente que se hicieron sobre esas fechas. En cualquier caso, para cuando éste la mencionó en 1921 ya había desaparecido, bien durante la construcción de la parte de la ronda de Isasa que va desde la Cruz del Rastro hasta la Puerta del Puente (1891-1905) o desde ésta hasta la esquina del Alcázar de los Reyes Cristianos (1907-1912). Me queda la duda de saber de dónde procedía el agua que la surtía, y si llegaba allí de forma natural o canalizada, y a dónde fue a parar ese agua después de la desaparición de la fuente.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Fomento. Relación de las puertas y portillos de la ciudad, de las fuentes, de los edificios de Administración, establecimientos de Instrucción pública, establecimientos de beneficiencia, templos iglesias parroquiales y conventos, monumentos y edificios recreativos. 1862. SF/C 02986-001. Archivo Municipal de Córdoba.
- Indicador Cordobés, ó sea Manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba, 1856. Luis María Ramírez de las Casas-Deza.
- Paseos por Córdoba: ó sean, apuntes para su historia, 1873-77. Teodomiro Ramírez de Arellano.
- Recuerdos de otros días. Las fuentes públicas. Ricardo de Montis. Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año LXXII Número 31645 - 1921 agosto 7. Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.

IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía tomada y editada por el autor, sobre el original perteneciente al expediente citado en la documentación, propiedad del Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 2: Fuente El Piojo. Ayuntamiento de Montilla, septiembre 2006.
- Imagen 3: Fuente del Piojo. almedinilla.es.
- Imagen 4: Puerta del Puente. Recuerdos de España, 1852. Edward King Tenison. Biblioteca Nacional de Francia.
- Imagen 5: Puerta del Puente, 1897. Henry de Lestrange.  Plataforma Abierta del Patrimonio de la República Francesa.

jueves, 12 de junio de 2025

UNA CRUZ DE LOS CAÍDOS, EN LA PLAZA DE SAN CAYETANO

     Seguimos con el tema de las cruces de los caídos, en concreto con los intentos de 1966 que no llegaron a ver la luz. El primero, que situaría el monumento sobre el Molino de Enmedio, fue descartado en favor de una ubicación en la Colina de los Quemados. Este último, con proyecto definitivo y todo, tampoco cuajó y tres años después, en 1969, se presentaría uno nuevo. Hay que recordar que desde antes del primer intento ya existía en Córdoba un monumento a los caídos, aunque se encontraba de "okupa" sobre los sillares de otro monumento, la Torre de la Malmuerta, para regocijo de unos y vergüenza de otros.


IMAGEN 1. Vista de la plaza de San Cayetano.

 

     La nueva solución según el proyecto, redactado como el anterior por el arquitecto municipal José Rebollo Dicenta, proponía que la construcción se hiciera en el centro de una plaza a la que la mayoría llamamos "cuesta", la de san Cayetano. Sobre este emplazamiento, podemos leer lo siguiente en el citado proyecto:

     «La plaza de San Cayetano está situada en la Avda. del Obispo Pérez Muñoz; se trata de una plaza de profundidad, con superficie total de 2.200 mts. aproximadamente; al fondo de la misma está situada la Iglesia de San Cayetano. La diferencia de cota entre la parte primera recayente a la Avda. de Obispo Pérez Muñoz y la parte alta junto a la Iglesia, es de 7 mts. en una longitud o profundidad de 62 mts., lo que representa una pendiente de un 11%. A continuación de la plaza existe un jardin perteneciente a la Iglesia, con 25 mts. de profundidad y que ocupa sólo un sector del fondo. El trazado de la plaza es irregular y las edificaciones existentes en sus laterales, carecen de valor estético y el aspecto de conjunto, en el dia de la fecha, es árido y poco agradable».


IMAGEN 2. Localización de la plaza en un plano del proyecto.



     Al igual que el anterior proyecto, el que se pensaba construir en el Parque Municipal de la Colina de los Quemados, el desnivel del terreno se prestaba a una solución de tipo escalonado, aunque las dimensiones en este nuevo caso harían que el tamaño y la monumentalidad del conjunto se vieran reducidos:

     «Tomando como base la diferencia de cotas entre la Avda. de Obispo Pérez Muñoz y la parte alta junto a la Iglesia, se proyecto[a] una escalinata con dos zonas laterales, banqueadas con muros de piedra de mampostería. Se aprovecha la irregularidad de la plaza para acentuar la sensación de perspectiva, lo que dará mayor monumentalidad al conjunto. Al fondo de la escalinata se proyecta una cruz sencilla.


IMAGEN 3. Estado de la plaza en 1969 y planta general del futuro monumento.



     Los cuerpos laterales escalonados con fábrica de mampostería, se destinan a jardinería, con la doble misión de centrar el monumento y enmarcarlo y a la vez tapar el desagradable aspecto de las casas laterales de la plaza.
     El hecho de que la Iglesia de San Cayetano no esté centrada con respecto al eje de la plaza, lo consideramos favorable y se ha utilizado en la composición del conjunto, haciendo una compensación de volúmenes que darán un carácter más adecuado al ambiente de la ciudad».


IMAGEN 4. Vista frontal del futuro monumento.



     El coste total de la obra, honorarios de arquitecto y aparejador incluidos, ascendía a 749.188,07 (setecientas cuarenta y nueve mil ciento ochenta y ocho pesetas con siete céntimos), una quinta parte de lo que habría costado el monumento en la Colina de los Quemados (3.539.152,85). La cruz que aún seguía empotrada en la Torre de la Malmuerta fue retirada en la primavera de 1969, supongo que dando por hecho que el proyecto de San Cayetano, aprobado inicialmente el 30 de junio del mismo año, saldría adelante. Pero no fue así. En lugar de eso se colocó únicamente una cruz bastante modesta en la plaza, aunque ésta ya no recibiría honores.


IMAGEN 5. Una cruz sencilla.



     Tras la última remodelación de la plaza, la cruz, que se había ido deteriorando con el paso del tiempo, fue sustituida por otra de hierro y madera, al parecer reutilizando la peana sobre la que se asentaba la primera, aunque en este caso no tenía ningún tipo de connotación falangista. Financiada por la Hermandad de Jesús Caído, fue bendecida el 23 de noviembre de 2008.


IMAGEN 6. La cruz actual.




Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Cruz de los Caidos Pz. San Cayetano. 1969. SF/C 09391-003. Archivo Municipal de Córdoba.
- La Torre de la Malmuerta, monumento a los caídos (1938-1969). Jesús Padilla Gonzáles, 2019.
- Proyectos técnicos.- Relativo a la construcción de una Cruz de los Caidos en la Cuesta de San Cayetano. 1969. SF/C 06325-012. Archivo Municipal de Córdoba.

IMÁGENES
- Imágenes 1 y 6: Fotografías tomadas por el autor.
- Imágenes 2, 3, 4 y 5: Fotografías tomadas y editadas por el autor, sobre originales pertenecientes a los expedientes citados en la documentación, propiedad del Archivo Municipal de Córdoba.

viernes, 6 de junio de 2025

UNA CRUZ DE LOS CAÍDOS, EN EL PARQUE MUNICIPAL

     Hace unos días escribía sobre la posible construcción de un monumento a los caídos sobre uno de los molinos del río Guadalquivir, el molino de Enmedio. Era la primera de las dos opciones contempladas en un estudio previo del arquitecto José Rebollo Dicenta. La segunda opción, mucho más monumental que la primera y que finalmente fue la elegida, consistía en construirla en los terrenos del que habría de ser el Parque Municipal, en la Colina de los Quemados.


IMAGEN 1. Ubicación del futuro monumento.

