Hay nombres en las calles de Córdoba de políticos, doctoras, religiosos, científicas, escritores, batallas, y un largo etcétera. Muchos de ellos persisten en el callejero desde hace mucho tiempo, algunos fueron cambiados para evitar duplicidades, que las había, o para eliminar topónimos malsonantes, otros fueron cambiados en virtud del régimen político que imperaba en cada etapa. Y hay nombres que hacen referencia a ciertos oficios ejercidos durante mucho tiempo en nuestra ciudad, ya olvidados en su mayoría, y cuyos gremios acabaron denominando a las calles que los albergaban. De las calles que responden a este tipo de nombres vamos a hablar hoy, de las que continúan existiendo y de las que ya no están.
ACEITEROS
Empezamos con un caso peculiar. Si entramos en la calle Cruz Conde desde la plaza de las Tendillas encontraremos a la izquierda una calleja sin salida, y sin nombre también pues sus inmuebles han acabado tomando la numeración de la calle principal. El bloque que hoy podemos ver al fondo de la calleja, que actualmente es el número 5 de Cruz Conde y que se construyó en 1925, era anteriormente el número 7 de la calle Aceiteros. Se trata de lo que aún queda de otra anterior que desapareció en gran parte cuando se conectó la plaza de las Tendillas con la avenida Ronda de los Tejares, arrasando las callejas del barrio de Trascastillo. Partía de la calle San Álvaro, y curiosamente también se llamó con anterioridad Barqueros, al menos desde 1811, otro de los oficios que vamos a ver hoy. Teodomiro Ramírez de Arellano se extrañaba de que en esta calle pudiese vivir alguien con dicha ocupación al encontrarse tan retirada del río. Es extraño que tras la peatonalización de la calle Cruz Conde, cuando marcaron en el suelo el trazado de las antiguas calles que componían esta zona, se olvidaran de la de Aceiteros.
Trazado aproximado de la calle Aceiteros sobre un plano actual. |
Vista del tramo que aún pervive de la antigua calle Aceiteros. |
En el barrio de Santa Marina hay una calle que une las de Moriscos y Huerto de San Agustín. Se trata de la calle Aceituno, aunque anteriormente tuvo los nombres de Aceituneros y Aceiteros, como en el caso que acabamos de ver. Al parecer vivían en ella unas familias dedicadas a la compra y venta de aceitunas, y probablemente a la fabricación del aceite. Ramírez de Arellano opina que ya en 1399 la calle se llamaba Aceituno, por lo que hoy en día vuelve a tener el nombre primitivo.
Calle Aceituno en la actualidad. |
ALADREROS
Este nombre hace referencia a aquellos artesanos que construían y reparaban aperos de labranza, arados, carros, etc. Aladro era el nombre que recibían en ciertos lugares los arados. Bajo el mismo podemos encontrar tres zonas en Córdoba. La primera sería la plaza Aladreros. Aunque en la Edad Media esta denominación afectaba al espacio sin edificar comprendido entre la Puerta de Gallegos y el Monasterio de San Hipólito, tras la urbanización de esta zona quedó reducida a una pequeña plaza, que más bien parece un ensanche de calle, entre la actual plaza Antonio Fernández Grilo y la calle Pintor Cuenca Muñoz.
Vista de la actual plaza Aladreros. |
También como de los Aladreros se conoció antes de 1811 la actual calle Cárcamo, que después pasó a denominarse Santo Cristo de la Misericordia. Curiosamente, la calle Costanillas, que forma esquina con Cárcamo, tuvo también el apelativo del que hablamos.
Hay un dato curioso acerca de los aladreros y es que, según un "Auto de Buen Gobierno" de 1726, estaban obligados a apagar cualquier fuego que se produjese en la ciudad, junto con alarifes, albañiles, carpinteros y aguadores.
Calle Costanillas. |
Calle Cárcamo. |
ALFAYATAS
Esta calle une las plazas de Abades y la Alhóndiga, en el barrio de la Catedral. Su nombre, que proviene del vocablo árabe hispánico alhayyát, alude a la antigua denominación castellana de las actuales costureras. La palabra alfayata, o alfayate en su acepción masculina, acabó en desuso en el siglo XVII frente al vocablo sastre, procedente de la palabra latina sartor, y que nos llegó a través del catalán con la forma sartre.
