No sé por qué pero mientras pensaba en un título para esta nueva entrada se me vino a la cabeza una mini-serie de 1984 llamada Los últimos días de Pompeya, adaptación de la novela homónima de Edward Bulwer Lytton escrita 150 años antes. La obra narra los acontecimientos inmediatamente anteriores a la destrucción de la antigua ciudad italiana por la erupción del volcán Vesubio, y me pareció adecuado aprovechar el título para relatar los instantes finales del que fue uno de los hoteles más emblemáticos de Córdoba, el Hotel Suizo. Más tarde, mientras buscaba información en la prensa de la época, me di cuenta de que el final de dicho hotel no fue cuestión de días ni de meses y había comenzado muchos años antes de su desaparición, pero ya no iba a cambiar el título.
IMAGEN 1. El Hotel Suizo visto desde la calle Gondomar. |
En la segunda mitad del siglo XIX los hermanos Nicolás, Fester y Ambrosio Putzi, más conocidos como los hermanos Puzzini, adquirieron el solar de las Casas de la Encomienda de Calatrava, que ocupaban prácticamente la totalidad de la actual plaza de las Tendillas, y usaron una parte para edificar el Hotel Suizo. Durante años fue considerado el culmen de la modernidad y la elegancia en Córdoba, albergó a personalidades de la política y la sociedad tanto españolas como del resto del mundo y sin embargo no tardó demasiado tiempo en convertirse en el llamado "tapón de la calle nueva", y como tal estaba condenado a desaparecer.
IMAGEN 2. Recreación parcial del plano de 1895 para el proyecto de ensanche de la plaza de las Tendillas y la creación de la calle Sánchez Guerra. |
Ya en 1908, bajo la alcaldía de Antonio Pineda de las Infantas, se había puesto sobre la mesa la idea de derribar el edificio. La primitiva y diminuta plazuela de las Tendillas había sido ampliada expropiando la parte del solar de la Encomienda que los hermanos Puzzini no habían edificado y se pretendía dar aún más extensión a la misma. El proyecto finalmente no se llevó a cabo y en 1913 el alcalde Salvador Muñoz Pérez volvió a intentarlo. Para esta nueva ampliación sería necesario solicitar un préstamo de tres millones de pesetas que cubriera esta y otras reformas proyectadas, ya que el Ayuntamiento no disponía de la liquidez necesaria para tal fin y para levantar la hipoteca que pesaba sobre el mismo. El contrato para la venta no se firmó hasta el 5 de diciembre de 1914, siendo ya alcalde Manuel Enríquez Barrios, tras la medición y tasación del terreno que ocupaba el hotel por el arquitecto municipal, quien valoró en 592.400 pesetas los 1.752 metros del mismo. El precio final de venta se fijó en 560.000 pesetas.
IMAGEN 3. Ubicación aproximada del Hotel Suizo en la plaza de las Tendillas. |
En un principio la idea era derribar únicamente la parte del hotel necesaria para que la calle Claudio Marcelo desembocara en la entonces llamada plaza de Cánovas, hoy Tendillas, dejando el resto para albergar el Ayuntamiento o las nuevas oficinas de Correos. El espacio liberado tendría unos 808 metros, suficientes para conseguir que el eje de Claudio Marcelo coincidiera con el de la calle Gondomar. Más tarde se pensó en que los solares de la calle Sánchez Guerra, la que pasaba entre el edificio del Suizo y el actual de Telefónica, serían más idóneos para la nueva sede de Correos, por lo que la esta solución se desestimó, cambiándola por la opción de ofrecer la posibilidad de adquirir de nuevo la parte que quedaría en pie a sus antiguos propietarios, los hermanos Puzzini, a los que la nueva compra les costaría 180.000 pesetas y que se ofrecieron al instante a realizar las obras para la nueva fachada del hotel.
IMAGEN 4. Imagen del Hotel Suizo publicada en prensa. |
El 8 de marzo de 1915 el alcalde Enríquez Barrios anunció que el siguiente día 15 comenzarían las obras del derribo, solicitando a los propietarios de los quioscos adosados a la calle Sánchez Guerra que los retirasen lo más pronto posible. Pero llegó la fecha indicada y el derribo no se llevó a cabo, como tampoco se había realizado aún la expropiación. El asunto quedó en el aire hasta principios de 1916, en que el Ayuntamiento decidió crear una comisión mixta con la Academia de las Ciencias para encontrar una solución. Como representante de esta última, presidida por Luis Valenzuela, se nombró a Enrique Romero de Torres. El 3 de febrero se votó en dicha comisión la conveniencia de derribar el edificio del Suizo, ganando el "no" por diez a votos contra cuatro. El 15 de febrero, el Diario de Córdoba publicaba el informe que la comisión mixta presentó al Ayuntamiento en el que se podía leer, entre otras, la siguiente conclusión:
«3ª. Que dada la situación del erario municipal, explicada por el señor alcalde don Salvador Muñoz Pérez en la primera reunión celebrada por los que suscriben, entienden estos que en la actualidad no es oportuno llevar a cabo la proyectada expropiación del edificio Hotel Suizo, toda vez que las obligaciones que habrían de contraerse con los propietarios del inmueble y con su acreedor hipotecario al llevar a cabo aquella mejora, absorberían los recursos del presupuesto...»
