El sábado 26 de noviembre de 1927 Valeriana Aroca, criada de la conocida cupletista y modelo de Julio Romero de Torres Dora la Cordobesita, abría temprano la puerta del domicilio de ésta para efectuar la limpieza diaria. No esperaba encontrar a nadie en su interior puesto que la artista, que se había casado dos semanas antes con el matador de toros Chicuelo, estaba aún de viaje de novios; lo que tampoco esperaba encontrarse eran armarios abiertos y cajones y ropa desparramados por el suelo. Inmediatamente avisó a Antonio Cabrera, padrino de Dora, quien puso el hecho en conocimiento de la policía.
![]() |
IMAGEN 1. Dora la Cordobesita. |
La lista de los objetos sustraídos era la siguiente: un salto de cama de seda, el traje de novia y el viso del mismo, el manto de desposada de tisú de plata, un vestido de seda negro con adornos de crespón, un vestido blanco de seda con adornos azules, un abrigo de piel, una mantilla blanca, tres camisas de seda, dos bragas de crespón, un velo negro, un vestido de seda de color y otro negro con adornos, varios pares de medias, un joyero de filigrana y otro grande dorado con un collar de perlas en su interior. De entre lo que se dejaron en la habitación no registrada, solamente los mantones de Manila que había en una maleta ya costaban cuatro veces más que lo se llevaron.
Los agentes Antonio Jiménez Abad y Sebastián Velasco, encomendados por el comisario jefe del Cuerpo de Vigilancia Juan Herrera Pérez, iniciaron enseguida las gestiones para resolver el caso. Recorrieron todas las sucursales del Monte de Piedad, los domicilios de los anticuarios y cualquier otro lugar en que los ladrones pudieran haberse deshecho de los objetos robados a cambio de dinero, aunque no obtuvieron ningún resultado. La búsqueda continuó durante todo el domingo y el lunes, hasta que la tarde de este último día decidieron visitar el número 51 del paseo de la Ribera.
Allí vivían Francisco Martínez Millán, apodado como el Francisquito, el Fuelle o el Cojo de la Ribera, un conocido de la policía a causa de su gusto por lo ajeno, y su amante Josefa Cuñago Moral (1), la Tufitos, ladrona como él. Ambos habían intentado vender las prendas sustraídas la misma mañana en que se descubrió el robo, el primero a un anticuario de la calle Valderrama y la segunda a la madame de un prostíbulo de la calle Badanas, al que para más inri había acudido sospechosamente ataviada con un abrigo de pieles. Los dos agentes interrogaron al Francisquito, aunque éste repetía una y otra vez que no sabía nada acerca del hurto, y sin embargo decidieron registrarlo, encontrándole en uno de los bolsillos el joyero de filigrana de la cantante. Una vez practicado el registro en la casa, hallaron bajo un colchón y dentro de un baúl buena parte de las prendas robadas.
![]() |
IMAGEN 4. La casa de Dora y el balcón por el que entró el segundo ladrón. |
Rafael Expósito Ruiz.
(1) El primer apellido de Josefa varía en la prensa escrita de Cuñago a Couñago y Cuñado. En los censos de población, además de Cuñado, aparece también la variante Coñago.
DOCUMENTACIÓN
- Biblioteca Virtual de Prensa Escrita.
- FamilySearch.org.
IMÁGENES
- Imagen 1: Portada del número del 15 de agosto de 1923 de la revista Mundo Gráfico. Biblioteca Nacional de España.
- Imagen 2: Sección de un plano de Córdoba de 1927.
- Imagen 3: Sección de la fotografía de portada del número del 2 de diciembre de 1927 del diario La Voz.
- Imagen 4: Fotografía de portada del número del 1 de diciembre de 1927 del diario La Voz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario