sábado, 5 de diciembre de 2020

Las "puertas" de Almodóvar

      No es que se me haya colado una "s", no se trata de una errata. Tampoco quiero dar a entender que hubo varias puertas de Almodóvar pues, hasta donde yo sé, incluidas todas sus modificaciones y reformas, solo ha existido una, la misma que seguimos viendo hoy día junto al Hospital de la Cruz Roja. El hecho de utilizar el plural "puertas" es para referirme a las hojas de madera, aquellas que rápidamente se cerraban ante una posible invasión enemiga, aunque no siempre lograran frenarla. Y sobre ellas voy a hablar ahora.

     Es obvio que todas las entradas que se encontraban en la muralla tenían puertas que se solían cerrar por las noches a una cierta hora para impedir accesos no deseables a la ciudad, y que volvían a abrirse por las mañanas para facilitar el tránsito de habitantes y viajeros. Los horarios de cierre y apertura no siempre eran del agrado de todos, especialmente de aquellos que vivían extramuros, como así da a entender un expediente del año 1846 que se encuentra en el Archivo Municipal de Córdoba, en el que dos labradores del Campo de la Verdad, Antonio Cantudo y Francisco Delgado, se quejan de que, al cerrarse la Puerta del Puente a las nueve de la noche en invierno y a las diez en verano, quedan incomunicados con el resto de la ciudad, y es injusto que tengan que dejar su trabajo tan temprano, especialmente en verano, cuando los habitantes del Casco principal no han hecho más que empezar.


IMAGEN 1. Postal en la que se puede apreciar una de las puertas de madera.



     El caso es que, les gustase a todos o no, las puertas estaban ahí. Pero al igual que en la segunda mitad del siglo XIX comenzaron a desaparecer paños de muralla y puertas con sus hojas de madera incluidas, con la excusa de mejorar la salubridad de la ciudad y dar sitio a la expansión de la misma (además de que hubieran perdido ya su función defensiva), aquellas que aún se mantuvieron en pie, como las del Puente, Almodóvar y Sevilla, también acabaron perdiéndolas. Y quiero mostrar el caso concreto de la de Almodóvar.

     El 5 de Febrero de 1891, el Jefe de la Guardia Pedro Muñoz remitió una carta al por entonces alcalde Pedro Rey Gorrindo, hijo del filósofo y matemático cordobés José María Rey Heredia y de Teresa Gorrindo. La carta decía así:

     "Exmo. Señor
     El guardia diurno nº. 20 Juan Bautista Molina (?), que presta su servicio en el distrito de la Judería con fecha de ayer me dice lo que sigue;
     El que suscribe da parte á su Jefe que á las doce y media del dia de hoy se ha descolgado por completo una de las hojas de la puerta de Almodovar sin que afortunadamente haya ocurrido desgracia alguna personal halladonse derribada en la via publica hasta la resolucion de la autoridad causando molestias á los transeuntes habiendose dado conocimiento el 31 de Enero ultimo de encontrarme dichas puertas amenazando ruinas al parecer.
     Lo que traslado á V.E. para su superior y debido conocimiento."


IMAGEN 2. Primera hoja de la citada carta. SF/C 00101-034,
  ARCHIVO MUNICIPAL DE CÓRDOBA.



     En el margen izquierdo de la carta aparece la siguiente anotación, firmada por el alcalde: "Transportense estas puertas al Asilo para su custodia y conservacion ínterin otra cosa se determinara sin perjuicio de dar cuenta al E. Ayuntamiento". El asilo al que se refiere, como se apuntará más adelante, no es otro que el Asilo de Mendicidad, inaugurado apenas treinta años antes en el antiguo Convento Madre de Dios por el anterior alcalde José Ramón de Hoces. La iglesia asociada al convento aún se mantiene en pie, aunque cerrada y en un estado bastante riunoso a pesar de las intervenciones de urgencia de 2015 y 2019, esta última para reforzar e impermeabilizar la cubierta.


IMAGEN 3. Sección del plano de Dionisio Casañal de 1884 con la ubicación del Asilo
Madre de Dios (n.º 74).

IMAGEN 4. Fotografía antigua de la Iglesia Madre de Dios, sin fecha determinada.
FO/A 0197-615/N905, ARCHIVO MUNICIPAL DE CÓRDOBA.



     Dos días después, el 7 de Febrero de 1891, el alcalde Pedro Rey remite una carta al Arquitecto titular autorizándolo a transportar la puerta caída al Asilo de Mendicidad hasta nueva orden, debiendo darle cuenta de haber cumplido dicho cometido. No se cumplió sin embargo esta orden de inmediato pues, pasadas tres semanas, la puerta aún no había sido trasladada. Imagino que al menos tuvieron la delicadeza de retirarla a un lado para no entorpecer el tráfico de carretas y transeuntes y evitar posibles accidentes.

     Finalmente el 26 de Febrero, tras una sesión celebrada en el Ayuntamiento, se decidió la venta de las dos puertas. Esta costumbre no era nueva puesto que ya se había hecho en otras ocasiones como en 1866, año en que Antonio Sánchez Barcia se adjudicó en subasta las hojas de madera de la Puerta del Rincón por un valor de ocho escudos de la época, puertas que hasta ese momento se encontraban depositadas en la casa del Marqués de Guadalcazar. Como dato curioso diré que, aunque la adjudicación fue en Mayo de 1866, las puertas no se pagaron hasta Enero de 1867.