El derribo quedaba entonces aplazado en espera de que los presupuestos del año siguiente permitieran hacerse con el edificio. Llegó 1917 y las presiones del Director General de Comunicaciones por el hecho de que Córdoba aún no contase con unas nuevas oficinas de Correos, volvieron a poner sobre la mesa la idea original de ubicarlas en la parte del Suizo que no se pretendía derribar. En una reunión del citado director con la Cámara de Comercio, la Federación Gremial y la Unión Mercantil, se acordó proponer al acreedor hipotecario del hotel que admitiera como garantía la firma de todos los comerciantes e industriales que así lo quisieran para responder por la hipoteca, siempre y cuando el Ayuntamiento se comprometiese a desembolsar una cantidad anual para levantarla y poder al fin expropiar el edificio. Como la última vez que se intentó comprar el edificio, el Ayuntamiento no disponía de liquidez suficiente y fue necesario crear una suscripción popular para reunir el dinero.
Finalmente el 24 de junio de 1918 el alcalde José Sanz Noguer firmó el contrato para la adquisición del inmueble, respetándose el precio estipulado en 1813 de 560.000 pesetas, aunque debido a la existencia de contratos de alquiler en vigencia de varias dependencias establecidas en el mismo, éste no podría ser derribado antes del 31 de diciembre de 1923, fecha en la que cumplían dichos alquileres. Entretanto se canceló la hipoteca que se tenía contratada con Andrés Peralbo Cañuelo y se estableció una nueva con el Monte de Piedad de Córdoba. El 3 de mayo de 1923 se presentó un proyecto que mantenía la decisión inicial de demolición parcial, concretamente la parte que quedaba delante del instituto Góngora y la proyectada salida de la calle Claudio Marcelo a la plaza, así como la reconstrucción de la parte que quedase en pie junto a la calle Duque de Hornachuelos.
IMAGEN 6. Proyecto de reconstrucción de la parte no derribada del edificio. |
IMAGEN 7. Diseño para la nueva fachada. |
El mismo día 31 de diciembre, a las once y media de la mañana, la Junta Municipal de Asociados se reunió en la Sala Capitular del Ayuntamiento bajo la presidencia del alcalde Antonio Pineda de las Infantas. De esta reunión salió aprobado por unanimidad el expediente de demolición, reforma y construcción de parte del edificio del Hotel Suizo. Tres meses después, el 1 de marzo de 1924, se verificó la subasta para la contratación de las obras, que finalmente fueron adjudicadas a Francisco Flores Tallón por la cantidad de 62.000 pesetas. Algunos empresarios con intereses aún en el edificio como el gerente del hotel Santiago Jimena, el arrendatario del café Antonio Fernández Vergara o el antiguo propietario Ambrosio Putzi Kopp solicitaron al alcalde, a través del presidente de la Cámara de Comercio Manuel Rodríguez Manso, que las obras de reforma se aplazaran hasta después de la feria de Mayo, con la idea de aprovechar la llegada de los muchos visitantes que visitarían Córdoba en esos días. Pero todo estaba ya dispuesto y el derribo del edificio comenzó el lunes 24 de marzo de 1924, y no en 1923 como erróneamente se afirma.
Las obras avanzaban y el ahora
alcalde José Cruz Conde, que apenas llevaba dos meses colocado en el cargo por
el general golpista Primo de Rivera, solicitó el 28 de mayo a la Comisión
Municipal Permanente la rescisión del contrato de las obras para que se pudiera
llevar a cabo la demolición completa del edificio y dar así aún más amplitud a
la plaza de Cánovas del Castillo para favorecer tanto
el ornato como la movilidad en esa zona, idea que estaba en el aire
prácticamente desde que comenzó el derribo. Francisco Flores Tallón, el
contratista que había iniciado la demolición parcial, recibió una indemnización
y la devolución de la fianza entregada para poder optar a la subasta. El 31 de
agosto se redactó un nuevo pliego de condiciones para la contratación de la
demolición total que apareció publicado en el Boletín Oficial de la Provincia
del día 11 de septiembre, que en esta ocasión recayó en Rafael Luque Romero.
IMAGEN 9. Derribo de la zona delantera del edificio. |
IMAGEN 10. Otra vista de las obras de derribo. |
IMAGEN 11. Derribo visto desde la esquina de Diego León con Duque de Hornachuelos. |
Rafael Expósito Ruiz.
DOCUMENTACIÓN
- Archivo Municipal de Córdoba.
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
IMÁGENES
- Imágenes 1, 8 y 9: Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 2: Recreación del autor de parte de un plano perteneciente a un expediente del Archivo Municipal de Córdoba.
- Imagen 3: Recreación del autor sobre una imagen de Google Maps.
- Imagen 4, 10 y 11: Fotografías aparecidas en el diario La Voz.
- Imagen 5: Fotografía extraída del grupo de Facebook "Historia de Córdoba en Imágenes".
- Imágenes 6 y 7: Fotografías realizadas por el autor a un expediente del Archivo Municipal de Córdoba.
Como siempre chapeau RafaHell. Excelente entrada y muy bien documentada. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Paco como siempre por tus palabras. Un abrazo.
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