Para hacerse una idea de las condiciones en que se encontraban los presos en la cárcel de Córdoba a finales del siglo XIX, a veces basta con mirar el tipo y número de enfermedades que los llevaban a pasar por la enfermería. A modo de muestra, vamos a ver las causas por las que algunos ingresaron en diciembre de 1886, según el listado enviado al Ayuntamiento por el director de la cárcel, Manuel García.
IMAGEN 1. La cárcel en el Alcázar. |
De 64 hombres y mujeres ingresados ese mes, 59 en la Cárcel de Audiencia y 5 en el Correccional, el mayor número lo representaban los que padecían enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio, tales como catarro, catarro bronquial, catarro pulmonar, catarro bronquial crónico, tuberculosis pulmonar, angina catarral, anginas crónicas, asma bronquial o fiebre catarral. En total 30 presos, lo que supone casi la mitad de los ingresados, un 46,87%, lo que sugiere que las celdas en las que pasaban su condena no estaban obviamente preparadas para los rigores del invierno y que la ropa de abrigo brillaría por su ausencia.
IMAGEN 2. Otra vista del Alcázar. |
En el siguiente grupo se encontraban los afectados por enfermedades que atacan al aparato digestivo, entre las que se podían ver saburra (1), saburra gástrica, dispepsia (2), dispepsia biliosa, estomatitis, vermes intestinales (3), diarrea o gastralgia (4). Con estas dolencias ingresaron 15 presos, un 23,43%, afectados seguramente por una más que probable mala calidad de la comida que ingerían y, quizás, del agua que bebían.
IMAGEN 3. Celda en el Alcázar. |
Úlceras, erisipela (5), herpes, eccemas o verrugas eran las enfermedades relacionadas con la piel que presentaban algunos de los presos, debidas quizás a una higiene deficiente, excepto las verrugas, claro, que ya vendrían de casa. Siete presos pertenecían a este grupo, lo que representaba el 10,93% del total. Porcentajes prácticamente simbólicos se referían a otras dolencias como entesitis (6) aguda o reumatismo, relacionadas con el aparato locomotor, o cefalalgia, con el sistema nervioso, además de una herida en la mano, un flemón, una hemorragia y una fiebre intermitente, estas dos últimas sin especificar el origen que las causaba.
Había otros cuatro presos más cuyos diagnósticos no he logrado descifrar, al no encontrar enfermedades actuales que se asemejen a lo que aparece escrito en el listado, aunque supongo que podrían encuadrarse en alguno de los grupos de enfermedades ya expuestos, y que no creo que afecten al hecho de que al menos el 81,23% de los presos ingresados, según mi entender, comían y bebían en malas condiciones mientras cumplían sus penas en celdas frías y sucias.
Rafael Expósito Ruiz.
(1) Saburra: Secreción mucosa espesa que se acumula en las paredes del estómago. Capa blanquecina que cubre la lengua por efecto de la saburra.
(2) Dispepsia: Enfermedad crónica caracterizada por la digestión laboriosa e imperfecta.
(3) Verme: Gusano y, en especial, lombriz intestinal.
(4): Gastralgia: Dolor de estómago.
(5): Erisipela: Inflamación microbiana de la dermis, caracterizada por el color rojo y comúnmente acompañada de fiebre.
(6): Entesitis: Proceso inflamatorio de la entesis, que es la zona de inserción en el hueso de un tendón, un músculo, hasta un ligamento.
DOCUMENTACIÓN
- Relación nominal de los enfermos habidos en el mes de diciembre de 1886. Expedientes varios. Archivo Municipal de Córdoba.
IMÁGENES
- Imagen 1: Fotografía extraída del grupo de Facebook "Fotos antiguas de Córdoba-España".
- Imágenes 2 y 3: Fotografías de Ladis. Archivo Municipal de Córdoba.
Interesantísima entrada la que publicas hoy. Yo hice un estudio de la población reclusa de 1945, el Tracoma era muy habitual.
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