IMAGEN 5. Encabezado de la carpeta que contine el expediente de la puerta del Rincón.
SF/C 00101-026,  ARCHIVO MUNICIPAL DE CÓRDOBA.



     En lo que respecta a las de Almodóvar, la parte del acta de la sesión antes citada que se refiere a este asunto es la que sigue:

     "El Secretario del Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad
     Certifico: que en el acta de la sesión celebrada ayer por dicha Corporación se halla entre otros el particular siguiente
     "Por el referido Señor Don Manuel Baena se expuso acto seguido que segun tenía entendido se había dispuesto que las puertas de madera que existían en el portillo de Almodovar se trasladasen al Asilo de Mendicidad para que se utilizaran en el mismo establecimiento, pero que tratándose de puertas de muy grandes dimensiones en las que se observan los deterioros consiguientes á su remota antigüedad, y desprovistas de mérito alguno artístico, había de ser seguramente mas costosa su traslacion al Asilo que el valor que pudiera producir su venta, por lo que proponía que una vez apreciadas se enagenaran en subasta con la obligacion el rematante de retirarlas del lugar donde hoy se encuentran, y el Excmo. Ayuntamiento conformandose con lo propuesto por el Señor Baena así se sirvió acordarlo"
Y para que conste lo anoto en Córdoba á diez y nueve de Febrero de mil ochocientos noventa y uno."
Antonio Vazquez.

     "Cumpliendo el anterior acuerdo se ha dirigido al Arquitecto municipal el siguiente oficio:
Acordado por el Ayto. de mi presidencia que las puertas de madera que existen en el portillo de Almodóvar se justiprecien para enagenarlas desde luego con la obligación el adquiriente de retirarlas, á fin de escusar el gasto que habría de originar la traslacion de aquellas al Asilo de Mendicidad se servirá V. practicar desde luego la valoracion de dichas puertas, dándome cuenta de su resultado para proveer á los demás que corresponda.
Dios Mte. Córdoba 27 de Feb. de 1891
Y para que conste lo anoto en la misma fecha."
El Secretario.


IMAGEN 6. La Puerta sin "puertas". Archivo Moreno, 00837_C. 
FOTOTECA DEL PATRIMONIO HISTÓRICO.



     Lo que inicialmente podría parecer fácil, que era reparar una de las hojas de madera, acabó convirtiéndose en la eliminación de las dos. No tengo constancia de que se sustituyeran después, por lo que el aspecto en que quedó la Puerta de Almodóvar entonces sería el mismo que vemos hoy en día.



IMAGEN 7. Viga de madera en la Puerta de Almodóvar.




IMAGEN 8. Primer plano de la viga en el que se aprecian los quicios donde iban
insertados los pernos sobre los que giraban las puertas.



     En fin, que de la destrucción del patrimonio también se sacaba beneficio. Las piedras de las puertas y de los paños de muralla derribados se reutilizaban en todo tipo de obras, así como de cualquier resto arqueológico que se encontrase, como en el caso de la Ermita de los Santos Mártires en cuya construcción se utilizaron sillares de piedra hallados al abrir la calle Claudio Marcelo, o el Paseo del Gran Capitán, en cuyos acerados se usaron los sillares de la Puerta de Andújar. También se vendían a cualquier particular que pudiese pagarlas, y con las puertas se hacía otro tanto como se ha visto. Quedaría por saber si el tal Antonio Sánchez Barcia restauró las puertas del Rincón para usarlas en alguna otra casa, ya que era carpintero, o se hizo una mesita de noche con ellas.


Rafael Expósito Ruiz.





DOCUMENTACIÓN
- Archivo Municipal de Córdoba

IMÁGENES
- Archivo Municipal de Córdoba: 2, 4 y 5.
- Fototeca del Patrimonio Histórico: 6
- Google Street View: 7 y 8
- Historia de Córdoba en Imágenes: 1

2 comentarios:

  1. La puertecita de la derecha de la parilla que hoy es calle Cariuan, era una herrería del abuelo de una amiga de mi hermana Loli, Conchi Bravo, su abuelo era el herrero y lo expropiaron cuando construyeron la calle con la barbacana. Yo lo he conocido cerrado y lo que había detrás eran las puertas falsas de la calle de los Judíos, corrales y lugares para tender la ropa, y un enorme charco que era la Huerta del rey, que se encauzaba abajo en la esquina de la casa de Barazona, dónde estaba el león primitivo germen del zoo. A partir de ahí la charca era arroyo que bajaba hasta la Puerta de Sevilla. El agua venía de una atarjea desde la Albaida, según D. Teodomiro. Aparte de la alcubilla de la Puerta de Almodóvar, cuyas barandas y escalones salieron de los escombros de tapar la puerta y escaleras que bajaba a Pelambres desde arriba de la Ribera.
    En mi blog está el contrato de cierre de esa escalera y el destino de los escombros. El detalle de la puerta de Almodóvar es de libro. Enhorabuena.

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    1. Gracias Paco. Como siempre me descubro ante tu sabiduría y la cantidad de anécdotas y recuerdos que atesoras. He de decir que antes de escribir una entrada miro siempre tu blog por si mi idea no era tan original como yo pensaba.

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