 

     En el proyecto definitivo, firmado el 24 de septiembre de 1956, podemos leer lo siguiente:

     «Elegido definitivamente el emplazamiento en el Parque Municipal, se ha redactado el presente proyecto, que ocupa una explanada en la parte más alta del mismo y que precisamente se encuentra sin plantación de arboleda ni jardines. Reune muy buenas condiciones para el fin propuesto, que resumimos a continuación:

     a) Lugar preeminente, con vistas desde la carretera de Sevilla, desde el rio y desde el puente nuevo.
     b) Vistas desde el propio emplazamiento, de la fachada antigua de Córdoba y de la ciudad moderna construida en la margen izquierda del rio. Asimismo magníficas vistas de la campiña y la sierra. Con ello se tendrá la visión conjunta de todo el paisaje representativo de Córdoba.
     c) Explanada anterior, apta para la celebración de actos públicos y concentraciones.
     d) Lugar recogido dentro de un jardin de grandes proporciones.
     e) Facilidad de utilizar la propia topografía del terreno en la composición del conjunto, dándole un carácter natural e incorporado al paisaje».


IMAGEN 2. Entorno del emplazamiento elegido, en 1956-57.



     Continua hablando sobre el emplazamiento, añadiendo las buenas condiciones urbanísticas que ofrece, la sequedad y buen saneamiento natural del terreno o la buena comunicación de éste con la ciudad, señalando además las distancias con los principales puntos de la ciudad. Con respecto a lo que sería el monumento en sí, el proyecto lo describe de esta manera:

     «Aprovechando la topografía del terreno y ajustándose exactamente a ella, se proyecta una serie de planos horizontales, limitados por muros de contención que se trazan según tres series de paralelas que forman entre sí angulos de 120 y de 60 grados; es decir se trata de una composición que, aunque irregular y sin simetría, obedece a una ordenación formal geométrica.
     Todos estos muros se proyecta de piedra caliza de tono ocre dorado, muy abundante en Córdoba, y que entona perfectamente con la mayoría de los monumentos de la ciudad y con los alrededores del monumento.


IMAGEN 3. Vista frontal del monumento.


     La comunicación entre los diversos planos se hace por medio de pequeñas escaleras.
     En el cuerpo principal se proyecta una zona baja o foso limitado, en tres de sus lados, por el muro principal y en otros tres por escaleras paralelas a las tres direcciones principales que hemos citado anteriormente. En esta parte baja, más reservada y, por tanto, más adecuada para conseguir el ambiente de respeto que debe presidir un monumento de esta naturaleza, se sitúa un basamento sobre el que se proyecta el altar y del que arranca la cruz que sobresale por encima del conjunto. Esta zona principal se completa con un grupo escultórico representativo».


IMAGEN 4. Vista lateral del monumento.



     Aunque esta ubicación no contaba con el atractivo del entorno histórico-artístico de la primera, tenía las ventajas de que el terreno estaba "virgen", era de propiedad municipal, mediante el socorrido método de las expropiaciones claro está, y no tenía las limitaciones de espacio que suponían construir sobre el molino que además, según creo, era aún de propiedad privada.


IMAGEN 5. La misma zona en 2022.



     El proyecto nunca llegó a ver la luz, no sé si por falta de liquidez o por la aparición en la zona de los restos arqueológicos de la primera Córdoba, la Corduba turdetana. En lugar de eso, afortunadamente, la zona del parque en que se iba a colocar el monumento lo ocupa en la actualidad la Ciudad de los Niños y las Niñas. Todavía habría un tercer intento, algunos años después, para construir una cruz de los caídos, pero esa historia la veremos más adelante.


Rafael Expósito Ruiz.




DOCUMENTACIÓN
- Proyectos técnicos.- Proyecto de Cruz de los Caidos en Córdoba. 1966. SFC 06281-002. Archivo Municipal de Córdoba.

IMÁGENES
- Imágenes 1, 3 y 4: Fotografías tomadas y editadas por el autor, sobre originales pertenecientes al expediente citado en la documentación, propiedad del Archivo Municipal de Córdoba.
- Imágenes 2 y 5: Imágenes descargadas de la página del Comparador PNOA (Plan Nacional de Ortofotografía Aérea), del Instituto Geográfico Nacional, pertenecientes a los llamados "Vuelo Americano 1956-57" al "PNOA 2022". Editadas por el autor.