Tuvo además en la primera mitad del siglo XIV el nombre de Albardería, que era el lugar donde se fabricaban las albardas, que son grandes almohadillas que se acoplan a los lados del lomo de los animales de carga. Poco tiempo después, hacia 1386, se denominó Alcaicería, seguramente por encontrarse en ella un acceso al mercado de la seda, y cuyo nombre proviene del árabe Al-qaysaryya.
Salida de la calle Alfayatas a la plaza Abades. |
ARMEROS
En este caso se trata de una calle cuyo nombre obedece a los artesanos que se encargaban del oficio de la fabricación de armas. Se trata de la actual calle Lucano, que parte del cruce con la plaza de la Cruz del Rastro y las calles Cardenal González y San Fernando, y finaliza a la altura de la plaza del Potro. Según Francisco Román Morales esta calle se denominó anteriormente de la Armería, y tuvo además el nombre de otro tipo de artesanos como es de los Cordoneros, que veremos más adelante. Está dedicada a Marco Anneo Lucano, poeta cordobés y sobrino de Lucio Anneo Séneca.
Vista del tramo final de la calle Lucano. |
BARBEROS
Al menos cuatro calles de nuestra ciudad respondieron en algún momento a este nombre. La primera de ellas es la calle Romero, que parte desde la calle Deanes hasta el principio de la calle Almanzor. Inicialmente tan sólo el tramo que va desde Deanes a la plaza Profesor Aranguren ostentó el título de los Barberos, para más tarde denominarse Romero toda la calle por el apellido de algunos de sus vecinos.
Entrada a la calle Romero desde la calle Deanes. |
También de los Barberos denomina Ramírez de Arellano al ensanche que hay entre Ángel de Saavedra y Blanco Belmonte, por haberlos tenido durante mucho tiempo en la casa de la esquina. Este ensanche fue antiguamente una calle que desembocaba en la calle Leiva Aguilar e incluiría a la actual Ricardo de Montis. Francisco Román Morales, en "Las Calles de Córdoba" de 2005, apunta que la denominación de la calle Ricardo de Montis sería la del Barbero.
Vista de la calle Ricardo de Montis. |
La calle Hermanos López Diéguez, que parte de la plaza de San Andrés y finaliza en la esquina de la calles Enrique Redel y Arroyo de San Andrés, ostentó también este nombre. En el plano de 1811 de Karvinski aparece con esta denominación el tramo existente entre la calleja Beatas y la actual calle Pedro Fernández.
Tramo final de la calle Hermanos López Diéguez. |
El cuarto caso sería el de la calle Caño, que nace en la plaza de Chirinos y muere en la ronda de los Tejares. Aunque su trazado es prácticamente el mismo desde hace siglos, anteriormente finalizaba en el ensanche que hay justo a la entrada de la calle Osario.
Vista de la calle Caño desde el encuentro entre la plaza de Chirinos y la calle Manuel de Sandoval. |
BARQUEROS
Bajo esta denominación vamos a encontrar dos calles, una que ya no se llama así que es la que vimos más arriba llamada Aceiteros, y la que actualmente ostenta ese nombre, que es la que une las plazas de Mármol de Bañuelos y San Miguel. Anteriormente tuvo el nombre de Mármol de Bañuelos al igual que la plaza, y sobre los años cuarenta del siglo XX se denominó García Morato. Tampoco esta calle está cerca del río como en el caso que se trató al principio de esta entrada, por lo que no tengo explicación para el origen de este nombre.
Calle Barqueros vista desde la plaza de San Miguel. |
BATANEROS
Esta calle en forma de "L" arranca desde Horno del Cristo y finaliza en Rey Heredia. Anteriormente se llamó Corral de Bataneros y calle del Batanero, por una casa de vecinos donde vivían trabajadores que manejaban los batanes. Éstos eran máquinas, generalmente hidráulicas y provistas de varios mazos de madera, que golpeaban los paños y tejidos para compactarlos y eliminar los residuos grasos que pudieran contener. Estuvieron vigentes hasta finales del siglo XIX en que cayeron en desuso ante las nuevas tecnologías textiles.
Calle Bataneros vista desde la de Horno del Cristo. |
CALCETEROS
Como Arquillo de Calceteros se denominó antiguamente el tramo de calle existente entre la plaza de la Cruz del Rastro y la calle Amparo, que corresponde en la actualidad con el primer tramo de la calle Cardenal González si nos atenemos a la numeración del callejero. Debe su nombre a los trabajadores dedicados a confeccionar y arreglar medias y calcetas, así como calzas de paño, y que se supone vivían en las casas contiguas. La denominación "arquillo" hace referencia a una antigua puerta romana conocida después por los nombres de "Bab Saraqusta", "Puerta del Sol" o "Puerta Piscatoria" entre otros, y cuyos restos se encontrarían dentro del bar La Bicicleta, pero de este tema hay más y mejor información en el blog notas cordobesas de Paco Muñoz, y en supersticiones, del recientemente desaparecido Manuel Harazem.
Tramo de Cardenal González que se correspondía con la calle Calceteros. |
CALDEREROS
Si seguimos andando desde el Arquillo de Calceteros hacia arriba, encontraremos a la derecha la calle Caldereros, que finaliza justo donde empieza la de Rey Heredia. Su nombre proviene de unos trabajadores portugueses instalados en ella y que se dedicaban a la fabricación de utensilios de cobre, entre ellos los calderos. Como curiosidad sobre estos artesanos, existe una Real Cédula de 1781 que prohibía a los "vagabundos dedicados a la venta de efigies de yeso, botes de olor, palilleros y otros efectos de esta clase ni los caldereros ni buhoneros sin que fijaren su domicilio". Esta calle tuvo con anterioridad otras denominaciones como Bensalha, de Francos, de los Jurados y en 1811 del Horno de Porras.
Vista de la calle Caldereros. |
También la actual calle Diario de Córdoba, que va desde el final de Claudio Marcelo hasta que se encuentra con la calle San Fernando a la altura de la cuesta de Luján, tuvo en su día los nombres de Caldereros y de la Calderería.
Calle Diario de Córdoba. |
CARNICEROS
La calle Martínez Rücker, que enlaza las plazas de Santa Catalina y Abades, se llamó de los Carniceros según Ramírez de Arellano "por habitar también en
algunas de sus casas los vendedores de carne, quienes tenían sus puestos en la plazuela de los Abades y frente a la Catedral". Anteriormente también se la denominó de las Carnicerías, nombre que también tuvo un tramo de la calle Alfaros.
Entrada a la calle Martínez Rücker desde la Mezquita-Catedral. |
CEDACEROS
Esta calle parte desde una placita o ensanche que se encuentra entre las calles Juramento y Toril y finaliza en la de Gutiérrez de los Ríos. Ambas, plaza y calle, llevan el mismo nombre, pues en ellas se vendían los cedazos para las tahonas y otros oficios. Los cedazos eran y son unas cribas usadas para separar la parte más fina de ciertas sustancias, como por ejemplo la harina que se usaba en las tahonas o establecimientos donde se elaboraba y vendía pan, por lo que no es de extrañar que esta calle también recibiera el nombre de los Tahoneros.
Vista de la calle Cedaceros. |
Plaza Cedaceros. |
CERRAJEROS
Calle de los Cerrajeros es otra de las muchas denominaciones relacionadas con algunos oficios que tuvo la actual Diario de Córdoba. Además de éste y del de Caldereros y de la Calderería, como hemos visto más arriba, también se llamó de las Librerías y de los Libreros. Su trazado, junto con la calle San Fernando, correspondería aproximadamente al lienzo de muralla que separaba la Medina de la Axerquía en el período árabe de nuestra historia. Su nombre actual se debe al antiguo "Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos", fundado por Fausto García Tena en 1849, y que tuvo su imprenta en esta calle.
CORDONEROS
Dice Wikipedia lo siguiente acerca de este oficio: Cordonero es el oficio del artesano que trabaja todo tipo de cordonería, como son los cordones de cotilla y calzoncillos, "agujetas", "torzales", "presillas", borlas, cofias de torzal o cosidas a palillos, flecos de hilo, alamares, bolsillos, trenzas y trencillas de "espadines" y llaves, charreteras tejidas a mano para bastones, calzones y hombros; todo género de presillas de sombreros, cordones de reloj, engarces de rosarios, cadenetas hechas al ganchillo y todo tipo de cordón "escabechado de hilo" y cíngulos del mismo género; botones de todas clases, lisos o bordados de seda, pelo, cerda, oro, plata, etc.
Bajo esta denominación vamos a encontrar tres calles en Córdoba. Por un lado tenemos la calle Lucano, según Ramírez de Arellano "por los muchos de este oficio que en ella vivieron". Otro oficio más que unirle al de los armeros como hemos visto antes. También la calle Zapatería Vieja, en el tramo que comienza en Cardenal González hasta que la calle gira a la izquierda, tuvo el nombre de Cordoneros, como aparece reflejado en el plano de Montis de 1851. Por último está la calle Cardenal González, en concreto el tramo que va desde la plaza de la Alhóndiga hasta la calle Caño Quebrado, según el mapa de Karvinski de 1811.
Calle Zapatería vieja vista desde la de Cardenal González. |
Vista de la calle Cardenal González desde el final de Corregidor Luis de la Cerda. |
CUCHILLEROS
El oficio de estos artesanos dedicados a la elaboración de cuchillos y navajas dio nombre a un tramo de la calle San Fernando, concretamente el que va desde la cuesta de Luján hasta la calle Maese Luis.
Vista de la calle San Fernando desde la Cuesta de Luján. |
Quedan aún muchas calles que mantienen el nombre de los gremios que ejercían sus oficios en ellas, o cuyos trabajadores las habitaban, pero no quiero que esta entrada sea excesivamente larga. Continuaré repasando este tipo de calles en una próxima entrada.
Rafael Expósito Ruiz.
DOCUMENTACIÓN
- Archivo Municipal de Córdoba.
- Callejero comparado, extraído de los planos de 1811, 1851 y 1884 de Karvinski, Montis y Casañal. Red Municipal de Bibliotecas.
- Ramírez de Arellano, Teodomiro. Paseos por Córdoba, 1873-1877.
- Román Morales, Francisco. Las calles de Córdoba, 2005.
FOTOGRAFÍAS
Todas hechas con poca o ninguna gracia por el autor.
Muy muy interesante, me haa encantado de
ResponderEliminarMuchas gracias desconocido/a. Me alegra que te haya gustado.
EliminarQue trabajo tan excelente José Manuel. No sabía, de mi barrio, que la calle Romero se llamó así, que categoría de trabajo y con que exquisitez está presentado. Enhorabuena. Tú lo dices ahora que haces el trabajo te recuerdas algunas, pero es que hay muchas, y la pena es que estamos sustituyendo esos nombres de toda la vida, de los gremios artesanales, por nombres modernos y yo que tuve la responsabilidad de confeccionar expedientes de nombre de calles, nunca podré arrepentirme más de haber sido una parte de ese cambio. Es verdad en mi descargo que aunque me hubiera negado no hubiera servido de nada porque otros interesa superiores a mí había por medio, pero por lo menos ahora no me sentiría mal. No es lo mismo ser cómplice que obligado. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarPD://Se me viene a la memoria, así de momento Vinagreros, pero como puedes añadir lo que vaya surgiendo pues mejor, así nos las encontramos todas cuando busquemos información.
Te he puesto José Manuel perdona Rafael, la vejez tiene estos problemas.
ResponderEliminarMuchas gracias Paco aunque el trabajo ya estaba hecho, yo solamente lo he refrescado un poco. Es cierto que esos nombres de toda la vida van desapareciendo poco a poco, aunque algunos resisten todavía, pero la vida es así y de nada nos vale lamentarnos, al menos seguirán en nuestra memoria mientras sigamos hablando de ellos. Aún quedan calles que tengo que incluir en entradas posteriores pues no quería que ésta fuese excesivamente larga y me he limitado a las calles cuyos nombres empiezan desde la A a la C. Vinagreros, Odreros, Tundidores y otras tendrán su entrada dentro de poco.
ResponderEliminarCon respecto a lo de llamarme Jose Manuel no te preocupes, me han llamado cosas peores jajaja. Un fuerte abrazo.