jueves, 27 de noviembre de 2025

TERRIBLE AÑO DE 1805

     Si por algo es conocida la calle Muñices, la misma que va desde el Realejo a la plaza de la Magdalena, es por un suceso que ocurrió entre las paredes del actual número 12. La que fuera la antigua casa solariega de los Díaz de Morales, y anteriormente de los Muñiz de Godoy de quienes toma el nombre la calle, fue el escenario de un asesinato por celos. No entraré en más detalles sobre el suceso porque ya escribí sobre ello, en una entrada en la que podéis encontrar el relato tal y como Rafael Ramírez de Arellano lo narró en 1895, y porque es otro detalle de esa calle el que vamos a ver hoy.


IMAGEN 1. Una curiosa inscripción.



     Aunque suele pasar desapercibido, no hay que irse muy lejos para encontrarlo, ya que está justo en frente de la citada casa, en una plazuela cuyas esquinas redondeadas están formadas por seis piedras de color negro cada una, apoyadas sobre una base rectangular y coronadas por otra igual en la que se ha practicado un rebaje. En la parte rebajada se puede leer una curiosa frase: "Terrible año de 1805" (1). Como no tengo idea de a qué puede referirse habrá que buscar lo que Teodomiro Ramírez de Arellano nos pueda contar sobre el tema:

     «Este mismo D. Francisco, ya en los últimos años de su vida, quiso dar ensanche á la calle delante de su casa, á fin de que los carruages pudiesen volver á ella (2), y hundiendo parte de las casas que poseía y aun posee su señor hijo, formó una pequeña plazoleta que dedicó á la memoria del fundador de su principal mayorazgo, y así en las dos esquinas, que son de mármol negro, se lee en letras doradas, en el lado de la Magdalena «Plazuela de Lope Ruiz de Baeza» y en el contrario «Terrible año de 1805 (3).» En el centro se vé una gran puerta: en lo alto tuvo un San Rafael, que quitado en 1841, se colocó en el oratorio de la casa descrita. La gran puerta del centro fué hecha con la idea de comunicar á la calle de Abejar y que desde allí entrasen los carruages, en aquella época muy elevados y largos de batalla».


IMAGEN 2. La antigua plazuela de Lope Ruiz de Baeza y la esquina con el grabado.



     El personaje al que Ramírez de Arellano se refiere es Francisco José Díaz de Morales y Alfonso de Sousa de Portugal, VIII señor del Mayorazgo de Huéchar y Veinticuatro de Córdoba. Murió en 1806, y como afirma que la plaza se formó "en los últimos años de su vida" entiendo que la fecha de 1805 hace alusión no sólo al hecho de ser terrible sino a la formación de la plazuela. Sin embargo no nos explica la razón por la que se incluyó en una de sus esquinas la curiosa inscripción, y resulta extraño porque Ramírez de Arellano estaba emparentado con la familia a través de su mujer: el hijo de Francisco José Díaz de Morales, Rafael, era su suegro. O bien no contaba con esa información o bien daba por hecho que sería de dominio público y no era necesario compartirla, a pesar de lo que le gustaba al autor de las "Notas cordobesas" enredarse entre multitud de detalles. Tal vez el dato se perdió con D. Francisco, al igual que desapareció también el dorado de las letras que no aparece por ningún lado.


IMAGEN 3. Vista de la calle Muñices.
     He pensado que quizás la muerte de un familiar de D. Francisco podría ser una razón lo suficientemente importante para señalar ese año como fatídico, pero no he encontrado nada al respecto para esa fecha, así es que buscando cualquier otra razón en Google me encuentro con dos posibles respuestas. La primera podría ser la crisis que azotó a España entre 1803 y 1805, provocada por malas cosechas que trajeron consigo la escasez de alimentos y el aumento de los precios, y que se agravó con la aparición de epidemias. El empobrecimiento y la mortalidad se incrementaron notablemente. El pan escaseaba, y una de las medidas adoptadas por el gobierno central fue la de ofrecer a los más necesitados la conocida "sopa económica", que en Córdoba concretamente estaba compuesta de «dos partes y media de habas y harina de maíz por una de arroz, aceite, sal, pimiento picante, cebollas, ajos “y la cantidad de yerbabuena que es suficiente; y se le añade algún pimiento dulce, para darle buen color”, adaptándola “a las circunstancias del país y al melindroso paladar de sus habitantes”». Puede que D. Francisco tuviera tierras de cultivo y esa escasez de producción le afectase económicamente, o tal vez también tenía su corazoncito y la situación que vivían algunos de sus compatriotas le preocupaba realmente.


IMAGEN 4. Otra vista de la plaza, otro coche estropeando la foto.



     No sé si ésta es suficiente razón como para dejarlo grabado en piedra, pero tal vez otro hecho ocurrido en 1805 podría ser la causa. En un pequeña reseña biográfica de D. Francisco se da el dato de que era «alférez retirado de la Real Armada», y ese preciso año la flota hispano-francesa fue aplastada por la Armada Real británica en la batalla de Trafalgar, dando lugar al principio de la decadencia naval española. Se da la circunstancia de que en dicha batalla perdió la vida Dionisio Alcalá-Galiano, cartógrafo y científico cordobés nacido en Cabra y además brigadier de la misma Real Armada Española. Probablemente existió relación entre los dos personajes, no solo por el oficio de ambos, sino porque algunos años después Antonio Alcalá-Galiano, hijo de Dionisio, se hospedó en la casa de la ya entonces viuda de José Díaz de Morales, la marquesa de Santa Marta.


IMAGEN 5. Otra vista de la calle.
     Quizás ninguna de estas razones por sí solas expliquen el origen de la inscripción en la esquina, y puede que tal vez no tengan nada que ver con el por qué de ésta, pero pudiera ser que tal vez la suma de las tres, una crisis de producción que habría afectado a sus tierras y, por lo tanto hecho mermar sus ingresos, una derrota naval que habría herido su orgullo como español y antiguo marino, y el fallecimiento en la misma de un compañero de armas con el que probablemente pudo haber tenido relación, pueda ser la causa por la que Francisco José Díaz de Morales tuvo en el año 1805 su particular "Annus Horribilis" y quisiera dejar constancia de ello en la esquina de una plazoleta. O no, tan sólo se trata de una hipótesis.


IMAGEN 6. La otra esquina de la plazoleta.



     Antes de acabar no hay que olvidar que la plaza de la que estamos hablando tiene dos esquinas y que Ramírez de Arellano hablaba de una segunda inscripción, en la que estaría grabado "Plazuela de Lope Ruiz de Baeza", pero, ¿Dónde está esa inscripción? La esquina en la que debería encontrarse continúa en su sitio, formada por el mismo número de piedras y con el mismo tipo de remate con rebaje, y es muy probable que bajo capas de cal y pintura se encuentre el nombre que nuestro protagonista le dio en su día a la plazuela.


IMAGEN 7. Espacio en el que debería encontrarse el nombre de la plazuela.




Rafael Expósito Ruiz.




(1) Lo que en realidad se lee en la inscripción es "TERIBLE".
(2) Que pudieran dar la vuelta, para que nos entendamos.
(3) Realmente la esquina más cercana a la plaza de la Magdalena en la de "TERIBLE AÑO DE 1805" y no la de "PLAZUELA DE LOPE RUIZ DE BAEZA".




DOCUMENTACION
- Las medidas gubernativas en la crisis sanitaria de 1803-1805, 2020. Sarah Caro Bragado y Ceferino Caro López. Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia 73(1), enero-junio 2021, p340.
- Los doce linajes de Soria en Andalucía, 2011. Rafael Agüera Espejo-Saavedra. docelinajes.es.
- Memorias de D. Antonio Alcalá Galiano / publicadas por su hijo; prólogo y edición de D. Jorge Campos. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
- Paseos por Córdoba: ó sean, apuntes para su historia, 1873-77. Teodomiro Ramírez de Arellano.

IMÁGENES
- Imágenes 1, 3, 4, 6 y 7: Fotografías tomadas por el autor.
- Imagen 2: Fotografía compartida por Antonio Moreno Bello en el grupo de Facebook HISTORIA DE CÓRDOBA EN IMÁGENES.
- Imagen 5: Fotografía compartida por Alfonso Gómez Romero en el grupo de Facebook CORDUBA.

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